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El CD Teruel se lleva en el último minuto el beso de una victoria esquiva hasta el final (1-2) El CD Teruel se lleva en el último minuto el beso de una victoria esquiva hasta el final (1-2)
Cuarta victoria seguida del CD Teruel, este domingo en casa del Izarra

El CD Teruel se lleva en el último minuto el beso de una victoria esquiva hasta el final (1-2)

El equipo ve peligrar en diez minutos un triunfo que se había ganado y que Marí recuperó de penalti en el 95
Mientras la ciudad termina de llorar el drama de sus Amantes, su equipo de fútbol, el CD Teruel, sigue viviendo una historia de amor con tintes épicos, de finales felices, de alegría ininterrumpida que dura ya camino de dos meses. El equipo rojillo conquistó este domingo, en el difícil campo del Izarra de Estella, su cuarta victoria consecutiva en un partido que mantuvo bien controlado, sobre cánones clásicos, solvencia y madurez, durante los primeros 80 minutos. Que se le alborotó en el cuarto de hora final, como los amoríos adolescentes de verano, tormentosos y oscuros. 

Y que terminó con un final feliz inesperado y soleado, un gol postrero de Miguel Marí gracias al cual el equipo de Unai Mendia continúa una semana más en su testaruda y acelerada persecución sobre los equipos que ya se han convertido en rivales directos por el ascenso a Primera RFEF, y que empiezan a acelerar el paso en vista del ritmo que el Teruel conserva. 19 puntos de 21 es un balance más que respetable para los siete últimos partidos de liga, todos los de este 2025. En casa y fuera, con fútbol o con sufrimiento. O con todo a la vez. El equipo está enamorado de sí mismo y de su racha triunfal, y quiere beso, boda y perdices. 

Las que colocó Mendia para empezar el choque sobre el césped de Merkatondoa se parecieron mucho a las habituales en los últimos tiempos, con un matiz. La vuelta de Peru al once significaba el regreso del equipo a un esquema con ariete puro, lejos del falso nueve con Febas que también fue triunfal en las citas anteriores. Todo lo demás, lo esperado, con Taliby en puerta, Serrano, Cabetas, López y Dufur atrás, Marí, Theo y Parra en la medular y acompañando a Ruiz los estiletes Moha y Obeng. Éste último se ha convertido ya en la gran noticia del mercado de invierno. 

Al cuarto de hora, ya había vuelto a demostrar que lo que le gusta es hacer felices a los demás. Sobre todo a los que reciben sus pases. De nuevo Le Normand fue decisivo de cara al gol, y el regalo del extremo lo convirtió el francés en el 0-1 que colocaba al Teruel en camino de un nuevo triunfo. El tanto serenó los ánimos locales, apretó líneas y concentración y dio paso a una larga fase de partido de idas y venidas sin, eso sí, traslación al marcador, que llegó al descanso con el cero a uno. Tampoco pasaron grandes cosas a la reanudación.

Pero a medida que los cambios fueron modificando el panorama en la segunda parte, el partido se reactivó desde la travesura. Con Febas por Peru y Leiza por Serrano, a la hora de partido, el Izarra aprovechó y cambió todo el frente de ataque para empujar diez metros hacia adelante aprovechando la falta de batalla sobre sus centrales. Con Hoyos e Ismail sobre el tapete, el cuadro navarro empezó a buscar el empate con seriedad, y lo halló a consecuencia de un penalti en el minuto 80 transformado por Eneko. Desde ahí hasta el final, la locura. Toma y daca de unos y otros, con expulsión incluida a Axel que dejaba al Teruel en inferioridad para el tiempo de descuento. 

Pero ni aún así deja de sobrevivir el equipo mudéjar, que vio incluso cómo Hoyos estrellaba un balón en el palo de la portería de Taliby, un posible 2-1 que se convertiría en el 1-2 final gracias a otro penalti, en este caso favorable al Teruel, que Marí convirtió para traer a la tierra de los Amantes tres puntos que sirven para acumular una buena dote, 40 unidades, ya a dos del play-off que ahora cierra el Ejea. Por delante de ellos, los cuatro primeros aceleran para tratar de huir de la carrera concienzuda y obstinada de un pretendiente que sólo quiere festejar con el ascenso.  
 

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