Pamesa sucumbe al poderío del reciente campeón de la Copa del Rey (3-1)

El partido caminaba hacia la intrascendencia, otro triunfo sin mucha historia de un equipo líder que camina hacia la suya propia, un primer set que Pamesa aprovechó para birlarle a Guaguas, algo embriagado por las celebraciones de su Copa del Rey, y un 3-0 posterior para colocar las cosas en su sitio, a los canarios más líderes y al equipo naranja camino de Tarragona en busca de territorios más amables. Pero resultó que algo más sí ocurrió este jueves en el Centro Insular de Deportes, el Gran Canaria Arena. Pasó que, con 15-9 en contra y el partido prácticamente decidido, Guillem Pont se puso a colocar balones.

Fueron cerca de diez minutos de juego, ya en ese cuarto set definitivo, en los que cuesta encontrar alguna mácula, algún error no sólo grosero, ni siquiera imperceptible, en la actuación del colocador mallorquín. Las causas pueden ser las que se quieran; físico de los rivales, desconexión con el partido prácticamente decidido, arreón visitante para lucir orgullo... O igual lo que pasó simplemente es que Pont es un muy buen peón al que se le debería ver más minutos sobre la cancha. Los datos muestran un parcial de 9-12 en la última fase del encuentro. No le sirvió a Pamesa para arrancar el segundo set a favor que le habría dado un puntito en Canarias, pero desde luego dejó algunos apuntes que habrán de tenerse en cuenta en el futuro.

Primera manga aseada

Más aún. No habrá de verse esta apreciación como una denuncia del papel del colocador titular Urchevich. El argentino anduvo preclaro en el primer set con una serie de colocaciones rápidas sobre central gracias a las cuales entre los Superlópez Rubén y David, y también Hoyos y Petar, armaron las ventajas con las que Pamesa pudo alzarse con el primer set. Sorprendió el sexteto naranja a un rival que salió atolondrado por el perfume de su nuevo título copero, el segundo consecutivo en las vitrinas amarillas.

Se le vio, sobre todo, en su puesta en escena, en el gobierno del servicio. En su caso, el desgobierno. Cierto que Walla y Bruno empezaban a asomar para sostener el ataque local, y un parcial local de 6-3 amenazó con sentenciar ya de primeras. Pero los turolenses devolvieron con 1-5, bien armados al saque, bolas más rápidas y maliciosas desde la línea de fondo. A partir del ecuador del set, 12 a 13 para los de Muraco, el intercambio les fue favorable a los naranjas para ir soportando los arreones del líder y amasar la primera manga por 22 a 25.

La cuestión es lo que ocurre, y la respuesta que da Pamesa Teruel, cuando la tormenta de los rivales más duros arrecia. Y es aquí donde quizá la participación de Pont podría ser mayor. Desde luego, sus compañeros al remate la agradecen. Cuando el esférico se acelera y la estructura del equipo se descose porque el juego es veloz y obliga a reacciones rápidas y decisiones urgentes, a Guillem la bola le va siempre sutil, arriba y hacia posición de remate franco. Hubiera sido de utilidad por ejemplo cuando en el segundo set Bruno, Walla y Leo empezaban a ser tres martillos en el ataque local; hay veces que el rival está inspirado, y conviene aguantarle el intercambio de puntos lo máximo posible.

No lo hizo Pamesa en esa segunda manga en la que Muraco debió parar con 7-3 a favor de los canarios, parcial al que se añadió otro posterior de 8-5 para dejar el parcial sentenciado para el empate de Guaguas. A partir del 17 a 10 sí que volvió el intercambio, el dulce caminar de los tantos a uno y otro lado. Tarde. Con 25 a 17 Guaguas había igualado el encuentro y, sobre todo, había encarrilado su definición.
 

La red amarilla se impone

Para el tercer set, la maquinaria de Guaguas ya no se basaba únicamente en los puntos de sus tres artilleros, sino que había incorporado a sus hombres de primera línea. En la red se hizo definitivamente grande, inalcanzable el sexteto grancanario, y a golpe de bloqueo colocó un 5-1 de inicio de parcial tras el que Muraco paró el partido con 7-2. Sin más capacidad de reacción, Pamesa se dejó doblar el tanteador con 14-7 y 16-8 momento en el que el entrenador argentino volvió a detener el juego viendo que Guaguas estaba empezando a embocar incluso saques directos, el último ingrediente que le faltaba.

Tampoco hubo mucho más que contar en este tercer acto, en el que Guaguas se puso con 20-12 antes de que los mudéjares tirasen de orgulla para maquillar al menos un tanto el marcador. Parcial de 1-3 para colocar un 21-15 que inició el intercambio definitivo de puntos en el cierre del set, que Guaguas se llevó por 25 a 18 para situar el 2-1 en el electrónico y jugar el cuarto acto con destino a su decimosexta victoria en esta Superliga. Para la manga decisiva debieron trabajar un poco más. No mucho tampoco.

Último set más peleado

Alrededor de una hora y cincuenta minutos le costó a Guaguas hacerse con el triunfo en su casa ante Pamesa. 25 de esos minutos los ocupó el primer set favorable al sexteto turolense, y tardó poco más de 20 minutos Guaguas en alzarse con cada uno de los dos siguientes sets. El último parcial, el definitivo, tuvo que sudarlo el equipo local algo más, media hora larga de disputa que, en principio, no iba a ser tanto. El equilibrio de los primeros puntos de este set, 7-7 logró mantener Pamesa, se fue al traste con un 8 a 2 de parcial en contra que dibujaría, en fin, el arreón definitivo de los canarios hacia el partido, ventaja de 15 a 9 insalvable.

Ese fue el momento en el que, como queda dicho, salta Pont a la cancha para guiar el ataque turolense y, de paso, obligar a los líderes de la Superliga a mantener la concentración para no ver peligar el set. No hubo malas decisiones en cada esférico que pasó por sus manos, y de sus parábolas empezaron a surgir remates de Ferrández, de Hoyos, de los centrales... Petar no estaba, a Muraco no acaba de convencerle juntar en la pista a su mejor colocador y a su mejor rematador. Aún así, Pamesa Teruel firmó un 9-12 de parcial que no le evitó la derrota, que le condujo a un 25-21 con el que Guaguas dejó la victoria en su casa, pero que dio pistas, algunas orientaciones.

A partir de ahora la temporada de Pamesa Teruel entra en su fase decisiva. Para este fin de semana, la vuelta desde Canarias se convierte en un viaje directo a Tarragona donde Pamesa deberá amarrar la victoria para estar en condiciones de sujetar la quinta posición que ahora aún mantiene en la tabla de Superliga. Después llegan dos semanas de parón, verá el equipo naranja cómo los demás juegan esa jornada 21 que, por caprichos del calendario, tuvo que disputar este jueves de manera adelantada. Para mitad de marzo el cierre de la liga regular. Y después los play-off, en los que el equipo tendrá que ser firme en su plan A, constante. Y tendrá que trabajar en algún plan B, y C, cosa en la que Pont puede servir de gran ayuda. En caso contrario, quizá no le dé para más de lo que se vio en la Copa del Rey.