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Las obras en la N-330 ya son una realidad y la Ribera del Turia urge a que se actúe hasta el límite provincial Las obras en la N-330 ya son una realidad y la Ribera del Turia urge a que se actúe hasta el límite provincial

Las obras en la N-330 ya son una realidad y la Ribera del Turia urge a que se actúe hasta el límite provincial

Se trata de una histórica demanda de los pueblos de la carretera de Cuenca
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Los movimientos de obras para la ansiada mejora de la carretera N-330 que comunica Teruel con Cuenca ya se notan, aunque todavía se encuentran en una fase muy preliminar sin grandes movimientos de tierras a la vista. La Ribera del Turia está satisfecha de que por fin  sea una realidad la mejora de esta carretera nacional, pendiente desde finales del siglo pasado, aunque no deja de reivindicar la urgencia de que la actuación llegue hasta el límite de la provincia y la necesidad de que se aceleren todos los procedimientos administrativos para hacerlo puesto que esta primera intervención afecta a solo 5 kilómetros.

Desde hace semanas se está trabajando y si bien los grandes movimientos de máquinas no son visibles todavía, los conductores han podido tomar conciencia de la actuación esta semana, que es cuando se han empezado a colocar las señalizaciones de seguridad con los correspondientes avisos de obra y limitaciones de velocidad. A ello se sumó el miércoles la intervención de las brigadas de conservación con la colocación de un semáforo que daba paso alternativo en un pequeño tramo por los últimos arrastres de tierras a causa de las tormentas.

Los cinco kilómetros en los que se va a intervenir ahora han sido pintados con líneas amarillas para advertir de los trabajos y se está colocando numerosa señalización vertical, a la vez que a ambos lados de la carretera se observan ya trabajos previos para la reposición de infraestructuras y el trazado por el que discurrirá la carretera, ya que el tramo actual prácticamente en su totalidad quedará como una vía de servicio que dará acceso a las fincas.

La mejora de esta carretera supondrá construir un nuevo trazado que parte de donde estaba el Amplex, que ya ha sido demolido, y discurre por la margen derecha de la carretera en sentido Cuenca hasta llegar a Villa Felisa, donde cruza la actual carretera y continúa por el lado izquierdo hasta llegar poco antes de Villastar.

Esta primera actuación comprende aproximadamente 5 kilómetros entre Villastar y el enlace con la variante de la N-234 en Teruel, que se resolverá mediante una glorieta. Las obras tienen un presupuesto de 15,7 millones de euros y fueron adjudicadas a Construcciones Sarrión S. L. con un plazo de ejecución de veinticuatro meses.

Cuando estén acabados los trabajos este tramo contará con unas características acordes con los estándares de calidad de una carretera nacional, que no posee actualmente ya que tiene un trazado decimonónico. A finales del siglo pasado cuando se iba a intervenir en esta carretera y contaba con todos los parabienes para poder acometer las obras, el proyecto se paralizó ante la previsión gubernamental de construir la autovía A-40 con Cuenca, que sigue sin hacerse.

Dos máquinas de obra junto a la carretera N-330 en el tramo de la intervención

Desde entonces los pueblos de la Ribera del Turia y del Rincón de Ademuz no han dejado de reivindicar el arreglo de la carretera nacional con independencia de que se fuese a construir una vía de alta capacidad, hasta que en 2017, durante la Administración de Mariano Rajoy, el Gobierno central lo incorporó de nuevo.

En la planificación que se hizo entonces, y que retomó el Ejecutivo socialista de Pedro Sánchez, se contempló una primera actuación entre Villastar y Teruel, que es en la que se está trabajando ya, y una segunda más compleja porque requería la redacción de un Estudio Informativo o un proyecto con alternativas medioambientales. Esa intervención afecta a 27 kilómetros entre Villastar y Torrebaja y entonces se estimó que su coste podría oscilar entre los 125 y 150 millones de euros.

Esta segunda actuación está recogida en el acuerdo de investidura entre el PSOE y Teruel Existe, pero en los pueblos de la Ribera del Turia temen que al final no se haga y solo se mejore el tramo en el que se va a intervenir ahora.

El alcalde de Libros, Raúl Arana, comentó que aunque “la esperanza nunca se pierde”, se ha optado por hacer lo “fácil” y el resto que es más complicado temen que no se haga. “Cada día tenemos menos fe”, afirmó, porque la intervención actual al final corresponde a los kilómetros que mejor estaban y que eran menos conflictivos.

Arana indicó que es la sensación que se tiene en la zona, mientras que el exalcalde de Villastar, Justo Cortés, manifestó que “lo lamentable es que se quedará aquí”, cuando lo peor es el tramo que llega hasta el límite de la provincia. Sobre el tramo actual ya en marcha, reconoció que los vecinos, hasta que no han visto que empezaban los trabajos, no se lo creían después de tantas promesas e incumplimientos que han visto.

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