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Pamesa coge vuelo y vence a Melilla en un ejercicio de juego colectivo (3-1) Pamesa coge vuelo y vence a Melilla en un ejercicio de juego colectivo (3-1)
Pamesa Teruel durante su encuentro de preparación en Alcañiz, la pasada semana. Paula Aznar

Pamesa coge vuelo y vence a Melilla en un ejercicio de juego colectivo (3-1)

La progresión del equipo naranja se nota, y el equipo jugará la final del torneo de Granada
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En efecto, el menú de partidos amistosos de pretemporada del Pamesa Voleibol Teruel, estas apenas dos semanas de duelos a ritmo acelerado desde el debut veraniego, empezaba con sensaciones no del todo halagüeñas, una derrota en la pista del Grupo Herce Soria para incentivar el trabajo de acoplamiento de la que es la plantilla más joven de la historia del club en Superliga. El resultado, de momento, no está pudiendo ser mejor.

En estos poco más de diez días, el equipo de Fabián Muraco está averiguando a ritmo récord qué clavijas hay que apretar para empezar la competición en las mejores condiciones. Fruto de ese trabajo intensivo, doble victoria ante el Sant Pere i Sant Pau, final en la Copa Aragón, y la disputa del torneo Alberto Ramos, el cuadrangular en el que Pamesa está inmerso este fin de semana.

Un escenario prestigioso, un torneo amistoso preparatorio que cumple su segunda edición con el objetivo de convertirse en clásico del vóley nacional, y que midió en su segunda semifinal a dos que aparentan convertirse también en clásicos de la competición.

Melilla, el verdugo turolense en las eliminatorias por la Superliga de la temporada pasada, se colocaba en el camino de Pamesa en el duelo de este sábado, un partido complejo, acaso el primer gran duelo de pretemporada tras el debut ante Herce Soria. Lo superaron, con creces, con amplia sonrisa, los de Fabián Muraco. Un tres a uno global que enseña, de momento, un rápido proceso de ensamblaje de piezas, un funcionamiento colectivo que, por ahora, parece satisfactorio.

Disputado primer set

Porque no se puede decir que Melilla pusiera facilidades en su desempeño. Desde luego, no fue así en el primer set, un parcial en el que se jugaron casi setenta puntos. Una barbaridad sobre la cancha, dos equipos a priori igualados que decidieron poner todo. Respondió bien Teruel a los retos que fue poniendo el equipo de la ciudad autónoma sobre la pista, animado y animoso.

Pero es verdad que el equipo naranja tiene un plan de partido que se basa en la aplicación de diversos planes en función de lo que sucede sobre el parquet. “Mostramos un buen trabajo colectivo, una relación muy coordinada entre bloqueo, defensas y contraataque”, explica al respecto el segundo de a bordo en el banquillo, Maxi Torcello. 35 a 33 al final del primer acto.

60% de ataques buenos

Lo que vino a partir de entonces todavía mejora las primeras sensaciones. Si en el primer acto Pamesa resistió y venció, en la segunda manga desató una tormenta ofensiva ante la que Melilla opuso poca resistencia. Casi dos terceras partes de las posesiones de ataque turolense terminaron en puntos efectivamente para los jugadores naranjas, entre los que el cuerpo técnico no se atreve todavía a destacar nombres.

Es cierto que destacaron los saques de Omar Hoyos, y que Petar tiene puntos en sus manos. Pero también es cierto que el buen hacer de los centrales junto a la red tiene visos de dar tardes entretenidas en Los Planos. La tercera manga fue algo más relajada. También, claro, que el rival decidió dar un paso más, dejar algo más sobre la cancha para dar testimonio de presencia, al menos para dejar buena imagen en el trofeo granadino.

Suyo fue el set, 25 a 17 a su favor, en una fase en la que los turolenses estuvieron algo menos acertados, también conscientes de la necesidad de regular esfuerzos físicos y poner en marcha rotaciones para afrontar de manera solvente un torneo intenso, con dos partidos en poco más de doce horas, a los que se añade un largo viaje desde Teruel hasta las faldas de Sierra Nevada.

Con dos a uno naranja se entró en el set definitivo, que prometía más igualdad; finalmente no se dio. Otro parcial semejante, pero en esta ocasión favorable a los de Muraco, dejaba el partido en la caseta de los turolenses, que siguen sumando buenas sensaciones, sobre todo triunfos, en cada uno de los partidos que van viniendo a lo largo de este periodo de preparación.

Este mediodía, antes de la hora de comer, hay ya un título en juego. Es cierto que es amistoso, no es oficial, pero bien está que sobre el parquet, sea cual sea el escenario, Pamesa vaya acostumbrándose a dejar victorias en el casillero. El rival de esta final del trofeo Alberto Ramos va a ser Leleman Valencia, que se deshizo de Almería confirmando que cuenta con buenos mimbres este año.

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