Mario Hinojosa, escritor turolense: "Escribir novela es un trabajo físico que requiere mucha más disciplina y orden que la poesía"

Tras seis poemarios editados, el Instituto de Estudios Turolenses y Prames acaban de coeditar la primera novela de Mario Hinojosa, Fractal (Las tres sorores). Se trata de una historia que atraviesa tres décadas de la historia de unos jóvenes turolenses a la sombra de un icono creativo como el cineasta José Antonio Maenza. El viernes 12 firmará ejemplares en la Feria del Libro de Teruel, poco antes de presentar su obra (20.30 h.)

-¿Qué cuenta en su primera novela?
-Todo gira en torno a la palabra Fractal, que le da título, como ese objeto cuya estructura se repite con la misma forma pero a diferentes grados de tamaño, pero llevado al término psicológico que estudia el comportamiento y los procesos mentales. La historia arranca en un suceso traumático que tiene lugar en un cine de Teruel, y a raíz de ese hecho medular se empieza a hilvanar una historia sobre un grupo de jóvenes que buscan respuestas sobre el cineasta icónico, maldito y misterioso que fue José Antonio Maenza. Y en ese proceso de búsqueda muestran su propia vida, su infancia, juventud y madurez, que en algunos casos es una madurez llena de carencias producto de un pasado complicado.

-¿Es una novela de trama o de personajes?
-Los personajes son quienes hacen que la novela tenga sentido. Son muy intensos, desenfrenados, rebeldes y apasionados. Lo más trascendente de la historia sucede cuando tienen 20 años, son feroces, ásperos y están sin domesticar. Son quienes hacen que la trama avance, así que quizá tengan más peso que la propia trama.

-¿En esa nómina de personajes se encuentra, de algún modo, el propio Maenza?
-No es un biopic ni nada parecido... Yo tengo cierta obsesión con este personaje, que en los años 60 o 70 era una rareza en Teruel, una especie de outsider muy atractivo. Y la historia que yo quería contar tiene y no tiene que ver con él. Maenza orbita en torno a la novela durante todo el tiempo, es una especie de figura inspiradora y totémica, pero no es un personaje como tal.

Tramo temporal

-¿En qué tramo temporal se ubica ‘Fractal’?
-La novela en sí es bastante fragmentaria y en ocasiones tiene aspecto de ser un puzzle, pero para que el lector se ubique tenemos que considerar que los personajes nacen a finales de los 70, que es cuando muere Maenza -1979-, la parte central del libro se desarrolla en torno a 1998 y su desenlace sucede sobre 2018, cuando ellos tienen unos cuarenta años.

-¿Qué tiene de autobiográfico la novela?
-Aunque ahora hay una corriente de autoficción, esto no tiene nada que ver con Vilas o Knausgard... pero lógicamente hay muchas pequeñas cosas, que se van filtrando en la novela, que tienen mucho que ver conmigo. Podemos decir que es una novela de ficción aderezada por algunas de mis vivencias.

-La novela se desarrolla en Teruel... ¿pero hasta qué punto tiene eso su importancia?
-No solo en Teruel capital, sino también en Orihuela, Oliete, Calanda, Valencia, Zaragoza, Madrid... una parte se desarrolla incluso en África, entre Gambia y Senegal. Sin dejar de ser meros escenarios, si que tienen su importancia los espacios de la novela, y mucha gente que la lea reconocerá espacios como el quiosco de Las Viñas que ya no existe, o la Cueva de las Tres Puertas.

-Su libro se lee y se escucha...
-Una de las cosas que me gustan de la novela es que caben otros géneros, y los editores y yo hemos decidido incluir un código QR que remite a una lista de música en Spotify que los personajes escuchan a lo largo del libro. Temas de Escorbuto, Metálica, Javier Álvarez, Vetusta Morla, Carolina Durante. Creo que puede ser interesante ampliar la experiencia escuchando la música a medida que aparece en la novela.

-¿Cómo ha sido la experiencia de pasar de los poemarios a la novela larga?
-Ha sido un trabajo muy riguroso, árido, con mucho trabajo de documentación y muchas horas frente al ordenador. Satisfactorio pero duro.

-¿Ha notado mucha diferencia respecto al verso o el relato?
-El relato es tener una idea y darle forma en un par de días, pero la novela requiere un trabajo previo de organización, estructuración, selección de personajes a quienes tienes que darle forma y coherencia, un enorme trabajo de corrección... No tiene absolutamente nada que ver con la poesía, que es un trabajo más caótico, que va más con mi estilo. En ese sentido me ha costado mucho tener la disciplina necesaria. Yo diría que escribir novela es un trabajo físico, que provoca un desgaste muy intenso. Pero la experiencia ha sido excelente y estoy seguro que volveré a escribir novela, aunque me daré un tiempo.