Parece que tenga fijación, pero cuando un proyecto político te ilusiona en su nacimiento, el golpe es más fuerte cuando llegan las decepciones. No seremos pocos los turolenses que hemos alucinado con el nombramiento de Nieves Sánchez, la mujer de Tomás Guitarte, como jefa de gabinete de la vicepresidenta primera de la Diputación Provincial de Teruel, también en manos de Teruel Existe. El sueldo, 42.277 euros anuales, es lo de menos. Lo que me cabrea es ver cómo una plataforma, en la que tantas expectativas habíamos puesto muchos, acaba haciendo lo de siempre.
Reza el proverbio que “la mujer del César, además de ser honesta, debe parecerlo”. Y en este caso, el César Guitarte ha decidido que su Pompeya Sánchez, ostente un cargo de confianza, elegido a dedo, de “especial dedicación” y que supongo no podrá compatibilizar con la gerencia de Arquilab, el despacho de arquitectura que posee en Valencia. Para ser justos no ha sido el líder de TE el que la ha colocado ahí, al menos oficialmente.
Se encargaba la propia vicepresidenta primera de la DPT, Beatríz Martín (TE), de desmentir que haya optado por Nieves Sánchez "por ser la mujer de..." sino por su “valía” y por llevar implicada en el proyecto político de Teruel Existe desde hace “bastante tiempo”. Añadía además que su recién nombrada jefa de gabinete "ha trabajado en distintas comarcas de la provincia y que conoce a alcaldes a través de su trabajo". ¡Ya me quedo más tranquilo! ¡Por un momento pensaba que la había fichado para reformarle el despacho!
Como era de esperar, la Ejecutiva del partido turolense salía a toda prisa para aclarar -vía nota de prensa- que el nombramiento era decisión suya (¡ah, caramba!). Y que basa su decisión en “su capacidad, formación, experiencia y trabajo para desempeñar este cargo de una forma efectiva y eficiente, actitudes y aptitudes que no deberían serle negadas por ser mujer de alguien".
No dudo que Sánchez sea una persona capacitada para el cargo pero, ¿qué quieren que les diga? ¿De verdad no hay nadie más en la agrupación política que pueda ostentar ese puesto evitando que pensemos que ha sido un dedazo en toda regla? ¿De todos los posibles candidatos la mejor es la -y perdón por el micromachismo- señora de Guitarte?
Si es así, mal vamos. De verdad. Primero porque demuestra que la cantera de Teruel Existe adolece de personas plenamente cualificadas (y dedicadas) para ejercer según qué cargos. Y segundo, porque demuestran tener una nula visión del efecto que provocará colocar a Nieves Sánchez en un puesto a dedo entre su cada vez más menguante electorado. Al final, de las promesas e ilusiones de hace cinco años nos quedamos con decepciones y un amargo tufillo al ¿qué hay de lo mío? en su versión más familiar.
Sobre el futuro del negocio de los Guitarte-Sánchez, era la propia nueva vicepresidenta primera de la DPT la que aseguraba que el hijo de su nueva jefa de gabinete se iba a hacer cargo del despacho. Al parecer acaba de terminar la carrera de arquitectura y asumirá responsabilidades en la dirección de la empresa familiar. Pero, ¿qué pinta esta señora dando explicaciones sobre la organización del despacho de arquitectos de su nueva mano derecha? ¿Y alguien se cree que un recién licenciado asumirá sin ayuda de su propia madre la dirección de una empresa que, entre otros proyectos, debe gestionar las obras del nuevo hospital de Teruel?
Hay veces que creo que algunos políticos creen que somos idiotas. Que hagan lo que hagan tragaremos con sus disparatadas justificaciones. Está claro que no es así, sólo hay que ver lo que le ha pasado a TE en las elecciones autonómicas y nacionales. Hasta ahora, aún había alguna excusa: “Sánchez me engañó…”, “No tuvimos los apoyos…”, “La legislatura estaba muy crispada…” Pero cuando en un lugar pequeño como Teruel, donde todos nos conocemos, se enchufa a alguien a dedo en un cargo no hay justificaciones que valgan.
Que aprovechen los cuatro años que les quedan por delante para seguir chupando cargo porque de ésta no sé yo si se recuperan. Somos muchos los que hemos pasado de decir orgullosos Teruel Existe a tener que reconocer que ahora le pegaría más llamarse Teruel Coloca.