Tenorio sigue la marca de un rival para tratar de evitar que se marche
Los errores en la línea de defensa cuestan puntos a Calamocha y Utrillas
Los despistes en la zaga llevaron al empate a los utrillenses y a la derrota a los calamochinos en la última jornada
Los errores en la línea defensiva penalizan, y mucho, a Calamocha y Utrillas. Tanto es así que cuestan puntos importantes, dada su situación actual, y la última jornada da buena cuenta de ello. El pasado fin de semana los calamochinos y los utrillenses afrontaban unos enfrentamientos vitales, ya que la victoria suponía la tranquilidad de alejarse del pozo. No obstante, los fallos en la línea de atrás truncaron las pretensiones de ambos equipos, que obtuvieron unos resultados insuficientes para revertir la situación.
Los utrillenses viajaron a Barbastro para enfrentarse a uno de los clubes más competitivos del campeonato, aunque este llegaba al encuentro en horas bajas. Pese a las estadísticas sobre el papel, los mineros plantearon un partido muy serio y fueron capaces de hacer suyo el encuentro.
El Utrillas demostró en todo momento que tenía el control del partido. De hecho, comenzó ganando desde los once metros, con un disparo sublime de Ángel Hernández al filo del descanso. Además, las posteriores expulsiones de los locales Adil Azarkan y Franc Carbonell evidenciaron todavía más la superioridad minera. Sin embargo, el desacierto en defensa mandó al traste todo el trabajo del club y le hizo perder dos puntos.
El error llegó en el minuto 71 de partido, cuando, en un balón retrasado al área, un mal entendimiento entre Augusto y sus centrales dejó un balón muerto y Aarón Bocardo lo aprovechó para poner el empate en el luminoso.
En el caso calamochino, la dominancia de los visitantes no fue tan evidente, sin embargo, fueron capaces de plantarle cara a un rival directo como era el Cuarte. Aún así, de nuevo los errores defensivos fueron determinantes y, esta vez, por partida doble.
Como era de esperar, el duelo entre estos dos conjuntos tan necesitados y presionados no fue atractivo ni demasiado ortodoxo, tampoco las condiciones meteorológicas ayudaron, y se resolvió a favor de los visitantes por su mayor eficacia en el área contraria y los errores calamochinos.
Los de Cuarte de Huerva fueron más dominadores, pero no consiguieron ponerse por delante hasta que no llegaron los errores de los de Lagunas. La primera pifia llegó en el minuto 23 de juego, cuando un mal despeje y una mala atención en la segunda jugada de los de Jiloca le dejó un caramelo a Villalba en la frontal que no desaprovechó.
Antes de que les diera tiempo a recuperarse llegó el segundo desatino. En una falta a favor a la altura de los banquillos, Víctor García se hizo un lío junto a un Unai Calavia decidido a enviarla en largo, el centrocampista se la tocó de improviso y el portero golpeó mal el cuero, al centro del campo donde el goleador Villalba no se lo pensó dos veces y marcó a puerta vacía el segundo para su equipo, que dejó sentenciado el encuentro.
Así pues, los errores en la línea de defensa terminaron costándole el empate a los utrillenses, por lo que se dejaron dos puntos, y la derrota a los calamochinos, que se dejaron los tres puntos.
En este sentido, esta coyuntura hace que no haya espacio para los errores que ambos equipos cometieron en la pasada jornada. Por ahora, estos errores han costado puntos importantes, pero todavía hay cabida para la reacción. Sin embargo, si estos desaciertos se vuelven a producir en las próximas jornadas, la capacidad de reacción será cada vez menor hasta el punto de que la situación se convierta en irreversible.
Los utrillenses viajaron a Barbastro para enfrentarse a uno de los clubes más competitivos del campeonato, aunque este llegaba al encuentro en horas bajas. Pese a las estadísticas sobre el papel, los mineros plantearon un partido muy serio y fueron capaces de hacer suyo el encuentro.
El Utrillas demostró en todo momento que tenía el control del partido. De hecho, comenzó ganando desde los once metros, con un disparo sublime de Ángel Hernández al filo del descanso. Además, las posteriores expulsiones de los locales Adil Azarkan y Franc Carbonell evidenciaron todavía más la superioridad minera. Sin embargo, el desacierto en defensa mandó al traste todo el trabajo del club y le hizo perder dos puntos.
El error llegó en el minuto 71 de partido, cuando, en un balón retrasado al área, un mal entendimiento entre Augusto y sus centrales dejó un balón muerto y Aarón Bocardo lo aprovechó para poner el empate en el luminoso.
En el caso calamochino, la dominancia de los visitantes no fue tan evidente, sin embargo, fueron capaces de plantarle cara a un rival directo como era el Cuarte. Aún así, de nuevo los errores defensivos fueron determinantes y, esta vez, por partida doble.
Como era de esperar, el duelo entre estos dos conjuntos tan necesitados y presionados no fue atractivo ni demasiado ortodoxo, tampoco las condiciones meteorológicas ayudaron, y se resolvió a favor de los visitantes por su mayor eficacia en el área contraria y los errores calamochinos.
Los de Cuarte de Huerva fueron más dominadores, pero no consiguieron ponerse por delante hasta que no llegaron los errores de los de Lagunas. La primera pifia llegó en el minuto 23 de juego, cuando un mal despeje y una mala atención en la segunda jugada de los de Jiloca le dejó un caramelo a Villalba en la frontal que no desaprovechó.
Antes de que les diera tiempo a recuperarse llegó el segundo desatino. En una falta a favor a la altura de los banquillos, Víctor García se hizo un lío junto a un Unai Calavia decidido a enviarla en largo, el centrocampista se la tocó de improviso y el portero golpeó mal el cuero, al centro del campo donde el goleador Villalba no se lo pensó dos veces y marcó a puerta vacía el segundo para su equipo, que dejó sentenciado el encuentro.
Así pues, los errores en la línea de defensa terminaron costándole el empate a los utrillenses, por lo que se dejaron dos puntos, y la derrota a los calamochinos, que se dejaron los tres puntos.
Diez finales
Con los últimos resultados, la situación para los dos equipos no es muy positiva, ya que se encuentran en la zona baja de la tabla, a dos puntos del descenso en ambos casos. Una postura que no llega en el mejor momento, pues ya se va acercando la recta final de la temporada, lo que convierte los diez partidos que quedan en diez finales.En este sentido, esta coyuntura hace que no haya espacio para los errores que ambos equipos cometieron en la pasada jornada. Por ahora, estos errores han costado puntos importantes, pero todavía hay cabida para la reacción. Sin embargo, si estos desaciertos se vuelven a producir en las próximas jornadas, la capacidad de reacción será cada vez menor hasta el punto de que la situación se convierta en irreversible.
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