Los Plaza ponen a prueba su coche para evitar el abandono

El Dakar de 2023 prometía ser uno de los más duros de la historia y, por el momento, no está defraudando. Las complicaciones a las que están teniendo que hacer frente los principales candidatos para alzarse con el Touareg también llegaron a la pareja de padre e hija de raíces turolenses, Manuel Plaza y Mónica Plaza. Los de Aliaga sufrieron problemas mecánicos severos, sobre todo con las transmisiones del coche, por lo que su continuidad en la carrera estaba en duda al término de la quinta fecha de competición. Sin embargo, los Plaza tomaron la decisión de tomarse la sexta etapa de descanso para poner a prueba el vehículo con un enlace por carretera hasta Riyadh, lugar desde el que partirá la séptima jornada de carrera, donde regresarán a la competición después de solucionar sus problemas.

Manuel Plaza conoce bien lo que supone enfrentarse a un Dakar, ya que acumula quince participaciones a sus espaldas. Tras el abandono del pasado año, el mayor de los Plaza quiere evitar que la historia se repita a toda costa, por lo que el piloto y su hija, la copiloto de la expedición, decidieron prevenir antes que curar.

Después de cerrar la quinta fecha con excesivas dificultades para acabar debido a los problemas mecánicos, el vehículo del equipo Nebrija-Sodicars fue sometido a un exhaustivo examen por parte de los técnicos. Sin embargo, fue durante la jornada de ayer cuando las investigaciones para tratar de ponerle solución a las complicaciones con los transistores se llevaron todo el protagonismo.
Tras haber sido remolcados por el camión la noche anterior y llegar tarde a un punto de control, los aventureros de origen turolense tomaron la salida desde el bivouac, renunciando así a participar en la sexta jornada de la prueba. “Nos volvió a caer la noche en el desierto. Se rompe siempre la misma transmisión en el mismo sitio, estamos trabajando en averiguar el por qué. Después de 340km a un ritmazo en dunas y pistas y, a pesar de reparar y ser remolcados por el camión de noche en dunas (mejor hacer paracaidismo o puenting), llegamos tarde a un control, sacándonos de tramo por carretera. Hoy desde el bivouac estamos buscando soluciones, así son las carreras”, comentaba Mónica Plaza en su cuenta de Instagram junto a varias fotos de su padre tratando de solucionar los problemas mecánicos que les acompañaron en medio del desierto, con un frontal en la cabeza.

Ansiosos por la séptima

De tal manera, los Plaza aprovecharon el día de ayer para dejar atrás los problemas y poner la vista en el futuro más próximo, en concreto en la séptima etapa del Dakar, que partirá hoy desde Riyadh.
Hasta allí se desplazaron padre e hija en una jornada de pruebas. Manuel y Mónica aprovecharon para poner a prueba su vehículo con un enlace de 600 kilómetros por carretera, que les sirvió para comprobar el estado de su compañero de aventuras. El trabajo de los técnicos de Sodicars se centró sobre todo en las transmisiones, que se han convertido en el principal rompecabezas de la dupla de origen turolense. Ayer se llevó a cabo la sustitución de estas por modelos más antiguos tras la reiterada rotura de una de ellas.

Manuel y Mónica Plaza parecen haber encontrado la fórmula para dejar de padecer y confían en poder retomar la competición sin mayores percances y cargados de emoción: “Tenemos que dar las gracias al equipo de mecánicos de Sodicars que se han empleado a fondo para revisar todo el coche y cambiar aquellas piezas que podían estar generando los problemas técnicos”.
Tras la jornada de ayer, la respuesta del vehículo fue positiva, por lo que esperan que en la séptima etapa se mantenga de ese modo. “Esperamos que en la etapa siga teniendo el mismo comportamiento. Estamos ilusionados por poder disfrutar de nuevo del Dakar. En un rally siempre hay complicaciones. Lo importante es superarlas y seguir adelante”, aseguraronn padre e hija.