El delantero del conjunto turolense Stéphane Emaná lucha por un balón dividido. Antonio García/Bykofoto
El CD Teruel tendrá que pelear por el campeonato hasta el último momento
El conjunto rojillo desaprovecha una oportunidad de oro para aumentar las distancias en la tabla
La recta final se prevé cuanto menos interesante. Ahora mismo, prácticamente todos los equipos se están jugando cosas importantes, por lo que no es de extrañar que estos salgan a los partidos con toda la carne en el asador. Sin ir más lejos, la pasada jornada a los tres equipos de arriba, Teruel, Penya Deportiva y Valencia Mestalla, que se disputan el trono de la categoría, les tocó claudicar ante tres conjuntos de la parte baja, que se están jugando el amargo descenso, Atlético Saguntino, Badalona Futur y AE Prat, respectivamente. De esta manera, al combinado rojillo les va a tocar mantener la tensión hasta el final si verdaderamente quieren hacerse con el campeonato, algo de lo que son muy conscientes en el seno de la entidad turolense: “El tramo final de temporada va a ser así. A todos los equipos les va a costar muchísimo sacar los partidos, a nosotros también. No va a ser fácil ser campeones en un grupo como este, que es terrorífico. No vamos a ganar la liga a falta de dos jornadas ni de tres ni de cuatro, la ganaremos por un punto y en la última jornada”, indicó al respecto el técnico del club, Víctor Bravo.
Este domingo pasado se presentó para los turolenses como un escenario perfecto para conseguir hacerse con un margen todavía mayor, que les permitiera encaminar más claramente el campeonato, ya que sus dos perseguidores se encontraron con dos resultados adversos.
La Penya Deportiva, que atravesaba una racha de cuatro victorias consecutivas, se dio de bruces contra la derrota ante un contundente Badalona que cerró un 3-1 favorable, con el que se aleja del descenso. El Valencia Mestalla, por su parte, tampoco consiguió sacar los tres puntos, ya que la AE Prat planteó un partido férreo en lo defensivo y consiguió que el marcador no variase su resultado inicial, dejando así el 0-0. De esta manera, si el Teruel hubiese conseguido sumar de tres, su ventaja actual sería de siete puntos con el segundo clasificado y de ocho con el tercero de la lista. Una brecha que no serviría para dar nada por cerrado, pero que, sin duda alguna, aportaría cierta calma a los rojillos, a los que todavía les espera un camino duro en el que, además, todavía tienen que verse las caras con sus dos perseguidores.
Así pues, en la jornada 28 el conjunto que dirige Víctor Bravo dejó escapar una oportunidad de oro para aumentar distancias en la tabla clasificatoria. Como se suele decir, el tren pasó y el combinado rojillo no se subió. Un tren que, además, no pasará más veces.
No obstante, pese a haber dejado escapar esta oportunidad, no todo va a ser negativo, y es que con el empate ante el Atlético Saguntino, los de Víctor Bravo consiguieron añadir un punto a su ventaja respecto al segundo clasificado, de manera que ahora en lugar de una distancia de cuatro puntos con la Penya Deportiva, ostentan un balón de oxígeno de cinco puntos. A día de hoy, puede parecer que ese punto extra no cambia mucho o nada la situación, pero, tal y como se vaticina este final de temporada, este punto puede terminar siendo determinante.
Mientras tanto, no hay tiempo para especulaciones, ya que todo continúa su curso. Así pues, el CD Teruel regresa al trabajo una nueva semana más, confiando en su método para lograr sus objetivos y con la mirada puesta ya en su próximo rival, el CD Ebro.
En el derbi aragonés la escuadra rojilla volverá a frotar la lámpara, volverá a rezar todo lo que sabe y volverá a trabajar como lo ha venido haciendo durante la mayor parte de la temporada para invocar a la victoria.
Un mantra que mantendrá de cara a sus últimas citas de la temporada, cuando tendrá que bregar en las aguas más bravías, ya que de la jornada 30 a la 34, el equipo rojillo recibirá al Valencia Mestalla, a la SD Formentera y al Terrassa en Pinilla y viajará hasta Ibiza y Manresa para verse las caras con la Peña Deportiva y con el Manresa. De manera que, en las últimas cinco jornadas el bloque turolense se enfrentará con los cinco equipos que se encuentran justo por debajo suyo en la clasificación. Todo un desafío al que los de Víctor Bravo pretenden llegar en un gran momento y no desinflarse.
Este domingo pasado se presentó para los turolenses como un escenario perfecto para conseguir hacerse con un margen todavía mayor, que les permitiera encaminar más claramente el campeonato, ya que sus dos perseguidores se encontraron con dos resultados adversos.
La Penya Deportiva, que atravesaba una racha de cuatro victorias consecutivas, se dio de bruces contra la derrota ante un contundente Badalona que cerró un 3-1 favorable, con el que se aleja del descenso. El Valencia Mestalla, por su parte, tampoco consiguió sacar los tres puntos, ya que la AE Prat planteó un partido férreo en lo defensivo y consiguió que el marcador no variase su resultado inicial, dejando así el 0-0. De esta manera, si el Teruel hubiese conseguido sumar de tres, su ventaja actual sería de siete puntos con el segundo clasificado y de ocho con el tercero de la lista. Una brecha que no serviría para dar nada por cerrado, pero que, sin duda alguna, aportaría cierta calma a los rojillos, a los que todavía les espera un camino duro en el que, además, todavía tienen que verse las caras con sus dos perseguidores.
Así pues, en la jornada 28 el conjunto que dirige Víctor Bravo dejó escapar una oportunidad de oro para aumentar distancias en la tabla clasificatoria. Como se suele decir, el tren pasó y el combinado rojillo no se subió. Un tren que, además, no pasará más veces.
No obstante, pese a haber dejado escapar esta oportunidad, no todo va a ser negativo, y es que con el empate ante el Atlético Saguntino, los de Víctor Bravo consiguieron añadir un punto a su ventaja respecto al segundo clasificado, de manera que ahora en lugar de una distancia de cuatro puntos con la Penya Deportiva, ostentan un balón de oxígeno de cinco puntos. A día de hoy, puede parecer que ese punto extra no cambia mucho o nada la situación, pero, tal y como se vaticina este final de temporada, este punto puede terminar siendo determinante.
Mientras tanto, no hay tiempo para especulaciones, ya que todo continúa su curso. Así pues, el CD Teruel regresa al trabajo una nueva semana más, confiando en su método para lograr sus objetivos y con la mirada puesta ya en su próximo rival, el CD Ebro.
En el derbi aragonés la escuadra rojilla volverá a frotar la lámpara, volverá a rezar todo lo que sabe y volverá a trabajar como lo ha venido haciendo durante la mayor parte de la temporada para invocar a la victoria.
Un mantra que mantendrá de cara a sus últimas citas de la temporada, cuando tendrá que bregar en las aguas más bravías, ya que de la jornada 30 a la 34, el equipo rojillo recibirá al Valencia Mestalla, a la SD Formentera y al Terrassa en Pinilla y viajará hasta Ibiza y Manresa para verse las caras con la Peña Deportiva y con el Manresa. De manera que, en las últimas cinco jornadas el bloque turolense se enfrentará con los cinco equipos que se encuentran justo por debajo suyo en la clasificación. Todo un desafío al que los de Víctor Bravo pretenden llegar en un gran momento y no desinflarse.
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