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Pinilla reparte los primeros puntos Pinilla reparte los primeros puntos

Pinilla reparte los primeros puntos

Arranca la Segunda RFEF para el CD Teruel, que recibe al Alavés B en busca de un once competitivo

Esta tarde, a partir de las siete, posiblemente con el césped de Pinilla húmedo y rápido a la espera de lo que vaya lloviendo durante el día, el CD Teruel vuelve a la competición, a la liga, a la pelea por los puntos. Han pasado tres meses ya desde que el equipo mudéjar abandonara el sueño de los partidos en las puertas del fútbol profesional, de los focos y los flashes del Deportivo, la Ponfe, el Nàstic, los filiales de la Real Sociedad y el Barça... Regresa al equipo a su categoría base, la plataforma desde la que construyó su época dorada y en la que espera edificar otro nuevo proyecto hacia cotas más altas.

Viene a Teruel el primero de los contrincantes del llamado grupo vasco de Segunda RFEF. Es tan aragonés como vasco en realidad, y de hecho el Teruel está aquí porque se posicionó rápido del lado del resto de clubes de la Comunidad para no verse empujado a competir con los del Levante. Por el camino, un mercado de fichajes enfocado hacia el perfil que demandarán los rivales del grupo. Han llegado futbolistas del norte de España, vascos, navarros y asturianos, que son los que deberán aportar poso y cemento sobre todo en el medio campo. El vuelo hacia el gol se lo quedan un puñado de chavales del Mediterráneo.

Base local

Y el hilo de la continuidad y el apego, el vaso comunicante con la afición y la identidad del equipo, se compone de varios jugadores, empezando por Taliby en la puerta. Con él, aragoneses liderados por el capitán Cabetas, jefe de una zaga que acaba de recibir dos jóvenes refuerzos, un prometedor canterano del Getafe y un chico de las inferiores del Numancia que tocó la Selección juvenil. Junto a Cabetas, Val viene de Barbastro para cimentar atrás, es posible que convivan los dos con Dufur y Serrano para armar la primera defensa de Unai Mendia. Aragonés es también Óscar Caro, que apunta hoy a la medular junto con Fruniz y Marí, con Parra duda y el francés Le Normand quizá en el banquillo.

Otros dos con raíces locales completan esa nómina de sentimiento turolense. Entrenarán con el primer equipo, completarán numerosas convocatorias, y es fácil que en una plantilla corta, poco más de la veintena, dispongan de no pocos minutos. Lucas Beltrán parte como último centrocampista del grupo, pero tiene un pie fino y un orden táctico que le podrían abrir puertas en bastantes posiciones del once.

También arranca como último en la rotación de atacantes Marc Vigara, en un tridente en el que apuntan a titulares Peru, Alomar, quizá Moha, y Morilla en cuanto le respete la condición física. Febas y Cervera esperarán, con Vigara, su turno para completar el mascarón ofensivo de un conjunto, el de Unai, que todavía tiene que encontrar su once ideal, su apuesta inicial competitiva para alcanzar esos noventa minutos de rendimiento constante y continuo que obsesionan al entrenador guipuzcoano desde su llegada.

En este sentido, lo de esta tarde ante el Alavés B debería ser la primera prueba con los titulares conviviendo en sus posiciones ideales, algo que no ha podido verse en los seis ensayos irregulares y dubitativos del CD Teruel durante este verano que se ha hecho corto. Podrá verse a Cabetas en su sitio, un centro del campo con los roles definidos, y todos ellos conviviendo con el ariete Peru lo que ordenará de modo natural la línea de tres cuartos. Faltan días para que la maquinaria se engrase, pero los mimbres están y hay que sacar puntos ya.

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