El muro del Teruel empezó a elevarse tras la dura derrota en San Sebastián

En más de una y de dos comparecencias del entrenador Unai Mendia, y en conversaciones a pie de césped con el preparador vasco del CD Teruel, sale la derrota del equipo ante la Real Sociedad C, en Zubieta, como uno de los puntos de referencia de la trayectoria del equipo este curso complejo y tramposo. En efecto, esa jornada doce el plantel rojillo tocó fondo, tres goles en contra ante un rival camino de Tercera. Y después, un golpe de timón, un resorte que se activó y que trajo consigo un cambio completo en el trabajo colectivo y la disposición individual de prácticamente todos los futbolistas de la primera plantilla mudéjar. A partir de Zubieta, el muro.

Que se sostiene, además, en cifras. El Teruel ha jugado ya 24 partidos en esta Segunda Federación. De ellos, los doce primeros hasta el fiasco de San Sebastián mostraron a un equipo vistoso y fino pero poco fiable, que había encajado 16 goles en contra, sumido en la indefinición de la mitad de tabla con un ojo puesto en la zona del descenso. Pero desde entonces... Otros doce partidos, los de después y hasta ahora, sostienen las aspiraciones del equipo mudéjar camino de la zona de ascenso. El déficit de puntos era amplio, pero el CD Teruel levantó un muro sobre el que se construyen victorias y aspiraciones. En estos doce últimos duelos el equipo ha encajado apenas seis goles en contra con cinco porterías a cero en las últimas siete jornadas, todo este 2025 imbatido.

440 minutos sin recibir gol

Un desempeño basado en el rigor defensivo que coloca a Taliby entre los guardametas menos goleados de la competición, 18 tantos recibidos, y que le ha permitido sumar hasta 440 minutos consecutivos sin ver su arco perforado, cuatro encuentros completos y ochenta minutos más en la victoria de este fin de semana por uno a dos ante el Izarra. En el interín, un equipo que conserva su buen gusto por el balón y su querencia por buscar la portería rival, pero que tiene un funcionamiento grupal y unos resortes defensivos que le protegen y le proyectan.

De tal manera que en estas doce últimas jornadas de liga el CD Teruel es el equipo menos goleado de la competición, los mentados seis goles encajados que son dos menos que los recibidos por el Eibar B, el Utebo, el Alfaro y la UD Logroñés, todos ellos rivales en la lucha por los play-offs. En esta estadística suele basarse la opción real de triunfos colectivos en el fútbol moderno, porque pocos goles en contra equivalen a muchos puntos. En el primer tercio de liga el Teruel cosechó catorce. Casi el doble, 26, guarda en el zurrón desde ese punto de inflexión en Donosti.

Ello además en una zaga que viene sufriendo vicisitudes relacionadas con lesiones, sanciones, bajas inesperadas... El lateral izquierdo Roger Marcé se despidió de la temporada por una lesión de rodilla, y ahora es otro de los puntales, el lateral diestro Val, el que está convaleciente de una dolencia de pubis. Sin embargo, Dufur y Axel están respondiendo con valentía ahora que se les requiere, y la llegada de Leiza otorga poso también atrás para un equipo que aspira a mantener su oficio zaguero hasta el final.

Le Normand cumple ciclo

Para lo que queda, en realidad, serán las ausencias sobrevenidas el factor que más pueda alterar el equilibrio en esta plantilla “corta pero supercompetitiva”, tal y como resume Unai Mendia. Para este fin de semana próximo en Pinilla, ante el Barbastro, asoma la sanción de un partido por acumulación de amonestaciones, por quinta amarilla, que deberá cumplir el francés Theo Le Normand. Cubrir su sitio en la medular obligará a una recomposición en la que Mendia tendrá el objetivo de afinar para que su muro no se tambalee.