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¿Sabías que Madrid fue capital de Armenia? ¿Sabías que Madrid fue capital de Armenia?
Estatua de León V

¿Sabías que Madrid fue capital de Armenia?

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Javier Sanz

Aunque no oficialmente, oficiosamente se podía considerar la capital de un reino a la población donde se establecía la Corte. De esta forma, se podría considerar a Madrid la capital de España desde 1561 cuando Felipe II estableció allí su Corte. Eso sí, con un paréntesis de cinco años (1601-1606) en los que el duque de Lerma, valido del rey Felipe III, trasladó la Corte a Valladolid en uno de los casos de corrupción urbanística más importante de la historia (en breve hablaremos de este tema). Pues antes de ser capital de España, Madrid lo fue de la Pequeña Armenia… allá por el siglo XIV.

El reino armenio de Cilicia (también conocido como Armenia menor o Pequeña Armenia), al sur de la actual Turquía, fue un reino formado en la Edad Media por refugiados armenios que huyeron de la invasión selyúcida de Armenia. El país fue independiente de 1078 a 1375. La Pequeña Armenia se convirtió en un importante y poderoso aliado de los cruzados europeos y se consideraba a sí mismo como el bastión de la cristiandad en Oriente. Actuó también como foco de la cultura y nacionalismo armenios, ya que la Gran Armenia, al pie del Cáucaso, estaba ocupada por los turcos.

Durante dos siglos mantuvo su independencia gracias al apoyo de los cruzados, pero desde finales del XIII tuvieron que defenderse ellos solos del ataque de los infieles, hasta que en 1375 los mamelucos egipcios invadieron la Pequeña Armenia y su rey, León V, fue capturado y llevado a el Cairo. Teniendo en su poder un rey cristiano, los mamelucos se frotaban las manos con el rescate. León estuvo siete años enviando cartas lacrimógenas y súplicas a los diferentes reinos de la cristiandad para que afrontasen el rescate que, lógicamente, no era moco de pavo. Hasta que llegó Juan I, rey de Castilla y más chulo que un ocho, que sacó la chequera y extendió un talón al portador para liberar a su colega y correligionario -durante siglos hemos sido los adalides de la cristiandad… y en la de líos que nos hemos metido por ello-. Ya liberado, León decidió viajar a Castilla para agradecer el gesto. Además, y ya puestos, siguió pidiendo, en este caso apoyo para recuperar el reino perdido. Aunque al rey de Castilla le habría gustado poder satisfacer sus peticiones, no pudo ser. Aún así, y para que siguiese «ejerciendo de rey» lo nombró señor de Madrid, Andújar y Villareal (la actual Ciudad Real) y le concedió una renta anual de 150.000 maravedíes. A León le gustó tanto Madrid que se estableció allí y convirtió Madrid en la capital de la Pequeña Armenia.

Al pueblo y a los nobles no les hacía gracia aquello de dejar de pertenecer a Castilla para pasar a formar parte de un reino perdido, además de convertirse en súbditos de un rey extranjero. Ante las protestas, Juan I pensó que igual se había pasado de generoso y le obligó a firmar una cláusula que prohibía la venta o cesión de los señoríos y vinculaba su donación temporal a su propio reinado, de tal forma que, con su muerte, los señoríos volverían a ser castellanos. Trató de ganarse a los madrileños manteniendo sus privilegios e incluso bajando los impuestos, pero sabiendo que sus posesiones no podrían ser transmitidas a sus herederos y que con su muerte acabaría su aventura regia, inició una gira europea para solicitar apoyos a otros reyes para recuperar Pequeña Armenia

En París, Carlos VI de Francia sólo tuvo buenas palabras… bueno, además de un castillo en Saint-Ouen y unas rentas para los gastos del castillo que sumó a las que seguía percibiendo de Castilla. Desde su retiró francés, siguió tanteando otras monarquías sin conseguir nada. El 29 de noviembre de 1393, León V de Pequeña Armenia y señor de Madrid fallecía en París. Sus restos fueron enterrados en la basílica de Saint-Denis (París)… a la espera de que alguien lo lleve a su reino perdido.

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