El Teruel madura, compite y roza un triunfo ante el líder que se le escapa en el descuento (1-1)

El CD Teruel acarició un triunfo que habría sido balsámico, fundamental ante el líder del grupo 2 de la Segunda RFEF, un Eibar B que demostró este mediodía en Pinilla todo lo que se le suponía y que le hace encabezar la clasificación de esta liga. Salieron los armeros, de hecho, con su libreto habitual, empuje, rapidez de piernas y dureza de cuerpo y mente para volcar el inicio de cada partido hacia el marco rival y cazar un gol en los primeros veinte minutos de cada choque. 

Así suelen hacerlo, así hallan rápido ventajas para encauzar sus partidos, y así lideran a través de un físico poderoso al que acompaña toque rápido de balón en el centro del campo y velocidad de tres cuartos en adelante. Primeros minutos de dominio visitante que, sin embargo, se encontraron con un buen Teruel, comprometido, serio, concentrado y sostenido en el regreso del capitán Cabetas en el centro de la zaga y en la versión más sólida de Taliby. El arquero hispanoguineano negó dos acciones claras del filial armero, ágil de reflejos y bajo palos, para sostener al equipo en la primera media hora de juego. 

A partir de ese segundo tercio de encuentro, el Teruel empezó a imponer su fútbol, y desde las bandas, con buen desempeño de Iván Serrano y Ander Dufur, fue dando avisos y generando opciones. Tuvo una bien clara Peru para inaugurar el marcador; Jorge se movió bien por su banda, sacó un malicioso centro chut desde la esquina del área grande, y encontró el fallo de un central rival que habilitó al ariete vasco para embocar desde área chica. Le pilló la bola algo a contrapié y no acertó a dirigir el remate. 

Al descanso se mantuvo el resultado inicial, con dos equipos al máximo de nivel físico y de concentración para dejar el desenlace del duelo para la reanudación. Empezó de nuevo intenso y tenso el cuadro de Unai, junto gracias a los desvelos de Marí y Cabetas con la inestimable colaboración de los laterales. Igual se mantuvo el equipo aún a pesar de la lesión de Iván López, víctima de una agresión del delantero rival que le mandó primero a la caseta y después al hospital con un fuerte golpe en el costado del ojo derecho. Saltó Axel en su lugar.

Fue cocinando a fuego lento el Teruel su primer gol, primero Dufur, luego Serrano, doble acercamiento por banda previo a un centro que Fruniz remataría fuera. Y pasado el cuarto de hora de la segunda, Marí acompañó un robo en la medular con una asistencia de fantasía sobre Le Normand; no soltó su mejor partido en esta matinal de domingo, aplicado a la presión y al trabajo más que a la confección, pero aprovechó el regalo del alicantino y definió con eficacia para subir el uno a cero al marcador. 

Lejos de echarse atrás, el Teruel mantuvo su apuesta y defendió con posicionamiento y compromiso los primeros minutos tras el gol. Hasta tal punto que el entrenador visitante movió el banquillo por cuádruple partida, cuatro sustituciones de una tacada que, ahí, sí, en los últimos veinte minutos fueron echando al equipo visitante hacia adelante, un paso atrás los de Unai. No sufrieron, aún así, en exceso las acometidas de los armeros. 

Pero, en el único error defensivo del equipo de Mendia, ya en el 92, un balón largo cazó a Axel con la mirilla algo desviada; no midió bien su salto, quedó la bola muerta en la frontal, y no hubo ya modo de despejar. El centro desde la esquina del área dio paso a un remate al palo de Taliby que dejó la bola muerta para que Carrasco, todocampista de nivel superior con minutos en el primer equipo del Eibar, cazara el empate para alegría armera y decepción mudéjar. El mejor partido del Teruel, su puesta en escena más madura y comprometida, se queda al borde del triunfo para aplazar un salto en la tabla que, de seguir con este nivel de seriedad, será cuestión de tiempo.