Quizás se enfade conmigo por escribirle esta columna en vez de decírselo en persona… Pero no puedo estar más contento por el nombramiento de Alberto del Pozo como nuevo director de Contenidos y Programas de Aragón Televisión. Si bien es cierto que la cadena autonómica vuelve a echar mano de profesionales de fuera de nuestra comunidad (Alberto es sevillano), su trayectoria y su incansable trabajo avalan un fichaje que nos pilló por sorpresa a todos sus conocidos.
La nueva directora general de la Corporación Aragonesa de Radio y Televisión, Raquel Fuertes, también ha ascendido a Marta Benedí a directora de Informativos y ha puesto a Ana Jimeno de directora de Medios y Contenidos. Con este trío hay que perfeccionar la segunda televisión autonómica con más cuota de pantalla de España (por detrás de TV3).
Los tres, Alberto, Marta y Ana, tienen algo en común: vienen de abajo, del barro televisivo. Y eso ya es aval suficiente en un mundo en el que los cargos en las televisiones públicas suelen elegirse a dedo sin que el que manda tenga ni repajolera idea de cómo se edita un simple vídeo. Yo al que conozco personalmente es Alberto y nada malo puedo decir de él. Es un tipo brillante, creativo, trabajador, humilde y siempre tiene una sonrisa en la boca.
Desvelaré que cuando le tocó incorporarse esta semana a su nuevo trabajo en Zaragoza me mandó un audio en el que decía literalmente: “Que sepas que no pueden ser más majos y más maravillosos todos tus paisanos. Qué lindos son todos, de verdad, me han encantado.” Yo le advertí de la tozudez aragonesa en mi audio de vuelta y le emplacé a tomar ese café que nos debemos desde que, este verano, compartiésemos tensiones con las exclusivas sobre Daniel Sancho, cuando él dirigía Así es la vida y yo Código 10.
Ahora bien, no todo van a ser cosas buenas en esta columna (si no, no sería yo). Aragón Televisión va muy bien, pero sigue teniendo un sinfín de cosas que mejorar. La primera son los informativos. ¿Qué utilidad tiene que hagan un repaso de 10 minutos o más a la actualidad nacional e internacional en nuestra televisión autonómica? Ninguna. Es algo que no entenderé nunca como espectador. ¿Por qué me tiene que contar Aragón Televisión nada de Pere Aragonès? ¿O los juicios de Donald Trump? Sé que es el recurso fácil para llenar minutos tirando de agencias, pero me parece totalmente prescindible. Copiar el modelo informativo de TV3 es un error, porque ellos aspiran a ser la televisión nacional de Cataluña y así se lo venden a su audiencia.
En Aragón no hace falta hacerse eco de cosas que no afectan directamente a los aragoneses, para eso ya están el resto de cadenas nacionales. Ese concepto regional y de proximidad que tanto se aplica en la mayoría de la programación sigue fallando en los informativos. También espero que la carga ideológica disminuya respecto a la anterior etapa, donde se constataba que hay que estar agradecido con el político que te coloca. Y eso pesa más que la imparcialidad.
Los aragoneses que sintonizan Aragón Televisión lo hacen para ver cosas próximas; aquello que no le muestran el resto de medios de comunicación. Esa es la piedra angular de una tele autonómica como la nuestra. Ésa… y el directo. No puede ser que no se haga una cobertura integral de grandes acontecimientos como son las fiestas de San Lorenzo o nuestra Vaquilla. Pero que nos tengamos que tragar hasta las competiciones de petanca de las Fiestas del Pilar. Precisamente, hay mucha gente que quiere poder ver esos actos porque están fuera o porque, en el caso de nuestras fiestas turolenses, no pueden salir de casa.
Es compatible hacer televisión de proximidad y de calidad… eso está claro y se ha demostrado. Pero echo de menos algunos programas que no sean tan de entretenimiento y que planteen temas de actualidad que afecten a los aragoneses. Los concursos entretienen, los talents de jotas tienen su público, los reportajes recorriendo cada centímetro cuadrado de nuestra región son de agradecer… Pero una televisión pública debe abordar también y con valentía temas de actualidad, algunos de ellos espinosos, que nos afectan de lleno.
Sé que Alberto dará lo mejor de sí mismo. Y, si le dejan, nos sorprenderá con innovaciones que harán las delicias de los espectadores. Así que, pecando de favoritismo, sólo puedo desearte mucha suerte en Aragón. ¡Bienvenido, Alberto!