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Diputación, Obispado e Ibercaja reeditan el convenio para la conservación de 16 templos Diputación, Obispado e Ibercaja reeditan el convenio para la conservación de 16 templos
Trabajos de reparación del tejado en la iglesia de la Asunción de Nuestra Señora, en Frías de Albarracín, en los que se invirtieron 24.000 euros

Diputación, Obispado e Ibercaja reeditan el convenio para la conservación de 16 templos

La inversión global asciende a 238.000 euros, de los que 150.000 serán aportados por la DPT
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José Luis Rubio

La Diputación de Teruel, la Fundación Ibercaja y el Obispado de Teruel firmaron este martes el convenio con el que financiar actuaciones de urgencia en hasta 16 templos de la provincia. La inversión contemplada en el convenio asciende a 238.000 euros, de los que 150.000 serán aportados por la institución provincial, 73.000 por el Obispado y 15.000 por la entidad de crédito.

El convenio correspondiente a 2024 para la conservación del patrimonio inmobiliario de la Iglesia se firmó a tres semanas de que expirase el año para poder ajustarse al nuevo marco de de Racionalización de la Administración por el que no se pueden destinar fondos de un ejercicio al siguiente.

Además de las 16 obras que ya están concluidas y que son objeto del convenio, la Diócesis continúa trabajando en otras que por no estar concluidas todavía no pueden ser objeto de la aportación provincial y que supondrán la inversión de algo más de 132.000 euros a las arcas del Obispado hasta completar una inversión total de 370.000 euros.

El presidente provincial destacó el carácter popular de los templos. Joaquín Juste afirmó que “las iglesias son de los ayuntamientos, son de los municipios, son de la gente que vive en el territorio” y valoró que se trata de un “patrimonio extraordinario y muy abundante”. El presidente de la DPT insistió, además, en el papel dinamizador de la economía de estos templos que en muchos casos es “el único patrimonio que tienen los ayuntamientos, los municipios” y defendió que “ es una obligación de todos mantener y cuidarlo”.

El obispo, José Antonio Satué, añadió que a la complejidad de la conservación del patrimonio se suma “la dificultad para ejecutar y justificar en los plazos correspondientes cada una de las obras. No obstante, a pesar de eso, los convenios siguen adelante y hay muchas iglesias que poco a poco van teniendo el seguimiento y las obras que necesitan para que sigan en pie”. También señaló el religioso el encarecimiento de los trabajos a realizar como otro de los desafíos que afronta la Diócesis. De este modo, el obispo agradeció a la Diputación de Teruel y también a Ibercaja y a los ayuntamientos y asociaciones su “tiempo” y su “contribución económica”.

El obispo de la Diócesis de Teruel y Albarracín aseguró, tras la firma del convenio, que “el compromiso tanto de la Diputación como de las parroquias, como de lo de Obispado, como de Ibercaja, sigue siendo el mismo, no solamente de intención, sino también a la hora de aportar dinero”.

Satué hizo hincapié en el efecto perverso que la despoblación que sufre el medio rural turolense ejerce en el mantenimiento de los templos, sobre todo en los municipios más pequeños, en los que las iglesias o las ermitas pueden pasar meses cerradas sin que nadie supervise su estado de conservación. Así, Satué señaló “algunas dificultades” que afronta el Obispado y “que no son ajenas a nadie” en referencia a “la despoblación que afecta muchísimo en el tema del patrimonio porque que haya poca gente en los pueblos o que haya pueblos que se queden sin gente supone que haya pocas o ninguna persona en algún momento que puedan vigilar el estado de edificios que requieren un seguimiento casi continuo y si hay dificultades para saber su estado pues a veces también hay más dificultades para el mantenimiento”.
 

El obispo José Antonio Satué, entre el presidente Joaquín Juste (der.) y José Luis Torán


En representación de la Fundación Ibercaja, José Luis Torán, reiteró el compromiso de la entidad de crédito resaltando su “responsabilidad social” y confirmando la continuidad de esta colaboración.

El convenio data de la década de los 90 y actualmente contempla la creación de una comisión de seguimiento integrada por cinco miembros, dos de ellos por parte del Obispado de Teruel y Albarracín, dos de la Diputación de Teruel y uno en representación de Fundación Ibercaja, cuyo cometido será el de asegurar el cumplimiento del convenio, coordinando e impulsando sus diversas actuaciones, aprobar los posibles cambios de actuaciones producidos por motivos imprevistos o de urgencia, así como resolver las posibles dudas que pudieran surgir en la interpretación del mismo.

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