Ambos equipos pelearon durante toda la temporada por lograr la permanencia
Utrillas y Calamocha hacen realidad el sueño de la salvación
Tras las victorias de la última jornada, ambos equipos confirman su continuidad en la Tercera RFEF salvo catástrofe
Sacrificio, dedicación y esfuerzo. Los tres pilares a los que se aferraron los conjuntos turolenses de la Tercera RAFE para mantener su estadía en la categoría de cara al curso que viene. El Utrilla y el Calamocha sufrieron de lo lindo durante la presente campaña, pasaron por los peores sinusoides, pero, finalmente, lo consiguieron. Los dos equipos están matemáticamente salvados a falta de tres jornadas por disputarse. Tres partidos en los que utilícense y calamocheáis podrán por fin disfrutar del fútbol sin tener que experimentar la presión que tantas veces los asfixió y que convirtió su pasión en una auténtica pesadilla.
Después de un invierno favorable para los dos conjuntos turolenses, estos consiguieron granjearse una ventaja importante con la zona del descenso. Los calamochinos se hicieron con un total de siete puntos de margen y los utrillenses con un total de ocho. Una situación favorable que los dejaba a tan solo un paso de la salvación. Ese paso lo dieron en la última jornada. A utrillenses y a calamochinos una victoria les valía para certificar la permanencia, un empate alargaría el sufrimiento una jornada más y una derrota volvería a hacer saltar las alarmas. Así pues, ambos equipos decidieron dejarse de especulaciones y optaron por la opción más pragmática, la victoria.
El Utrillas viajaba al Isidro Calderón para verse las caras ante un Ata. Monzón que llegaba al partido rabioso, ya que se encontraba en una situación peligrosa, pues una derrota podría abocardos al descenso de la categoría. Conocedores de esta situación los de Lerga saltaron al verde muy bien armados en lo defensivo, dejando a Adrián Hernández como única referencia ofensiva. Un aspecto que no les eximió de poder hacerse con el control del partido por momentos, ya que los del Monzón también apretaban. Fue en la segunda parte cuando los mineros consiguieron poner la ventaja en el marcador por mediación de Jorge López. Sin embargo, la alegría duró poco, ya que siete minutos después Ramos puso la igualada para que los últimos minutos de partido derivasen en un ritmo frenético. En río revuelto el que fue capaz de pescar fue el Utrillas, que robó un balón en plena salida y, tras una buena combinación, Tena se quedó totalmente solo y con mucho tiempo para batir al portero local. Un gol con el certificó el ascenso matemático utrillense en detrimento del Monzón, quien seguramente se despedirá de la categoría cuando finalice la temporada.
El Calamocha, por su parte, se la jugaba en su campo, rodeado de su gente. Estos recibían la vista del Huesca B, el segundo clasificado de la tabla, por lo que, a priori, el encuentro se preveía complejo. Además, el Huesca B también llegaba con una motivación extra, pues, en su caso, se estaban jugando el primer puesto para conseguir el título de la categoría y, por tanto, el ascenso directo. Con todos estos ingredientes, más que un partido, lo vivido este domingo en Jumaya fue una guerra. Los dos equipos salieron al campo pasados de revoluciones, lo que significó un juego duro y hostil. De esta situación, el que salió mejor parado fue el Calamocha, que pudo sacar rédito de una de tantas jugadas al límite que se vieron sobre el césped. En este sentido, en los primeros instantes del juego un jugador calamochino fue derribado en el área oscense y el árbitro decretó la pena máxima. Fonsi Nadales tomó la responsabilidad y, esta vez, no falló. A partir de ahí, los del Jiloca cerraron filas para la desesperación oscense, quienes tuvieron alguna ocasión para lograr el empate, pero, en líneas generales, se vieron superados por la defensa local. De este modo, aquel gol tempranero de Fonsi Nadales fue el que decretó el resultado final y, con ello, los calamochinos sellaron también su salvación.
Con sendas victorias, los dos equipos turolenses pueden respirar tranquilos, ya que ambos ostentan una ventaja de puntos con el descenso mayor a los que están en juego, lo que significa que matemáticamente están salvados. En este sentido, quedan tres partidos, por lo que hay nueve puntos en juego y el Calamocha y el Utrillas tienen una ventaja de diez y once puntos respectivamente con el descenso. Así pues, con estas dos victorias, los dos conjuntos turolenses pudieron poner fin al sufrimiento que los ha acompañado durante buena parte de la temporada y clamar al cielo que son equipos de Tercera.
Después de un invierno favorable para los dos conjuntos turolenses, estos consiguieron granjearse una ventaja importante con la zona del descenso. Los calamochinos se hicieron con un total de siete puntos de margen y los utrillenses con un total de ocho. Una situación favorable que los dejaba a tan solo un paso de la salvación. Ese paso lo dieron en la última jornada. A utrillenses y a calamochinos una victoria les valía para certificar la permanencia, un empate alargaría el sufrimiento una jornada más y una derrota volvería a hacer saltar las alarmas. Así pues, ambos equipos decidieron dejarse de especulaciones y optaron por la opción más pragmática, la victoria.
El Utrillas viajaba al Isidro Calderón para verse las caras ante un Ata. Monzón que llegaba al partido rabioso, ya que se encontraba en una situación peligrosa, pues una derrota podría abocardos al descenso de la categoría. Conocedores de esta situación los de Lerga saltaron al verde muy bien armados en lo defensivo, dejando a Adrián Hernández como única referencia ofensiva. Un aspecto que no les eximió de poder hacerse con el control del partido por momentos, ya que los del Monzón también apretaban. Fue en la segunda parte cuando los mineros consiguieron poner la ventaja en el marcador por mediación de Jorge López. Sin embargo, la alegría duró poco, ya que siete minutos después Ramos puso la igualada para que los últimos minutos de partido derivasen en un ritmo frenético. En río revuelto el que fue capaz de pescar fue el Utrillas, que robó un balón en plena salida y, tras una buena combinación, Tena se quedó totalmente solo y con mucho tiempo para batir al portero local. Un gol con el certificó el ascenso matemático utrillense en detrimento del Monzón, quien seguramente se despedirá de la categoría cuando finalice la temporada.
El Calamocha, por su parte, se la jugaba en su campo, rodeado de su gente. Estos recibían la vista del Huesca B, el segundo clasificado de la tabla, por lo que, a priori, el encuentro se preveía complejo. Además, el Huesca B también llegaba con una motivación extra, pues, en su caso, se estaban jugando el primer puesto para conseguir el título de la categoría y, por tanto, el ascenso directo. Con todos estos ingredientes, más que un partido, lo vivido este domingo en Jumaya fue una guerra. Los dos equipos salieron al campo pasados de revoluciones, lo que significó un juego duro y hostil. De esta situación, el que salió mejor parado fue el Calamocha, que pudo sacar rédito de una de tantas jugadas al límite que se vieron sobre el césped. En este sentido, en los primeros instantes del juego un jugador calamochino fue derribado en el área oscense y el árbitro decretó la pena máxima. Fonsi Nadales tomó la responsabilidad y, esta vez, no falló. A partir de ahí, los del Jiloca cerraron filas para la desesperación oscense, quienes tuvieron alguna ocasión para lograr el empate, pero, en líneas generales, se vieron superados por la defensa local. De este modo, aquel gol tempranero de Fonsi Nadales fue el que decretó el resultado final y, con ello, los calamochinos sellaron también su salvación.
Con sendas victorias, los dos equipos turolenses pueden respirar tranquilos, ya que ambos ostentan una ventaja de puntos con el descenso mayor a los que están en juego, lo que significa que matemáticamente están salvados. En este sentido, quedan tres partidos, por lo que hay nueve puntos en juego y el Calamocha y el Utrillas tienen una ventaja de diez y once puntos respectivamente con el descenso. Así pues, con estas dos victorias, los dos conjuntos turolenses pudieron poner fin al sufrimiento que los ha acompañado durante buena parte de la temporada y clamar al cielo que son equipos de Tercera.
Pendientes de los descensos
Solo una catástrofe podria arruinar la fiesta de Utrillas y Calamocha. Ambos estarán pendientes de los descensos de Segunda RFEF, que podrían arrastras a un equipo más a la Regional Preferente. Sin embargo, la situación invita a ser optimista, ya que solo una carambola podría derivar en tal supuesto. El decimotercer equipo del grupo XVII de la Tercera RFEF únicamente perdería la categoría en caso de que bajasen dos equipos aragoneses de la Segunda RFEF además del Ebro, que arrastraría al Robres al ser su filial, y ninguno de los de Tercera RFEF que disputen el play-off de ascenso consiga el ascenso. Además, en ese caso, tanto el Calamocha como el Utrillas no serían los equipos que descenderían si la clasificación acabase como se encuentra ahora mismo, ya que sería el Caspe el que ocupase la posición decimotercera y perdiese finalmente la categoría.- Deportes miércoles, 24 de enero de 2024
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