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Las trincheras del 23J Las trincheras del 23J

Las trincheras del 23J

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Javier Silvestre

Sin tiempo a digerir la mayoría absoluta de Emma Buj, la irrupción de Teruel Existe, el pinchazo del PSOE, la subida de Vox o la desaparición del resto de formaciones políticas del salón de plenos del Ayuntamiento… llega Pedro y nos invita a pasar por las urnas tan sólo dos semanas después de la Vaquilla.

Tenía yo muchas ganas de que llegasen las generales con la esperanza de poder depositar mi voto en una plataforma que representase a la denostada España vaciada. Pero ahora mismo no sé si llegan a tiempo para presentarse. Y me da la sensación de que aquella ensoñación de que las provincias olvidadas tendrán peso en el Congreso se va a quedar en eso: un simple sueño.

Es complicado que la plataforma España Vaciada (EVA) saque una buena representación porque Sánchez ya ha dado muestras de por dónde irán los tiros en la campaña. Y no duden de que la polarización que vamos a vivir hará que muchos voten tirando de hígados más que de cerebro. Echar por fin a unos… Evitar que entren los otros… Una España contra la otra España. Y los de enmedio, como siempre, en mitad de la zozobra.

Y ahí es donde se pierde una oportunidad de oro para Teruel, para Soria, para Zamora… Porque será difícil mantener la cabeza fría y apostar, ante el tsunami que se nos viene encima, por formaciones que prometan luchar por unas zonas despobladas que parecen no importar a casi nadie…

Un politólogo explicaba en televisión esta semana que uno de los grandes problemas que tiene la política en nuestro país es que los partidos no generan “ilusión” al votante. Quizás esa sea la clave para estas formaciones de la España vaciada, apostar por la ilusión de que nuestro voto vale para algo constructivo y no destructivo como suele ser habitual. Que el esfuerzo de votar en plenas vacaciones -o hacerlo por correo- es algo que va allá de desalojar a unos o evitar que lleguen los otros… 

Habrá mil ataques a la gestión que se ha hecho en la última legislatura por parte de Teruel Existe. Y no les faltará razón. Si me siguen semanalmente, sabrán que he sido de los más críticos con el injustificado servilismo de Guitarte con el Gobierno de Sánchez. Pero sigo creyendo firmemente que la única manera de reclamar nuestros derechos a nivel nacional es teniendo un peso parlamentario propio. Porque a nadie se le escapa que los diputados y senadores de PP y PSOE por la provincia de Teruel antepondrán siempre la disciplina de voto al interés real de los turolenses.

El grito de nuestra tierra quedará ahogado durante estos 50 días por los insultos ensordecedores que se lanzarán unos y otros. La batalla en las alturas jugará sus cartas para intentar polarizar el voto, barriendo todo lo que no sea el binomio “conmigo”/”contra mí”. Tratarán de meternos miedo con lo que vendrá, diciendo que los que no pensamos como ellos somos “reaccionarios” y adueñándose de la palabra democracia. Nos agitarán de nuevo el fantasma de la economía, nos dirán que la Justicia está intervenida y que España se rompe por momentos.

No son cuestiones menores las que nos jugamos como país este 23J. Es más, son vitales, diría yo. Por eso tengo un dilema interno que seguro ustedes también se plantean. ¿Apuesto por un voto en clave nacional que corresponda a lo que quiero que sea España durante los próximos cuatro años? ¿O apuesto por un voto localista que trate de arañar algo de poder en este río revuelto que se avecina? Algunos dirán que una cosa no invalida la otra… aunque con eso no estoy muy de acuerdo. Sea como sea, la respuesta no es fácil y sólo usted debe responderla antes de ir a votar. 

Estos 50 días van a ser vitales para ver qué parte de sus promesas empiezan a cumplir las diferentes formaciones políticas en Ayuntamientos, diputaciones y en la mismísima DGA. Son estas decisiones las que tocarán de cerca a los ciudadanos y las que, quizás, nos den alguna pista sobre en quién confiar mientras nos acurrucamos en una trinchera intentando salir ilesos de la batalla por la Moncloa.

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