Primera victoria del Cella para abrir sus esperanzas de permanencia (3-1)

Ya llueve menos en Cella. La situación sigue siendo difícil, el equipo sigue anclado a la zona de descenso con siete puntos, pero la victoria de este domingo en casa, la primera del curso, ante un equipo con pedigrí como es el Escalerillas coloca al equipo cellano en otra dimensión, otra tesitura diferente. El triunfo local acompañado por la derrota del resto de los rivales que preceden en la clasificación, entre ellos el Morés en Alcañiz, deja a los turolenses cinco puntos por debajo de la permanencia. En absoluto una distancia insalvable.

Menos aún si el equipo responde como lo hizo en El Carro. La afición no abandona, tampoco el club ni los jugadores. Llevaban días barruntando mejores marcadores. Dieron buena imagen en Alcañiz, no anduvieron lejos del poderoso Borja la semana pasada, y ante el Escalerillas dieron un paso adelante que se tradujo en control del juego y los elementos acompañado por un gol antes del descanso. A la reanudación trataron de buscar la igualada los zaragozanos, pero encontraron un 2-0 que encarrilaba la contienda a veinte minutos del final.

Es cierto que apretó el Escalerillas, tuvo el 2-1 para poner sufrimiento en las gradas de El Carro, pero el tanto final de Lozano llevó la alegría y, sobre todo, la esperanza de que es posible enderezar el rumbo y salvar una temporada difícil en la que la permanencia es el objetivo por el que hay que pelear con denuedo. El camino no será fácil, y seguirá habiendo momentos de debilidad ante equipos de enorme potencial. Pero hay fe en Cella.

Y entre tanto, va recuperando efectivos el Atlético Teruel, puede volver a rotar y gestionar minutos y esfuerzos, y el equipo recupera el buen color que había perdido en las últimas jornadas. Sacó un partido algo malicioso, peligroso, porque un resultado que no fuera victorioso ante un equipo que se encuentra en la zona baja de la tabla podría saltar las alarmas en Teruel. No hubo tal, no dio opción el cuadro de Navarro ni siquiera a un atisbo de sorpresa.

Esta vez tardó un poco más el equipo rojiblanco en abrir la lata, lo hizo justo antes del descanso, gol psicológico de Víctor Pérez que repitió justo a la reanudación para encarrilar el choque y dejar la segunda parte para dar minutos y repartir cargas, además con un gol de Héctor del Río que salió tras el descanso. La victoria reubica de nuevo al Atlético en la zona cómoda de la clasificación, un poco lejos eso sí de los trasatlánticos que pelearán por el ascenso hasta la última fase de la liga.