El trazado ferroviario se alejará de El Poyo del Cid por el este y se sorteará el río con un viaducto

El trazado del futuro Corredor Cantábrico-Mediterráneo de altas prestaciones se alejará de El Poyo del Cid y del río Jiloca por el este para evitar afecciones tanto a la localidad como al cauce fluvial, después de que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana haya atendido las múltiples alegaciones que se presentaron el año pasado cuando salió a información pública el estudio informativo del tramo Teruel-Zaragoza de esta infraestructura ferroviaria.

Es una de las principales modificaciones que recogen los trazados alternativas planteados ahora por el ministerio y que han salido a información pública al constituir variaciones sobre las propuestas iniciales hechas el año pasado.

El trazado propuesto en el Estudio Informativo pasaba muy cerca del casco urbano de El Poyo del Cid, además de discurrir en paralelo al río Jiloca, lo que provocaba un fuerte impacto visual en la vega, tal como puede verse en la ilustración inferior derecha que acompaña a esta información.

Las propuestas complementarias que sacó a información pública el Mitma a finales de la semana pasada corrigen esa afección tras las numerosas alegaciones que se presentaron tanto de las instituciones como por particulares.

Propuesta alternativa

En la propuesta alternativa, el trazado se orienta más al este,más cerca de por donde discurre la actual línea ferroviaria, alejándose así del casco urbano de El Poyo del Cid y de la vega del río, tal como puede apreciarse en la imagen superior derecha, tomada del documento que ha hecho público el ministerio con la alternativa planteada ahora.

El nuevo trazado requerirá un paso inferior de la carretera en el punto kilométrico 7,460 de este tramo y la construcción de un viaducto sobre el río Jiloca de 205 metros entre los puntos kilométricos 6,260 y 6,465. En la propuesta anterior del Mitma, la alternativa elegida, la 4.2, evitaba cruzar el río pero en cambio discurría de forma paralela al mismo durante un gran recorrido, constituyendo una barrera entre El Poyo del Cid y la vega del Jiloca.
 

En el documento hecho público ahora por el ministerio se reconocen las afecciones que ese trazado hubiese provocado junto al “efecto barrera” que habría supuesto.  En la nueva propuesta, el estudio informativo plantea dos alternativas, que son prácticamente similares y cuya decisión final se tomará tras el resultado del nuevo trámite de información pública.

La alternativa que tiene mejor puntuación, la 4.3, tiene una longitud en todo el tramo de 15,88 kilómetros y rodea Calamocha por el este. Según el estudio informativo, el trazado duplica la línea ferroviaria actual por la margen derecha entre los puntos kilométricos 10,413 y 12,643, y se prevé la ubicación de los apeaderos de Calamocha-Nueva y de Navarrete del Río, además de proyectarse el viaducto sobre el río Jiloca de 205 metros de longitud, una estructura bajo los ramales de enlace con la A-23, una estructura bajo la A-23, un viaducto sobre el río Pancrudo y arroyo Ramblar, otro sobre el Barranco de Cuencabuena y la A-23, y un túnel de 650 metros de longitud.

La propuesta complementaria de trazado conlleva una reducción del impacto visual de la estructura de cruce de la autovía A-23 a la altura de Lechago, así como una ligera modificación en el tramo 5 para poder mantener el apeadero de Cuencabuena, además de una modificación en el tramo 10 en Zaragoza.

Fuerte impacto

En las alegaciones que el Mitma recibió a principios del año pasado cuando el estudio informativo con los trazados del ferrocarril propuestos salió a información pública, se presentaron numerosas quejas al documento inicial por parte de instituciones y particulares debido al impacto que la propuesta seleccionada suponía para las pedanías de El Poyo del Cid y Lechago en Calamocha. El Ayuntamiento de este municipio advirtió en sus alegaciones la cercanía de viviendas al trazado que se planteaba en El Poyo del Cid, además de mostrar su oposición por las afecciones ambientales tanto a la vega del Jiloca como al Camino Natural de la Vía Verde Santander-Mediterráneo, además de alertar del riesgo de afección de acuíferos al discurrir tan cerca del río.

El Departamento de Vertebración del Territorio y la Comarca del Jiloca también alegaron por los mismos motivos, mientras que la Asociación Cultural Mío Cid alegó igualmente el “impacto al medio social” por la afección de carácter acústico y vibratorio que El Poyo del Cid iba a tener. También alertaron de la afección en la fauna de la ribera y el impacto visual de la infraestructura.