El Pamesa Teruel Voleibol abre el año en mejor condición física que el pasado

El Pamesa Teruel afronta un comienzo de año en mejor estado de forma física que el pasado, pero la exigencia en la pista sigue siendo máxima. A nivel competitivo, 2022 arrancaba con máxima exigencia para los naranjas, ya que por delante les esperaban los octavos de final de la Challenge Cup y el partido ante el Léleman VB Valencia de regreso a la competición de la Superliga. Además, a esto debía sumarse que el equipo no atravesaba su mejor momento de forma, y es que, si hoy en día todavía quedan remanentes de la covid, en aquella época esta asolaba a la población con más contundencia y se cebó especialmente con la  plantilla de los turolenses. 

Durante el parón navideño la covid causó estragos en la plantilla del Club Voleibol Teruel. Tanto fue así que ni el entonces capitán, Thomas Ereú, ni el opuesto, Andrés Villena, ni el entonces entrenador, Miguel Rivera, se incorporaron a los entrenamientos después de Nochebuena a consecuencia del coronavirus.

El receptor venezolano Ereú tuvo la confirmación de su contagio la semana antes de Navidad después de haber comenzado a sentirse mal. Una PCR confirmó el contagio y desde entonces guardó cuarentena en su domicilio.

También el opuesto sanroqueño Andrés Villena resultó positivo en coronavirus. Lo fue en el primer test de antígenos que se le practicó en cuanto empezó a evidenciar la sintomatología de la enfermedad y una prueba PCR confirmó su contagio. Igual que su compañero, el opuesto mantuvo el confinamiento en su domicilio. 

Con esta situación, Torcello dirigió el entrenamiento de los jugadores después de que el primer técnico del equipo, el entrenador madrileño Miguel Rivera, hubiera sido contacto estrecho de un positivo. 

Al extenso capítulo de ausencias provocadas por el covid-19 se sumó posteriormente la del central gallego Pablo Bugallo, víctima de unas intensas  molestias estomacales.
En definitiva, un sinfín de contratiempos que pusieron cuesta arriba el inicio del año de los naranjas y que, de alguna manera, terminó afectando a los resultados deportivos. En la Challenge Cup los turolenses se las vieron y se las desearon para poder vencer al Spartak de Myjava, tras caer en el partido de ida, y en liga los de Los Planos arrancaron el año con una derrota ante el Léleman VB Valencia por 2-3. 

En esta ocasión, los jugadores encaran el arranque del año con una mejor cara, pero la exigencia en la pista no es negociable. Este año las lesiones y la Covid les han respetado, pero por delante tienen a un rival de máximo nivel contra el que se batirán el cobre el próximo sábado. 

Entre Pamesa Teruel y Río Duero Soria solo hay un punto de diferencia. Además, de los doce partidos disputados por el momento, Pamesa Teruel ha ganado nueve y ha perdido tres, mientras que Río Duero Soria ha ganado ocho y ha perdido cuatro. Un buen indicador de que las estadísticas están más igualadas que nunca, pese a que el Pamesa Teruel pueda encontrarse un pequeño paso por delante.

Por otro lado, cabe destacar que en el primer partido en el que ambos se enfrentaron durante la presente campaña el Río Duero Soria terminó haciéndose con una victoria determinante en Los Planos por 0-3. Así pues, nada está vendido.

Sobre el papel, los jugadores cuentan con mejores condiciones que el año pasado para iniciar el 2023 de mejor forma que en 2022. No obstante, que lo hagan o que no depende exclusivamente de ellos mismos. 

Los colocadores del Pamesa Teruel, a examen de los analistas

Tras las Navidades, los miembros del staff técnico del Pamesa Teruel Voleibol llevaron a cabo un gráfico con los datos de los colocadores Rubén Lorente y Déxter Edwards en el que se muestran los puntos fuertes y los puntos débiles de cada uno durante esta primera vuelta de la Superliga Masculina. 
Lo que estos gráficos indican es que, por un lado, Rubén Lorente es un jugador bastante más regular y polivalente con buenos promedios en prácticamente todas las facetas del juego, aunque destaca su capacidad como sacador y su trabajo en defensa, sobre todo, a la hora de recibir. Como asignatura a mejorar destaca el ataque, donde Rubén no termina de sentirse cómodo.
Al contrario que Rubén, Déxter es un jugador menos estable, ya que las distancias entre sus promedios son más marcadas. No obstante, nadie duda de sus capacidades sobre la pista. En este sentido, sus puntos fuertes afloran en el ataque, mientras que sus puntos débiles aparecen en el momento del saque.