Los hermanos Patricia y Juan Miguel Nácher. Bykofoto/Antonio García
Juan Miguel Nácher, de Los Bohemios, pondrá este sábado el pañuelo al Torico y desatará la locura
Es la tercera vez que esta peña sube hasta el símbolo, al que también ascendió su padre hace 21 años
Sobre Juan Miguel Nácher ha recaído este año el privilegio de poner el pañuelo al Torico, un momento esperado por miles de turolenses y visitantes con el que comenzará la Vaquilla del Ángel. Lo hará este sábado, al filo de las cinco de la tarde, aupado por sus compañeros de Los Bohemios, peña a la que este 2023 le corresponde hacer los honores.
No es el primer Nácher que sube a acariciar la emblemática figura. Ya lo hizo su padre en el año 2002 y tampoco será el último porque también lo hará su hermana Patricia, este lunes a las doce de la noche para retirar el pañuelo poniendo así fin a una Vaquilla que va a ser muy especial para ellos y para toda su peña. Es la tercera vez que Los Bohemios cumple con una tradición que oficialmente comenzó a contar en 1982.
Juan Miguel Nácher es miembro de la junta directiva de Los Bohemios y de Interpeñas y recupera la costumbre de que solo sea una persona el que suba a poner el pañuelo. Coge el relevo a Belén Martínez y María Domingo, de la peña Los que Faltaban, que subieron el año pasado, mientras que otros dos socios de esta peña subieron a quitarlo el lunes.
Horas antes de subir al Torico, Juan Miguel Nácher aseguraba estar tranquilo. Esta semana hicieron un ensayo para ver medidas y disposiciones, una vez tapada la fuente con los tableros donde se apoyará la columna humana que rodeará al pilar del Torico. “Hasta que no estás ahí no sabes cómo te puedes enganchar o no para ir subiendo”, contó, “y por eso hicimos el ensayo”.
Aunque ya pudo comprobar las primeras sensaciones en esta prueba que se hizo por la noche. Este sábado, con miles de personas mirándolo, será distinto. “Cuando esté arriba no sé de quien me voy a acordar, ya veré llegado el momento con la euforia de la gente y, sobre todo, con los compañeros que estarán ahí aupándome, la familia, los amigos y todo el mundo que me ha apoyado y me ha dado ánimos” opinó.
Patricia Nácher, por su parte, explicó que está viviendo estos días con intensidad porque les requieren en muchos actos: “La Vaquilla es intensa y durante la semana de ferias casi no entramos en casa”, dijo. Si eso se tiene que compaginar, como es su caso, con el horario laboral “es una locura”.
La peña ha hecho camisetas alusivas a que va a poner el pañuelo y escudos conmemorativos que han remplazado el tradicional toro ensogado del escudo por otro cuya imagen es la del Torico en su pedestal. También en el pañuelo de hierbas característico de esta peña, que han repartido entre sus socios aparece el escudo conmemorativo.
Mientras llega tan esperado momento, la ciudad tiene todo preparado ya para vivir los días más intensos del año y la fiesta está en la calle. La alcaldesa, Emma Buj, reconocía que la Vaquilla “es una fiesta que tiene mucha intendencia y mucho preparativo”.
Detrás hay muchas horas de preparativos para estos días grandes, aunque con varias jornadas de entrenamiento, con conciertos, actividades para públicos de todas las edades y desde el viernes la música ya en los locales de las peñas. “Esta todo preparado para que los turolenses puedan estar en la calle, bailar, abrazarnos y vivir esos momentos de reencuentro que siempre tenemos con los amigos y acoger a miles y miles de visitantes y que la Vaquilla transcurra con total normalidad y con la alegría que nos caracteriza”, manifestó.
Por su parte, la presidenta de Interpeñas, Ana Macipe explicó que en las peñas está ya todo listo para vivir estas intensas jornadas. Cada vez las fiestas comienzan antes en los locales y el viernes, desde las seis de la tarde ya había fiestas en los locales, después de haberse hecho las pruebas de sonido desde primera hora de la tarde.
Veinte peñas tienen sus locales abiertos, la mayoría con al instalación de carpas, y la número 21 sería la peña El Agüelo, que tiene su sede en el Casino, y que vuelve después de tres años sin salir, ya que el año pasado, aunque sí que hubo Vaquilla, prefirió no estar en la calle, debido a las restricciones por la covid.
Las peñas son de acceso libre y en ellas se puede encontrar hasta la madrugada del lunes al martes una amplia oferta musical. Orquestas, discomóviles, tributos, grupos en directo de la mañana a la noche. No puede faltar las charangas que recorrerán las calles desde el mediodía de hoy hasta la medianoche del lunes. Esto está abierto al público en general de forma gratuita pero además los socios de las peñas comen y cenan en sus locales, en restaurantes o sitios habilitados desde esta noche y hasta el lunes por la noche.
Los socios han pagado una media de entre 130 y 150 euros según la peña y la modalidad de pago y con precios reducidos para los niños, porque si algo distingue a esta fiesta es que está pensada para todos los públicos y para vivirla tanto de día como de noche.
Este año ha costado traer conciertos y grupos a la ciudad porque los precios se han disparado. “Ha costado pero al final se ha conseguido traer una oferta de nivel”, consideró la presidenta de Interpeñas, que reconoció que los cachés están muy altos y “han sido complicadas las contrataciones”.
Aunque el viernes por la noche ya fueron cientos los visitantes que llegaron a la ciudad, el mayor volumen de afluencia se espera para la jornada de este sábado. Además, de las miles de personas que llegarán en vehículos particulares también se han fletado autobuses de pueblos y ciudades de provincias limítrofes que vienen a pasar el día y Renfe ha establecido un servicio especial en tren.
Los hoteles y alojamientos están prácticamente al completo en la capital y en los municipios de las comarcas próximas. Las casas de los turolenses se llenan estos días de familiares y amigos que vienen a vivir a una fiesta que se caracteriza por ser acogedora y hospitalaria.
El Ayuntamiento ha vuelto a acondicionar una zona de explanada en el barrio de San León, junto al colegio Las Viñas, que abrió el viernes sus puertas y estará hasta el domingo a las 17 horas. Hay un servicio de duchas, de 10 a 16 horas y de 17 a 21 horas hoy y mañana de 10 a 14 horas. La tarifa por persona es de 6 euros.
Para garantizar la seguridad durante esta jornada, los cuerpos y fuerzas de Seguridad del Estado, la Policía Local y la Adscrita han establecido un dispositivo especial que se ocupará de vigilar tanto el interior de la ciudad como las entradas y salidas por carretera y los medios de transporte que estos días multiplican sus movimientos.
El comisario de la Policía Nacional, Fernando Mencía, que el viernes estuvo en el acto de inauguración de la Zona Envaquíllate, animó a vivir la Vaquilla “de forma responsable”. Este cuerpo reforzará estos días su presencia en Teruel con un importante número de efectivos de la Comisaría Provincial y de brigadas especializadas de Zaragoza que se desplegarán en zonas comerciales y de mayor afluencia de público, para prevenir actos delictivos.
La Guardia Civil, por su parte, se ocupa de vigilar las carreteras con refuerzos tanto en las nacionales y en otras vías para reducir la accidentabilidad. Igualmente, se encargan de controlar el uso de artefactos pirotécnicos y del control de la venta de tabaco y alcohol. En total unos 150 agentes se activan estos días.
A todos ellos hay que sumar la totalidad de la plantilla de la Policía Local, seguridad privada voluntarios de Protección Civil, Cruz Roja, sanitarios y bomberos que este fin de semana trabajarán para el buen desarrollo de la fiesta.
Si la puesta del pañuelo es el momento más multitudinario de la Vaquilla, los de la mañana del sábado se encuentran entre los más tradicionales y entrañables. Tras la Salve, en el salón de plenos del ayuntamiento, se nombrará Vaquillero del Año por parte de Interpeñas a Antonio Esteban Sánchez, de la peña Los Marinos, y a continuación se hará la subasta de palcos, una venta que todavía se hace en pesetas y en la que se puja por los palcos para la tradicional merienda del domingo por la tarde en la plaza de toros donde se exhibe las reses que el lunes correrán por las calles del Centro Histórico.
Por la tarde, a las 16:30 se cumplirá con otra de las tradiciones más arraigadas, el toque del Campanico, para llamar a participar en la fiesta. En el balcón consistorial estará la alcaldesa, la presidenta de Interpeñas, los mantenedores de las Fiestas del Ángel, que es Atadi, y el Vaquillero del Año. Además, Juan Nácher Pedregal, presidente de los Bohemios, recogerá el pañuelo de manos de la alcaldesa, para que los integrantes de la peña lo hagan llegar hasta los pies de la fuente del Torico donde estará su hijo para comenzar el ascenso por la columna y desatar la locura. Una locura compartida.
Este año Cruz Roja ha incrementado su atención durante las Fiestas del Ángel en diversos actos. El operativo dio comienzo el viernes 30 de junio, con atención en las tracas de inicio de fiestas, así como en los conciertos y otros actos como la merienda de la Tercera Edad, el recital de jotas o los fuegos artificiales. Además de los mayores esfuerzos que son ofrecidos en el puesto de primeros auxilios instalado, como años anteriores, junto a la estación de autobuses dan cobertura a los actos taurinos de los ensogados y las vaquillas de la plaza de toros.
Este año se prolonga la atención sanitaria en la madrugada del lunes al martes, al ampliarse de 3 de la mañana a 6, con la voluntad de dar cobertura a posibles atenciones que puedan darse en esta franja horaria. El operativo puede llevarse a cabo gracias a la gran respuesta de los voluntarios de Cruz Roja a nivel nacional, que se suma al esfuerzo de organización del equipo de voluntarios de Teruel. Desde la organización agradecen la gran acogida que ha tenido la convocatoria, que ha permitido contar en el operativo con un 20% más de voluntarios que en 2022, lo que posibilitará ofrecer una mejor atención a todos aquellos usuarios que lo precisen.
No es el primer Nácher que sube a acariciar la emblemática figura. Ya lo hizo su padre en el año 2002 y tampoco será el último porque también lo hará su hermana Patricia, este lunes a las doce de la noche para retirar el pañuelo poniendo así fin a una Vaquilla que va a ser muy especial para ellos y para toda su peña. Es la tercera vez que Los Bohemios cumple con una tradición que oficialmente comenzó a contar en 1982.
Juan Miguel Nácher es miembro de la junta directiva de Los Bohemios y de Interpeñas y recupera la costumbre de que solo sea una persona el que suba a poner el pañuelo. Coge el relevo a Belén Martínez y María Domingo, de la peña Los que Faltaban, que subieron el año pasado, mientras que otros dos socios de esta peña subieron a quitarlo el lunes.
Horas antes de subir al Torico, Juan Miguel Nácher aseguraba estar tranquilo. Esta semana hicieron un ensayo para ver medidas y disposiciones, una vez tapada la fuente con los tableros donde se apoyará la columna humana que rodeará al pilar del Torico. “Hasta que no estás ahí no sabes cómo te puedes enganchar o no para ir subiendo”, contó, “y por eso hicimos el ensayo”.
Aunque ya pudo comprobar las primeras sensaciones en esta prueba que se hizo por la noche. Este sábado, con miles de personas mirándolo, será distinto. “Cuando esté arriba no sé de quien me voy a acordar, ya veré llegado el momento con la euforia de la gente y, sobre todo, con los compañeros que estarán ahí aupándome, la familia, los amigos y todo el mundo que me ha apoyado y me ha dado ánimos” opinó.
Patricia Nácher, por su parte, explicó que está viviendo estos días con intensidad porque les requieren en muchos actos: “La Vaquilla es intensa y durante la semana de ferias casi no entramos en casa”, dijo. Si eso se tiene que compaginar, como es su caso, con el horario laboral “es una locura”.
La peña ha hecho camisetas alusivas a que va a poner el pañuelo y escudos conmemorativos que han remplazado el tradicional toro ensogado del escudo por otro cuya imagen es la del Torico en su pedestal. También en el pañuelo de hierbas característico de esta peña, que han repartido entre sus socios aparece el escudo conmemorativo.
Mientras llega tan esperado momento, la ciudad tiene todo preparado ya para vivir los días más intensos del año y la fiesta está en la calle. La alcaldesa, Emma Buj, reconocía que la Vaquilla “es una fiesta que tiene mucha intendencia y mucho preparativo”.
Detrás hay muchas horas de preparativos para estos días grandes, aunque con varias jornadas de entrenamiento, con conciertos, actividades para públicos de todas las edades y desde el viernes la música ya en los locales de las peñas. “Esta todo preparado para que los turolenses puedan estar en la calle, bailar, abrazarnos y vivir esos momentos de reencuentro que siempre tenemos con los amigos y acoger a miles y miles de visitantes y que la Vaquilla transcurra con total normalidad y con la alegría que nos caracteriza”, manifestó.
Por su parte, la presidenta de Interpeñas, Ana Macipe explicó que en las peñas está ya todo listo para vivir estas intensas jornadas. Cada vez las fiestas comienzan antes en los locales y el viernes, desde las seis de la tarde ya había fiestas en los locales, después de haberse hecho las pruebas de sonido desde primera hora de la tarde.
Veinte peñas tienen sus locales abiertos, la mayoría con al instalación de carpas, y la número 21 sería la peña El Agüelo, que tiene su sede en el Casino, y que vuelve después de tres años sin salir, ya que el año pasado, aunque sí que hubo Vaquilla, prefirió no estar en la calle, debido a las restricciones por la covid.
Las peñas son de acceso libre y en ellas se puede encontrar hasta la madrugada del lunes al martes una amplia oferta musical. Orquestas, discomóviles, tributos, grupos en directo de la mañana a la noche. No puede faltar las charangas que recorrerán las calles desde el mediodía de hoy hasta la medianoche del lunes. Esto está abierto al público en general de forma gratuita pero además los socios de las peñas comen y cenan en sus locales, en restaurantes o sitios habilitados desde esta noche y hasta el lunes por la noche.
Los socios han pagado una media de entre 130 y 150 euros según la peña y la modalidad de pago y con precios reducidos para los niños, porque si algo distingue a esta fiesta es que está pensada para todos los públicos y para vivirla tanto de día como de noche.
Este año ha costado traer conciertos y grupos a la ciudad porque los precios se han disparado. “Ha costado pero al final se ha conseguido traer una oferta de nivel”, consideró la presidenta de Interpeñas, que reconoció que los cachés están muy altos y “han sido complicadas las contrataciones”.
Zona de acampada
Aunque el viernes por la noche ya fueron cientos los visitantes que llegaron a la ciudad, el mayor volumen de afluencia se espera para la jornada de este sábado. Además, de las miles de personas que llegarán en vehículos particulares también se han fletado autobuses de pueblos y ciudades de provincias limítrofes que vienen a pasar el día y Renfe ha establecido un servicio especial en tren.
Los hoteles y alojamientos están prácticamente al completo en la capital y en los municipios de las comarcas próximas. Las casas de los turolenses se llenan estos días de familiares y amigos que vienen a vivir a una fiesta que se caracteriza por ser acogedora y hospitalaria.
El Ayuntamiento ha vuelto a acondicionar una zona de explanada en el barrio de San León, junto al colegio Las Viñas, que abrió el viernes sus puertas y estará hasta el domingo a las 17 horas. Hay un servicio de duchas, de 10 a 16 horas y de 17 a 21 horas hoy y mañana de 10 a 14 horas. La tarifa por persona es de 6 euros.
Dispositivo especial
Para garantizar la seguridad durante esta jornada, los cuerpos y fuerzas de Seguridad del Estado, la Policía Local y la Adscrita han establecido un dispositivo especial que se ocupará de vigilar tanto el interior de la ciudad como las entradas y salidas por carretera y los medios de transporte que estos días multiplican sus movimientos.
El comisario de la Policía Nacional, Fernando Mencía, que el viernes estuvo en el acto de inauguración de la Zona Envaquíllate, animó a vivir la Vaquilla “de forma responsable”. Este cuerpo reforzará estos días su presencia en Teruel con un importante número de efectivos de la Comisaría Provincial y de brigadas especializadas de Zaragoza que se desplegarán en zonas comerciales y de mayor afluencia de público, para prevenir actos delictivos.
La Guardia Civil, por su parte, se ocupa de vigilar las carreteras con refuerzos tanto en las nacionales y en otras vías para reducir la accidentabilidad. Igualmente, se encargan de controlar el uso de artefactos pirotécnicos y del control de la venta de tabaco y alcohol. En total unos 150 agentes se activan estos días.
A todos ellos hay que sumar la totalidad de la plantilla de la Policía Local, seguridad privada voluntarios de Protección Civil, Cruz Roja, sanitarios y bomberos que este fin de semana trabajarán para el buen desarrollo de la fiesta.
Actos tradicionales
Si la puesta del pañuelo es el momento más multitudinario de la Vaquilla, los de la mañana del sábado se encuentran entre los más tradicionales y entrañables. Tras la Salve, en el salón de plenos del ayuntamiento, se nombrará Vaquillero del Año por parte de Interpeñas a Antonio Esteban Sánchez, de la peña Los Marinos, y a continuación se hará la subasta de palcos, una venta que todavía se hace en pesetas y en la que se puja por los palcos para la tradicional merienda del domingo por la tarde en la plaza de toros donde se exhibe las reses que el lunes correrán por las calles del Centro Histórico.
Por la tarde, a las 16:30 se cumplirá con otra de las tradiciones más arraigadas, el toque del Campanico, para llamar a participar en la fiesta. En el balcón consistorial estará la alcaldesa, la presidenta de Interpeñas, los mantenedores de las Fiestas del Ángel, que es Atadi, y el Vaquillero del Año. Además, Juan Nácher Pedregal, presidente de los Bohemios, recogerá el pañuelo de manos de la alcaldesa, para que los integrantes de la peña lo hagan llegar hasta los pies de la fuente del Torico donde estará su hijo para comenzar el ascenso por la columna y desatar la locura. Una locura compartida.
Refuerzo del dispositivo de Cruz Roja
Este año Cruz Roja ha incrementado su atención durante las Fiestas del Ángel en diversos actos. El operativo dio comienzo el viernes 30 de junio, con atención en las tracas de inicio de fiestas, así como en los conciertos y otros actos como la merienda de la Tercera Edad, el recital de jotas o los fuegos artificiales. Además de los mayores esfuerzos que son ofrecidos en el puesto de primeros auxilios instalado, como años anteriores, junto a la estación de autobuses dan cobertura a los actos taurinos de los ensogados y las vaquillas de la plaza de toros.
Este año se prolonga la atención sanitaria en la madrugada del lunes al martes, al ampliarse de 3 de la mañana a 6, con la voluntad de dar cobertura a posibles atenciones que puedan darse en esta franja horaria. El operativo puede llevarse a cabo gracias a la gran respuesta de los voluntarios de Cruz Roja a nivel nacional, que se suma al esfuerzo de organización del equipo de voluntarios de Teruel. Desde la organización agradecen la gran acogida que ha tenido la convocatoria, que ha permitido contar en el operativo con un 20% más de voluntarios que en 2022, lo que posibilitará ofrecer una mejor atención a todos aquellos usuarios que lo precisen.
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