La Diputación de Teruel pide a la Confederación del Ebro más inversión en el mantenimiento de los cauces

Lo municipios, sobre todo los más pequeños, son el eslabón más débil en casos de emergencia como la sucesión de tormentas con la que se despidió agosto y arrancó septiembre. Para tratar de atender mejor a estas administraciones, la Delegación del Gobierno en Aragón reunió este martes en Zaragoza a las distintas administraciones implicadas que participan de alguna manera en la gestión de estas catástrofes. Durante la reunión, se reclamó a la Confederación Hidrográfica más inversión.

El delegado del Gobierno en Aragón, Fernando Beltrán, se reunió este martes en la sede de la Delegación con los presidentes de las diputaciones de Zaragoza, Huesca y Teruel, Juan Antonio Sánchez Quero, Isaac Claver y Joaquín Juste, respectivamente; con representantes de la dirección general de Interior y Emergencias del Gobierno de Aragón, el presidente de la FAMCP, la Confederación Hidrográfica del Ebro y el Consorcio de Compensación de Seguros para sentar las bases del documento que permita responder de manera más ágil y coordinada ante tormentas, incendios, inundaciones u otros fenómenos.

“El eslabón más débil en toda la cadena de la administración pública acaba siendo el pequeño municipio cuyos alcaldes y alcaldesas tienen que atender en muy corto período de tiempo a una gran demanda de información, rellenar solicitudes, etcétera, etcétera, nos ha parecido lo más oportuno hacer una reunión de coordinación, hablar de las ayudas que cada una de las administraciones podemos poner en marcha”, explicó Beltrán.

En la reunión, el delegado del Gobierno, Fernando Beltrán, impulsó la creación de una guía para facilitar a los municipios el acceso a las ayudas ante fenómenos meteorológicos adversos.

Además, se sentaron las responsabilidades de cada una de las administraciones implicadas en la gestión de catástrofes como la ocurrida a primeros de mes en distintos puntos de la Comunidad.

Las confederaciones

En la reunión participó la Confederación Hidrográfica del Ebro, responsable de los cauces del río Jiloca y de las ramblas que desembocan en él. Aunque estaba también convocada, la Confederación del Júcar no asistió y se emplazó a una reunión más adelante.

En la cita, la Diputación de Teruel reclamó a la CHE a que limpie los cauces, “porque al final hay desbordamiento”, dijo el presidente provincial, Joaquín Juste, que reclamó que el organismo de cuenca ponga “diques de contención en los barrancos y en las ramblas “para que no bajen materiales y para que laminen un poco las avenidas”, trasladando su confianza en que “esa es la solución”.

“Hay que invertir”, arengó Juste, en referencia a que además de los trabajos de restitución de las zonas afectadas por las tormentas en los distintos municipios, “sobre todo hay que evitar que vuelva a pasar”, sentenció.

El presidente provincial denunció el estado en el que se encuentra el cauce del río Jiloca. “He visto puentes que tienen 300 años y que están casi cerrados al paso del agua, porque se han ido colmatando, se han ido depositando sedimentos o ramas, entonces eso hace falta que se limpie”, relató.

Sobre los cauces de los ríos, en los que el presidente provincial aseguró haber comprobado la presencia de elementos que llegan incluso a cegar los ojos de puentes de cientos de años de antigüedad, destacó que “hace falta que se limpien, y luego que las ramblas, que los barrancos, tengan escolleras, tengan diques, tengan alguna solución para que esto no vuelva a pasar”.

Juste trasladó al delegado del Gobierno que el Gobierno de España también puede activar los servicios de la empresa pública Tragsa ante situaciones de emergencia, de la misma manera que lo hace la Diputación. “El Estado también puede activar a Tragsa para ayudar a restituir esos caminos, restituir infraestructuras que son municipales, que tampoco son de la diputación”, razonó.

Juste también reivindicó más agilidad a las instituciones. “Aún estamos pagando estos días algunos daños de lo que fue Filomena y Gloria, las dos tormentas de nieve tan potentes”, que colapsaron la provincia en los años 2020 y 2021. También recordó que en el último pleno provincial se aprobó una partida para el incendio de San Agustín de hace dos años. Así, el presidente de la DPT reclamó para los ayuntamientos más agilidad administrativa porque los municipios “necesitan una asistencia muchísimo más rápida (...) Si hay infraestructuras dañadas no pueden estar los años esperando arreglarlas. Hay que ser mucho más ágiles en la tramitación, en la aprobación de ayudas y en que sean efectivas”, dijo.

Manual de actuación

La Delegación del Gobierno en Aragón quiere impulsar la redacción de una guía que facilite a los municipios toda la información sobre las líneas de ayudas o subvenciones a las que pueden acceder ante distintos fenómenos meteorológicos adversos, dónde deben solicitarlas, los requisitos, los plazos y los trámites que deben seguir.

“El objetivo es contar con un elemento de trabajo claro y contribuir a que las ayudas lleguen lo antes posible a los municipios que sufran fenómenos de esta naturaleza y puedan reparar los daños”, ha explicado Beltrán. El delegado ha añadido que en este cometido es “indispensable” la colaboración de todas las instituciones y en especial de las diputaciones, que son las instituciones más próximas a los municipios, y del Gobierno de Aragón, que tiene competencias en protección civil.

Agua potable

Los análisis del agua de boca en las nueve poblaciones de las comarcas turolenses del Bajo Martín y Andorra-Sierra de Arcos con restricciones para el consumo son “cada vez mejores y esa es la tendencia esperable, que permita ir determinando que el agua es potable en los distintos municipios”, informa el ejecutivo.

Las poblaciones afectadas son Albalate del Arzobispo, Urrea de Gaén, Híjar, La Puebla de Híjar, Samper de Calanda, Jatiel y Castelnou, en el Bajo Martín, y Oliete y Ariño en Andorra-Sierra de Arcos.

En las últimas analíticas realizadas en las redes de los municipios el 25 de septiembre, en Híjar y Ariño ya se calificó el agua como apta para el consumo. Desde el Gobierno de Aragón explican que el pasado 3 de septiembre, como consecuencia de las tormentas, el nivel de turbidez del agua era muy elevado y se cortó el suministro de agua a las redes de los distintos municipios, aunque estos tenían reservas en los depósitos. Dos días después se restableció el suministro con restricciones de uso y se informó a la población de que el agua no era apta para el consumo.

No obstante, el Ayuntamiento de Oliete publicó este lunes un bando en sus redes sociales en el que comunicaba que el agua seguía sin ser apta para el consumo: beber, cocinar, preparar alimentos, higiene personal u otros fines domésticos.

Restauración

La Diputación de Teruel ha recibido, al menos, la solicitud de ayuda desde 52 municipios con motivo de los daños causados por lel episodio de tormentas con el que se estrenó el mes de septiembre, en su mayor patre para el “arreglo de caminos de forma extraordinaria” por 1,2 millones de euros, confirmó el presidente de la Diputación después de la reuniónmantenida en Zaragoza con la Delegación del Gobierno y las otras dos diputaciones aragonesas. “Sobre todo han sido caminos que se han abarrancado y en los que se han hecho socavones”, explicóJuste.

El presidente recordó que la institución provincial está trabajando actualemtne en la construcción de una escollera en la carretera entre Aliaga y Pitarque para la que se aprobó una partida de 235.000 euros en el último pleno.. También se está realizando otra en la pista asfaltada que une Odón con Blancas, en la comarca del Jiloca, que resultó seriamente dañada tras las tormentas.

Todas estas actuaciones tendrán un coste aproximado de 1,2 millones de euros, según calculó Juste.

Mientras, la Diputación de Zaragoza ha recibido 60 peticiones de arreglo de caminos de los ayuntamientos afectados por las fuertes lluvias caídas en la provincia a finales de agosto y en el mes de septiembre.

Las zonas más afectadas por las fuertes lluvias han sido la Comunidad de Calatayud, con 25 peticiones de arreglo de caminos, y el Campo de Daroca, con 20. También ha habido solicitudes del Campo de Cariñena (3), la Ribera Baja del Ebro (3), la Comarca Central de Zaragoza (4), el Campo de Belchite (2), Monegros (2) y Tarazona y el Moncayo (1).

Año hidrológico

El año hidrológico 2023/2024, que comprende el periodo entre 1 de octubre y el 30 de septiembre del año siguiente, comenzó marcado por la sequía y termina con fenómenos meteorológicos adversos en forma de Danas o tormentas, en septiembre 2024, según explica el informe emitido por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE). En medio, se ha producido la recuperación de una sequía muy importante, aunque en algunas zonas ha persistido la escasez, como en las cuencas del Siurana, del Guadalope y del Huerva, principalmente, explica la Confederación.

El organismo de cuenca destaca en su memoria los efectos meteorológicos adversos, en forma de Danas o tormentas, que han ocasionados cuantiosos daños, especialmente en las zonas aledañas a algunas ramblas y cauces menores.

La CHE explica en su memoria que se “está fortaleciendo la capacidad planificadora de la cuenca del Ebro ante los eventos extremos: sequía y crecidas”.

Ante las sequías, la experiencia adquirida durante la del 2023, se ha plasmado en el Informe de la sequía de 2023, que constituirá una referencia de actuación para el futuro. Además, en estos momentos está en consulta pública el próximo Plan Especial de Sequías, que sustituirá al actual, de 2018.

Respecto a la preparación ante los episodios de inundación, el organismo de cuenca destaca que en estos momentos está en fase de consulta pública la Evaluación Preliminar el Riesgo de Inundación2 (tercer ciclo) que es la primera fase de la elaboración del Plan de Gestión del Riesgo de inundación, cuyo tercer ciclo se espera aprobar en el 2027.

Dice la CHE en su informe que ya se han empezado a aplicar los caudales ecológicos en todas las masas de agua de la cuenca, con un alto grado de cumplimiento. También, y dadas las intensas lluvias del mes de abril, se organizaron crecidas controladas, con el fin de regenerar los cauces aguas abajo de las presas y la mejora del tránsito sedimentario.

Las actuaciones de mejora ambiental y recuperación de capacidad de desagüe de ríos, tienen su máximo exponente en el proyecto Ebro Resililence, que ha continuado su labor en el tramo medio del Ebro, sin olvidar los proyectos de mantenimiento y conservación de los cauces, así como los asignados al Plan Nacional de Restauración de Ríos.