La fiesta de Las Bodas recuperará sus cifras de antes del covid: 120 actores y unas150 jaimas por las calles de Teruel

Cuando el próximo jueves 16 de febrero se levante el telón imaginario sobre los escenarios de las representaciones teatrales de Las Bodas de Isabel de Segura lo hará sabiendo que detrás hay un elenco de actores voluntarios, que de nuevo ha respondido a la llamada de la Fundación Bodas de Isabel para volver a recrear en las calles de la ciudad la historia de amor de los Amantes de Teruel. Después de dos ediciones en las que no se ha podido representar como se había hecho hasta 2020 debido a la pandemia, esta edición vuelve con los mismos números que lo hizo aquel año: unos 120 actores con papel y hasta 180 con figurantes, cerca de 240 puestos de mercado y de 150 jaimas en la calle. Son cifras similares a las que se dieron hace tres años. El paréntesis de una edición virtual y otra en el que se hizo en otras fechas y con menos actos no ha restado ganas para participar en esta edición.

La elección de los actores y actrices protagonistas comenzó ya en junio adelantándose en el tiempo con respecto a ediciones anteriores y con la vista puesta en La Partida de Diego, que se celebra en octubre. Este adelanto despertó el interés de jóvenes que estudian en Teruel y que se interesaron por participar en el castin.

“Hubo mucha gente joven al adelantar la convocatoria al mes de junio, que se presentó por primera vez y que ya hacía teatro como el caso de Sandra Grijalba, que representa a Isabel, pero también de los que van a hacer de Alonso o de Esteban”, comentó Marian Pueo, directora teatral de Las Bodas de Isabel desde hace 18 años.

Con estos mimbres, la Fundación pudo citar a más gente y hacer las pruebas para elegir a Isabel y Diego en dos fases. “Primero hicimos una preselección, hicieron la escena y de ahí nos quedamos con la mitad”, comentó Pueo. En septiembre ya se sabía cuál era la pareja protagonista y los actores que iban a interpretar los papeles principales para La Partida. Antes de Navidad se repartió el resto de papeles, y después de las fiestas comenzaron los ensayos de Las Bodas.

A las cuatro escenas principales relacionadas con la leyenda, una cada día de los cuatro que dura la fiesta histórica, se suman otras cinco escenas paralelas en tono jocoso, como contrapunto a la tragedia, y dos de animación. Este año volverán a representarse las mismas que en 2020, dirigidas por Pablo Alfonso y por Sixto Abril.

Hasta esta semana los ensayos se han llevado a cabo en el local que la Fundación tiene en la calle Amantes y en el salón de actos del edificio de Sindicatos. En los próximos días ya saldrán a la calle. Para el miércoles está previsto que esté montado el escenario de plaza de la Catedral, donde suceden varias de las representaciones más importantes los cuatro días de escenas en la calle. Tras montar las escenas, esta semana se ajustarán a los espacios en las plazas y los días previos a la recreación se harán los ensayos generales.

En las escenas se retoman muchos de los planteamientos que hubo antes de la pandemia. La entrada de Diego seguirá el guion de 2020, la idea de Francisco Oliver que ganó el concurso de guiones convocada para esa edición con esa escena para desarrollar. “Se representa en la taberna que habrá en la plaza del Seminario y el argumento aportaba cosas nuevas que solo se representaron en esa ocasión”, comentó Pueo.

El personaje de Alfonso de Fuenmayor representa la antítesis de Diego. Si este llega a casa con riquezas el primero lo hizo antes pero empobrecido y es quien le comunica al de Marcilla que llega tarde al encuentro con su amada. Este personaje también apareció en 2022.

Además, volverá este año el encuentro de Diego con sus padres en el escenario de la plaza de la Catedral. El año pasado no se representó este encuentro y ahora “se vuelve a la versión de 2020”, comentó Pueo.

El jueves 16 por la noche se recuperará la escena del Concejo de Teruel como se hizo en 2020. Los alcaldes de la villa se ven en una asamblea extraordinaria. “El Concejo de Teruel se reunía los viernes por la mañana en el atrio de la Catedral pero aquí se representa una reunión extraordinaria con motivo de la visita del rey niño Jaime I”, explicó la directora teatral. En esta representación trágico cómica -como define su directora teatral- habrá, como en anteriores ediciones, una reivindicación de las mujeres que quieren ser alcaldesas de sus barrios, porque van al Concejo a representar a sus maridos, que están en la guerra. “Se genera una serie de conflictos en esta escena global, en la que se toma la decisión de que se va a adelantar la boda de Isabel y don Pedro de Azagra al día siguiente”, explicó. Aunque se insiste en la promesa que la joven dio a Diego, a la villa han llegado noticias de que está muerto y la casan.

Variantes a parte, la escena que nunca cambia es la del encuentro de Diego e Isabel en el balcón de la sede de la Caja Rural de Teruel, aunque sí que habrá nuevas incorporaciones al momento en el que Diego cae fulminado ante la casa de su amada.

Si los ensayos están ya en pleno apogeo, también están en marcha otros preparativos. En la Fundación tienen el vestuario preparado a falta de los últimos detalles. Como todos los años Isabel estrenará su traje de novia y para el resto de las escenas se piensa en vestuario fácil de poner y quitar, con trucos que no se ven para facilitar los cambios de los actores.

También la Federación de Grupos de las Bodas está inmersa en los preparativos. Prácticamente las 150 asociaciones volverán a salir a la calle después de que el año pasado solo lo hiciera la mitad. Para el montaje de las jaimas, unos días antes de Las Bodas, están pendientes de la evolución de las obras de la ronda, por su cercanía a la zona de montaje de muchas de ellas. Desde el Ayuntamiento las brigadas municipales trabajan ya en instalar elementos necesarios para el montaje de estas jaimas como los postes de luz y estos días comenzará el montaje de la decoración para una fiesta que es de interés turístico nacional. El mercado medieval también recuperará las cifras de 2020.

Torneo

Uno de los eventos más veteranos de Las Bodas de Isabel de Segura es el torneo, que este año volverá a la plaza de toros con la participación de caballeros turolenses. En las ediciones de 2020 y 2022 fue Legend, una empresa especializada en este tipo de eventos, la encargada de la realización, pero en este 2022 integrantes de la Mesnada Real, jinetes turolenses que organizaron el torneo junto a la Fundación durante seis años, volverán al ruedo, esta vez como asociación Caballeros del Rey. Su presidente, Javier Sánchez, explicó que son integrantes de la Mesnada y también gente nueva. Desde hace unos días ensayan ya en la plaza de toros a donde este sábado acudieron también los actores que tomarán parte del evento. Este espectáculo ecuestre, que de nuevo será patrocinado por Alcampo, contará en esta edición con ocho caballeros y sus escuderos. Medirán sus fuerzas en dos equipos con los juegos de habilidad como las anillas, la diana o los estafermos y se irán descalificando hasta llegar al enfrentamiento final con las lanzas.

El torneo se hará ante el rey niño Jaime I, que está de visita en la villa para nutrir a sus tropas de nuevos caballeros y que vendrá acompañado de los Templarios de Monzón. Unai Fornés es el niño que representará este año a Jaime I. Este sábado acudió a la plaza de toros para preparar el torneo. Con tan solo diez años sabe montar a caballo y ya ha participado en otras escenas de Las Bodas en ediciones anteriores. “Me gusta actuar y montar a caballo”, dijo y este año confluirán sus dos aficiones. Junto a Unai se encontraba Héctor Clemente, que este año será el tenente de la villa. Comenzó a colaborar como actor en 2021, justo el año en el que Las Bodas se adaptaron al lenguaje cinematográfico por la covid. El año pasado fue fray Tobías y ahora el tenente. Es de un pueblo de la provincia pero trabaja en Zaragoza. Estas semanas viaja hasta Teruel para participar en los ensayos. “Y como mi caso hay otros”, aseguró. Comienzan el año compaginando estudios o trabajo con esta afición. “El ambiente es muy bueno, somos como una familia y ya tenemos ganas de salir a ensayar a la calle”, contó. También lo ve así Paco Barón, un actor veterano de Las Bodas que a diferencia del resto siempre interpreta al mismo personaje, el obispo de Albarracín.