Me causa gran satisfacción saber que la asociación Anudi ha recibido la Medalla de plata de los Amantes del CITT por su 25º aniversario, una entidad que nació en 1996 cuando un grupo de jóvenes con diversidad funcional se agruparon con el objetivo de acompañar y prestar servicio a las familias y a las personas que tienen alguna discapacidad. Una de aquellas jóvenes era yo.
Se agolpan recuerdos en mi memoria, fueron muchos años de duro trabajo y de grandes satisfacciones. Comencé siendo la secretaria pero muy poco tiempo después me tocó asumir la presidencia, función que ejercí durante seis años. Después, fui voluntaria y parte de la junta directiva de forma intermitente hasta completar dos intensas décadas.
Cuando comenzó esta aventura tenía tan sólo 21 años y la cabeza llena de ilusiones. Quería demostrar algo que la sociedad turolense todavía no veía: las personas como yo podemos aportar mucho y tenemos los mismos derechos que los demás. Lidiamos muchas batallas, conocimos a unos cuantos representantes públicos, algunos asumieron su responsabilidad y otros no tanto, conseguimos algunas metas y otras quedaron en el camino. Por aquel entonces nos centramos en la accesibilidad y el empleo, hoy en día el objetivo está en las terapias y el acompañamiento a las familias. Da igual dónde se quiera incidir, lo importante es que hemos conseguido dar visibilidad a un colectivo que andaba un tanto escondido en los albores del siglo XXI.
Mantener una asociación de este tipo es difícil y pronto me di cuenta que es una carrera de fondo y de relevos. Me siento muy orgullosa de decir que todas las personas que han asumido la responsabilidad en ella han luchado con uñas y dientes por continuar nuestro legado, y han sabido adaptarse en cada momento a nuestras circunstancias y necesidades. Hoy puedo decir satisfecha que contamos con un mejor estatus del que partimos entonces y todos nosotros hemos puesto un granito de arena para ello.
Solo me queda dar la enhorabuena a esta hija mía que con tanta dignidad se ha emancipado y agradecer de corazón a todos los que trabajan o han trabajado por conseguir sus fines y mantenerla en la primera línea de la representación social de Teruel.
