Castella, Manzanares y Fernando Adrián estarán este viernes en Teruel

Ha llegado el día grande de la Feria del Ángel. La corrida de las figuras. La que, a priori, promete un espectáculo más templado, más triunfal, más torerista. Para que se dé la conjunción mágica que haga disfrutar a los tendidos, serán seis los astados, pertenecientes a dos ganaderías, los que llegarán a la plaza de la calle Granada para poner la materia prima de esta obra de arte que es el toreo. Domingo Hernández será uno de los hierros que lidiará este viernes sus animales. Llegados desde tierras charras, los animales de esta ganadería vienen de procedencia Juan Pedro Domecq Solís. El hierro, hermano de Garcigrande, tiene la antigüedad ganada desde 2017.

Fundada en 1783 por Manuel Aleas, nombre que lució hasta 1983, cuando llegó a manos de su actual propietario, en su origen, los animales que criaban eran de casta jijona, evolucionando posteriormente a Buendía. En la actualidad, desde 1993, empieza a cambiar el encaste hacia lo Domecq, eliminando en 2003 toda la sangre santacolomeña de la casa. En la actualidad, su procedencia es Juan Pedro Domecq.

A ellos se enfrentarán tres toreros de credenciales sobradas. Abrirá plaza Sebastián Castella. El de Béziers, Francia, visitó el coso turolense, por última vez, en 2012, cuando fue declarado triunfador de la feria, en un festejo que tuvo lugar con toros de El Torreón. Desde aquello, una retirada, y una reaparición. Quince festejos, en los que ha sumado veinte orejas y un rabo, es el bagaje de esta temporada hasta el momento. El francés consiguió unos números rotundos la pasada campaña. Sus cincuenta y un festejos y las sesenta y tres orejas que cortó lo elevaron hasta el tercer puesto del escalafón de matadores.

José María Manzanares ha estado aún más tiempo ausente de la Feria del Ángel. Y es que el diestro alicantino no pisaba el albero turolense desde 2010, cuando salió por la puerta grande en una corrida en la que comparecía con Miguel Ángel Perera y Manuel Jesús El Cid, con un encierro de La Martelilla.

Manzanares ha lidiado esta temporada, hasta la fecha, un total de dieciséis festejos, paseando diecisiete apéndices. La pasada temporada acabó con unos números importantes: compareció en treinta y ocho festejos cortando treinta y siete orejas.

El madrileño Fernando Adrián tendrá la difícil papeleta de sustituir a Morante de la Puebla. Un torero con números de récord, Adrián, pues ha salido treinta y cinco tardes a hombros en los cuarenta festejos que ha lidiado a lo largo de su carrera. Veintidós puertas grandes ha encadenado de manera consecutiva, tres de ellas en Madrid, donde ha caído en gracia.

La última vez que rompió el paseíllo en Teruel, Adrián no tuvo suerte. En una corrida de Los Bayones en un cartel que compartió con el turolense Sergio Cerezos y el también madrileño Gómez del Pilar, le tocó el lote con menos calidad, sin poder cortar ningún trofeo en la Feria del Ángel del 2022.

Los números de Adrián, lo hemos visto, son de escándalo. Sin embargo, no es un torero que haga temporadas con un alto volumen de corridas. La última campaña, fueron un total de quince veces las que rompió paseíllo, dos de ellas en plazas de primera categoría. Se llevó el diestro madrileño un total de cuarenta y seis orejas y cuatro rabos al esportón, siendo unos guarismos importantísimos para un matador que aún no está considerado por las empresas como figura.

En la actual temporada, lejos de los puestos de cabeza del escalafón otra vez, ha lidiado cinco festejos. Entre ellos, uno en Madrid, del que salió triunfador. Once orejas ha sido el total de apéndices ganados sobre la arena de un torero que, a priori, es sinónimo de triunfo.

Ya solo falta que suenen los clarines, y comience el espectáculo.