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El Teruel gana al Subiza para seguir en su empecinado camino hacia la gloria (1-0) El Teruel gana al Subiza para seguir en su empecinado camino hacia la gloria (1-0)
Peru, goleador del Teruel en su vistoria de este domingo

El Teruel gana al Subiza para seguir en su empecinado camino hacia la gloria (1-0)

Otro detalle de Le Normand abrió una vía de agua que aprovechó Peru en el único gol del duelo

De un saque de banda en el centro del campo, una acción más, de infantería, sin teórica trascendencia en cualquier partido de fútbol, el francés Le Normand encontró el camino oculto, inesperado, que condujo al CD Teruel a su decimotercera victoria en esta liga de Segunda Federación, octavo triunfo en lo que va de año, que ya son diez partidos invicto. Acababa de superarse la media hora de partido y Theo, que tiene cintura de bailador caribeño, requebró sin tocar la pelota para, de repente, ver abierta una llanura eterna por donde Dufur empezó a cabalgar con furia. Cogió el servicio del galo y lo convirtió en un regalo para Peru Ruiz en el punto de penalti.

El noveno gol del ariete vasco cerró el partido de este domingo en campo Pinilla ante un rival limitado y juvenil, que lo tiene muy difícil ya para alcanzar la permanencia, pero que no dio la contienda por perdida en ningún momento y si no halló algo más fue precisamente por su bisoñez. El Subiza planteó un partido perfectamente medido y meditado, supo desactivar las principales armas turolenses y se aprovechó de las condiciones meteorológicas y del terreno de juego para igualar fuerzas teóricamente desiguales y poner en aprietos puntuales al once de Unai Mendia.

Que, además, avisó de estas dificultades y puso de su parte para solventarlas. De momento, con su once inicial, en el que Axel cubrió la baja de Cabetas atrás para acompañar a Serrano, López y Dufur en zaga, con Taliby en puerta. Apostó el preparador vasco por repetir doble punta, grande y pequeño, con Peru y Febas horadando entre líneas, Marí y Theo en la medular con cambio también en las alas, Bertino en zurda y Obeng a pierna cambiada en derecha. El 4-4-2 es un sistema traidor, de riesgo, que sólo tiene sentido en velocidad y a la contra. Ejecutó ambas con eficiencia el equipo mudéjar.

El primer cuarto de hora, de hecho, al vuelo, al vértigo. En los diez minutos iniciales el Teruel ya debió ponerse por delante con una arrancada de Febas que murió en las manos del portero rival Ibáñez, o con una dejada de lujo de Peru para Theo que de nuevo paró abajo el arquero navarro, o con un par de cabalgadas al galope de Obeng, una de ellas terminada en córner que él mismo se preparó para colocar pegado al palo. O Bertino, argentino de gambeteo fácil que armó un buen disparo desde su perfil.

Subiza duerme el choque

Así que el Subiza vio que el Teruel salía mandón y vivo. Opuso balón, tres toques y desplazamiento en largo diagonal para ir empujando el partido hacia el área mudéjar. Al cuarto de hora ya se había acercado con cierto peligro, y a los veinte minutos el arranque eléctrico de los de Mendia se había calmado, el esférico deambulaba sin mucho tino y más cerca de Taliby que de Ibáñez. Así que le tocó al Teruel hacer la otra cosa para la que el 4-4-2 funciona, el contragolpe.

Es bien difícil meterle mano al equipo rojillo, hay que reconocerlo. Cuando el Subiza parecía tener la cosa más controlada, un pase profundo de Febas casi planta a Obeng sólo ante el portero navarro. Theo sacó un par de balones parados con aroma peligroso. Y llegó su frasquito de esencia mágica, pasada la media hora, que Peru adornó con el gol decisivo del encuentro. En el ataque al espacio, con el bloque algo más atrás. También así se pueden ganar partidos.

El tanto local reinició de nuevo los ánimos de unos y otros, y permitió que Isaac volviera a gozar de otra opción a la carrera. Pero, sobre todo, obligó, empujó al Subiza a ser más propositivo. Lo intentó en los minutos finales de la primera parte. Y Bonel tuvo una muy buena en el minuto 42 después de una mala entrega de Axel, que tiene maneras de jerarca en salida de balón pero que a veces necesita menos caricia y más golpeo. Se cruzó providencial Iván López para evitar males mayores. Aún repetiría rescates similares en la segunda mitad el defensa madrileño. Con todo, fue el Teruel el que tuvo el 2-0 antes de la pausa, Marí estrelló la bola desde el área en el portero rival.

Oficio en la segunda parte

Para la segunda mitad, mismos jugadores pero escenario bien diferente; el marcador obliga. Salió el Subiza dispuesto a hacer correr el esférico con más velocidad. Y la doble punta turolense jugó a aprovechar los espacios para meter miedo. Sin embargo, ni unos ni otros anduvieron atinados en el pase decisivo, y lo que sí se vio fue una versión solidaria, aguerrida y comprometida del equipo de Mendia, puntual en el repliegue y amenazador en el despliegue. Poco antes de la hora de partido hubo otro momento de finura de Le Normand, que provocó un córner a cuya salida engatilló desde fuera del área no lejos del arco navarro.

Pero empezó a llegar la fase de partido en la que salen los líderes. En ambos equipos. Miguel Marí empezó a abrochar posesiones en corte y confección. Y, al otro lado, Javier Sola coleccionó regates y desmarques, uno de los cuales le plantó fuera del área para descerrajar un duro disparo que a Taliby se le escurrió de los guantes en la húmeda tarde dominical de Pinilla. Su despeje quedó en área chica pero no hubo mayor desgracia. Así que el equipo turolense se vio avisado, dio otro paso para adelante, Peru rozó el 2-0 a la salida de un córner de Theo, y Unai movió la banqueta en busca de cerrar ese ida y vuelta impredecible en el que se había transformado el envite.

Con Caro en el campo el Teruel encontró en efecto más físico y más kilómetros para oxigenar el medio campo, con Moha y con Aimar, eso sí, perdió mordiente el ataque exterior mudéjar. Pudo más lo primero que lo segundo. Con un escudero fresco, Marí pudo seguir su festival de robos y progresiones, incluso ver corregidos sin mayor estrés algunos errores, que los tuvo. En el 70 Serrano acabó desde el lateral una larga posesión mudéjar que se marchó algo arriba de la puerta de Ibáñez. Y algunos robos desde la medular permitieron a Theo volver a amenazar desde fuera del área.

Cuarto de hora final indeciso

Pero los minutos fueron pasando sin que se cerrase el duelo, con la incertidumbre de un resultado corto en un partido en el que el Subiza no amenazaba en exceso, pero que podía irse en cualquier jugada aislada. A eso apostaron los pamploneses, que empezaron a percutir por bandas a medida que el desgaste hacía menos coordinadas las ayudas defensivas de los mudéjares. Ansó se proyectó desde banda derecha para volar un centro que lamió el palo. Desde izquierda Amadoz busco la suya. Pero, sobre todo, la tuvo, clarísima, Sola en el minuto 89. Se encontró solo camino del área, y dibujó un chut cruzado raso que Taliby bloqueó con felinos reflejos para que de nuevo Ansó enviase el rechace al cielo de Teruel.

No hubo más sustos, ni más que contar, en un tiempo de descuento con Leiza ya en el terreno de juego, apuntalando la defensa de un equipo que decidió matar el partido con la pelota en el campo rival. Para eso, claro está, hace falta el concurso de un futbolista que convierte la pelota en un abono completo, salvoconducto eterno, hacia el Museo del Louvre. La cadera de Le Normand desactivó una vez el entramado del Subiza. No hizo falta más para que el Teruel se encarame, con 47 puntos ya, a la quinta plaza. A tres del podio. Ocho puntos detrás del líder, que perdió.

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