El Torico se viste de fiesta en una puesta del pañuelo que se convierte en ‘hereditaria’ en Los Bohemios

La pasión vaquillera se desborda y cada vez la fiesta en la calle arranca antes, pero la puesta del pañuelo al Torico el sábado por la tarde sigue siendo el ritual que embarga de emoción a turolenses y visitantes y se convierte en la cita que nadie quiere perderse. Juan Miguel Nácher y la peña de Los Bohemios fueron los protagonistas de un acto que hizo vibrar la plaza más céntrica de la capital y, con el símbolo de la ciudad ya vestido de rojo, la celebración continuó por todo el Centro Histórico.

Los vaquilleros comenzaron a llegar a la plaza del Torico sobre las tres de la tarde, casi dos horas antes del horario previsto para el acto. En una sofocante jornada con una temperatura que superaba en esos momentos los 32 grados se hacía más necesario que nunca animar a quienes seguían el acto desde los balcones a que les echaran agua. Cubos y mangueras refrescaron a la gente. Además, desde los balcones llovían también otras cosas: camisetas vaquilleras y balones playeros. Mientras que las ropas blancas poco a poco se iban transformando y el color rojo vino teñía la plaza.

La pancarta de Los Bohemios también estuvo desde las primeras horas de la tarde colocada ya junto a la fuente con los peñistas preparados para convertirse en la columna humana que permitirá alcanzar el Torico.

La espera fue divertida con todo el mundo cantando y bailando salpicándose con ponche y más aún cuando poco a poco fueron llegando las peñas con sus charangas.

La novedad este año fue el cordón que cerró la calle Amantes para facilitar el traslado del pañuelo desde el Ayuntamiento al Torico. A ambos lados de la vía se colocaron policías y las pancartas de Los Marinos, que será el próximo año la peña encargada de la puesta del pañuelo. Precisamente, esta era una reivindicación que ya había planteado el presidente de Los Bohemios el año pasado, Juan Nácher, como él mismo recordó, cuando era presidente de Interpeñas, y que se ha logrado ahora, puesto que debido a la gran afluencia de público a este acto había muchas dificultades para pasar.

De esta forma, la llegada del pañuelo bordado con las palabras Fiestas del Ángel Los Bohemios 2023 y el escudo de la peña, que también tiene un toro, fue más rápido que nunca y antes de las 16.45 horas, la hora prevista, ya vestía de rojo el símbolo de la ciudad.

El encargado de entregar la prenda vaquillera era Juan Nácher, padre de Juan Miguel que también colocó el pañuelo al Torico hace 21 años y es ahora presidente de Los Bohemios. Estuvo acompañado por José Miguel Garijo y Jorge Murciano y también hizo el recorrido junto a ellos su nieto Marcos.

En cuanto Juan Miguel Nácher recibió el pañuelo, trepó rápidamente con la ayuda de sus compañeros y en ese momento el ánimo de la multitud estalló en una gran ola de alegría. El vaquillero de Los Bohemios colocó en el cuello del Torico el pañuelo rojo, saludó a toda la plaza y bajó en unos pocos minutos.

Juan Miguel puso el pañuelo en solitario, algo que no ocurría desde 2012 ya que a partir de 2013 el privilegio de vestir al Torico de vaquillero ha sido compartido por parejas.

Momentos después, ya en el suelo junto a la fuente, Juan Miguel Nácher aseguró que había vivido la experiencia con mucha ilusión. “Tenía ya ganas de que llegara y cuando estás ahí junto al Torico la sensación que te embarga es impresionante, subir allí arriba y ver tanta gente mirándote y esperándote es impresionante”, afirmó muy emocionado.

Asimismo, Nácher resaltó que había subido muy rápido porque le habían ayudado mucho sus compañeros y porque la gente llevaba mucho tiempo en la plaza y tenía que ser así, aunque con los nervios sintió que había subido peor que en el último ensayo.

“En el momento de poner el pañuelo he pensado en todos los compañeros que estaban aquí, en la familia, en los amigos y en toda la gente que me estaban mirando y animando”, comentó el vaquillero.

La plaza del Torico poco a poco se fue despejando. Las charangas llenaron de ritmo todos los rincones de la ciudad, muchas de ellas acompañando a los peñistas a la plaza de toros para asistir al festejo taurino y otras por el Centro Histórico. También la música se escuchaba en los locales de las peñas para continuar con la fiesta que no parará hasta el lunes. Las fuentes fueron otro punto de encuentro, donde aquellos empapados de ponche trataban de asearse un poco. La familia Nácher continuará protagonizando la programación festiva y es que Patricia, la hermana de Juan Miguel, será la encargada de retirar el pañuelo el lunes a media noche y cuando baje de la columna se lo entregará a su hijo Marcos, de 14 años, que lo llevará hasta el Ayuntamiento.