Lunes, 17 de mayo. La minifalda
Este año se cumplen las bodas de oro de La Minifalda de Manolo Escobar. El almeriense cantaba zalamero que no le gustaba que su chica enseñara cacho cuando iban a los toros. “A mi novia le he prohibido que vaya sola a la plaza, porque todos los vendedores, ¡ay!, tienen que (sic) mucha guasa”, advertía Manolo guiñando un ojo, para rematar alegando que los celos “ya me tienen medio loco”. ¡Qué poco ha cambiado la vida desde entonces! Greeicy Rendón lanzó hace no mucho la canción Minifalda, a dúo con Juanes, donde ella se pone esa minifalda que tanto le gustaba porque “él no la dejaba”, cansada “de las promesas, de esperar que un día cambiara” y, por eso, se va de fiesta ya que “la vida es corta, mucho más corta que tu minifalda”.
Leo en La Opinión de Murcia que el juzgado de guardia ha dictado una orden de protección a favor de una mujer cuyo marido le recriminó llevar un vestido demasiado corto. Ella se negó a cambiarse y él, erre que erre, le vertió por encima una caña para obligarla a ponerse otro vestuario. Ese evento fue la gota que colmó el vaso. Pero no mucho, porque ella era reticente a denunciar. Lo de esconderle el teléfono móvil, retirarle las llaves de la vivienda común o suprimir la red inalámbrica del hogar para evitar el contacto con el exterior tampoco había sido suficiente como para decir basta. Me entristece comprobar que esta murciana sigue más el modelo que destilaba Manolo que el de Greeicy. Cincuenta años y seguimos igual en ciertos aspectos.
Martes, 18 de mayo. Sí, pero aquí no
Lleida está que arde. Una plataforma formada por la asociación vecinal de Pardinyes y otras entidades cívicas del barrio han presentado más de cinco mil firmas para evitar que en unos terrenos donde estaba prevista la construcción de un asilo se vaya a edificar una residencia para albergar al personal temporero y otras personas sin techo. De nuevo, un “sí, pero aquí no”: hay que levantar una solución habitacional digna para el personal más vulnerable, pero no en nuestro solar, que luciría mucho más con abuelitas adorables en silla de ruedas mientras desde fuera se les aplaude con un arco iris gigante y el lema “todo saldrá bien”.
¡Feliz falsedad! ¡Qué bonito es mirar hacia otro lado! Con insuflar la vacuna unidosis creemos que arreglamos todo. No vamos a decirlo abiertamente, pero nos importa bien poco que esta, digamos, gentuza siga malviviendo en chabolas de autoconstrucción con materiales recogidos en vertederos.
Miércoles, 19 de mayo. El canelo
“Necesitamos una reflexión muy seria sobre todo esto, no vaya a ser que estemos haciendo el canelo en términos de impulso a determinadas formas de movilidad sin medir suficiente y sin garantizar la incidencia en sectores industriales”, ha afirmado el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, con respecto a la implantación del vehículo eléctrico. Y es que la incógnita no está tanto en la generación de la electricidad cuanto en quién posee las materias primas necesarias para fabricar las baterías para recargar los autos. El fantasma de China asusta a Occidente al hablar de esta tecnología. Tampoco queda muy claro cómo se electrificarán aviones, barcos, camiones, cementeras o acerías.
Esto es como cuando se argumenta así, de primeras, que la instalación de unas cuantas centrales nucleares sería más sostenible que la proliferación de molinos de viento y mares de placas solares. No sé, Rick. Me da que hará falta algo más de análisis. Si el uranio te lo plantifican cerca de casa, igual sueltas un “sí, pero aquí no” más grande que la isla de Mallorca. No te digo ya si te preparan un almacén temporal centralizado de residuos a dos pasos de tu cuarto de estar.
Jueves, 20 de mayo. Cambio radical
Me acabo de enterar de que Cambio Radical es el nombre de un partido de derechas colombiano. Estoy imaginándome la escena política patria con partidos como Ahora Caigo, representando al supuesto centro; Servir y Proteger, en una bancada de ultraderecha frustrada por no haber elegido Ordeno y Mando desde el principio; Viva la Vida, como escisión madrileña del Partido Popular; Al Rojo Vivo, aparentando socialdemocracia en vena; o ¡Boom!, símbolo del 15M.
El caso es que el pueblo colombiano la ha liado parda en las últimas semanas. Los alimentos faltan en algunas regiones a causa de las protestas según el Gobierno, como cuando en Venezuela desaparecía el papel de váter sin ninguna explicación. Mientras tanto, la policía se ensaña y hay quien contabiliza decenas de homicidios contra la gente de las marchas. El movimiento crítico obtiene victorias considerables, como la retirada de la privatización de la sanidad propuesta por Cambio Radical o el fracaso de la reforma tributaria. Aun así, el descontento sigue en las calles.
Viernes, 21 de mayo. En directo
No recuerdo muy bien la última vez que presencié un programa de radio con público. Hace mucho. El otro día escuché que Carles Francino venía hoy a Albarracín para hacer La Ventana de la SER y me apunté para disfrutar de la fiesta. ¡Qué tío más profesional! Es bueno hasta decir basta. Hizo un comentario bastante interesante sobre la España holgada: según él, no somos un valle de lágrimas, sino una tierra de oportunidades que, manteniendo las reivindicaciones para reequilibrar el país, se rebela por la condescendencia con la que a menudo los de fuera nos presentan: “Hay que dejar muy claro que Teruel no solo existe, sino que es un lugar para vivir”. El entregado público hemos lanzado un aplauso enfervorizado.
He descubierto hoy en Albarracín que soy ya un dinosaurio. Pensaba que la radio era pegar la oreja a un altavoz y, no, ya no es así. Una cámara de vídeo captó todo lo que vivimos allí en directo para transmitirlo a través de internet. ¿Dónde quedó la magia de imaginar lo que pasa en el estudio? Noto que se apaga el encanto del sonido y gana el brillo de las pequeñas pantallas.
Sábado, 22 de mayo. La meditadora
La cabeza que se salvó de la quema en 2020 será la falla municipal de Valencia en septiembre. El autor de la falla original, el artista urbano Escif, está enfadado. Muy enfadado. Porque lo que se plantará no es una falla. Es solo media falla. El cuerpo de la meditadora ardió con nocturnidad y alevosía a puerta cerrada. Escif asevera: “Ojalá la Meditadora se recuerde meditando y no como una cabeza cortada, cual trofeo de Perseo”.
Tal y como hubiera tranquilizado Anne Igartiburu a John Cobra, Escif, cariño, este año nos ha hecho perder la cabeza a todo el mundo, pero entenderás que no hay nueva partida presupuestaria asignada para que puedas rehacer tu obra y ya cobraste lo tuyo. Gracias por participar.
Domingo, 23 de mayo. La ‘roulotte’ de Let
Me estoy aficionando a lo de viajar. Voy de camino a Saravillo para saborear las bravas en la gastroneta La Roulotte de Let. Queda lejos, el destino, sobre todo teniendo en cuenta que es un viaje de ida y vuelta en el día. Pero es que desde que vino el Gertrú a la comarca, soy un apasionado de los negocios sobre ruedas con nombres rimbombantes.
La siempre pulcra Real Academia Española admite roulotte en cursiva en vez de castellanizar el término como ‘ruló’, al estilo carné. La Fundéu, sin embargo, no se anda con tibiezas y lo considera un galicismo innecesario. Yo, por mi parte, dispenso la francofilia de Let porque, bien mirado, Saravillo está a un tiro de piedra de Francia.
La foto de la semana / Amaral
Acudes a un programa de radio y aparece, de repente, Amaral. Y se ponen a cantar a tres metros de ti. Sí, hoy Amaral canta para mí, como antes cantaron Blossom, Nina, Kirsty, Karen, Dusty o Astrud. Comentaron durante la entrevista que se empeñan en hacer algo diferente, pero sus amistades siempre acaban reconociendo el sonido Amaral. Son las cosas de tener una personalidad marcada. Es imposible enmascarar el verdadero yo.
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