La despoblación queda relegada en las redes sociales tras el boom de 2019

El discurso de la lucha contra la despoblación está de capa caída tras la gran eclosión que tuvo en 2019 con la Revuelta de la España Vaciada. Si en el discurso político ha perdido fuelle, como se puso de manifiesto en el último informe Cumpliendo del Gobierno central, en las redes sociales está en franco declive. Así lo constata un estudio académico realizado por expertos de la Universidad de Castilla-La Mancha, que han analizado la evolución que ha tenido la presencia de la despoblación en las redes sociales entre 2019 y 2023.

El estudio acaba de ser publicado en la revista Index Comunicación que edita la Universidad Rey Juan Carlos. Apareció la semana pasada y sus autores son Belén Galletero-Campos, Vanesa Saiz-Echezarreta y Arturo-Martínez-Rodrigo, de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Castilla y León.

El trabajo, que puede ser consultado en abierto en la página web de esta revista científica de comunicación aplicada, se titula Ecos de la despoblación en Twitter/X: la conversación entre 2019 y 2023. Se centra en esta red social y aborda cómo el discurso de la despoblación tuvo una gran eclosión en el año 2019 en Tuitter, hoy X, como referente de las redes sociales, y de qué manera ha ido decayendo.

Aunque el estudio llega solo hasta 2023, sus autores ya advierten de que en ese momento estaba en franco declive, y que la tendencia era la baja con la previsión de que quedaría relegado a los territorios que padecen esta problemática, sin la proyección que llegó a tener en el discurso general que estuvo presente a nivel nacional.

Los autores constatan que la despoblación “ha ganado presencia política y mediática en los últimos años”, y se proponen analizar el debate sobre esta cuestión desde la Revuelta de la España Vaciada en 2019 (toman mayo como mes de arranque de los datos) hasta mayo de 2023, poco antes de las elecciones generales cuando se adelantaron en aquel año.

En total se analiza el contenido de 328.714 publicaciones en las que se han visto implicadas 93.412 cuentas. Según los autores del trabajo, los resultados muestran “una importante politización de la cuestión, con picos de interés en las campañas electorales”. Eso indicaría que el discurso de la despoblación ha servido como arma política sin haber tenido después un desarrollo acorde con las expectativas que se generaron en su momento.

De hecho, el análisis concluye con algo evidente pero que los investigadores demuestran empíricamente, que “la eclosión de la atención” por este asunto se situó en 2019, cuando surgió y tuvo gran presencia en términos nacionales, pero en cambio en 2023 se aprecia ya “un declive en el interés, que podría traducirse en el futuro en un repliegue hacia los territorios directamente afectados”, al no contar ya con una presencia en la política nacional.

El artículo analiza la evolución de la conversación social sobre el problema público en la red social e identifica los momentos de mayor actividad en torno a esta cuestión de la despoblación, además de detectar qué tipo de actores han participado en el debate y quiénes lo han liderado en términos de relevancia y mediación en las comunidades. Por último, analiza los marcos discursivos que han orientado el debate sobre esta cuestión.

Investigación etnográfica

El proyecto, según indican los autores, forma parte de una investigación etnográfica más amplia “para explorar el debate sobre la despoblación”, para lo cual se definieron determinados hashtags para seguir expresiones como despoblación, reto demográfico, España vaciada, vacía, despoblada, abandonada o silenciada.

La conclusión, como coinciden con otros investigadores que han abordado el tema, es que la despoblación consiguió tener una fuerte presencia mediática en 2019 y logró captar el interés de los usuarios de esta red social sobre “la situación de las zonas rurales del país y sus perspectivas de evolución futura, así como por el problema de la cohesión territorial que supone la muy desigual distribución espacial de la población española”.

Argumentan que una de las motivaciones fue el interés de todos los partidos por incluir medidas sobre la despoblación en sus programas, motivados sobre todo por la “preocupación de los partidos mayoritarios ante la posible fragmentación del voto, en participar en las ocho provincias con tres escaños que históricamente se repartía el bipartidismo”.

Destacan la presencia en el debate social de movimientos como Teruel Existe y Soria Ya, así como de iniciativas de la España Vaciada como Yo paro por mi pueblo, y otros perfiles entre los que destacan la Red de Áreas Escasamente Pobladas del Sur de Europa, la Red Española de Desarrollo Rural, así como los grupos Leader y la Federación de Municipios y Provincias.

Una cuestión que constatan tras la presentación del movimiento ciudadano turolense a las elecciones de 2019 como agrupación de electores, es que “tras el éxito electoral y la posición estratégica de Teruel Existe para la investidura de Pedro Sánchez, el debate de la despoblación se desplaza hacia el juego político entre partidos”.

El artículo llega a la conclusión de que tras el periodo de efervescencia, la pandemia no hizo irrelevante el asunto, que siguió captando la atención en la red social en distintos momentos, si bien eso “no ha compensado la tendencia descendente”. Lo que ha centrado el debate ha sido el aspecto político, y los autores consideran que habría que ampliar la investigación sobre las trayectorias de politización del movimiento ciudadano, “explorando la interdependencia entre su fragilidad en algunas zonas afectadas y su capacidad de visibilización y participación en el espacio público”.