Los hombres de Sergio Lagunas defienden con seriedad un córner en contra en el partido ante el CD Ebro. Tomás Santos
El Calamocha apunta maneras en el empate ante el CD Ebro (0-0)
Los calamochinos pudieron llevarse el encuentro con un gol anulado
El marcador no se movió en Jumaya en un encuentro en el que unos y otros dejaron ver que aún tienen mucho trabajo por hacer, pero también algunos destellos de calidad y buenas maneras. Al final, el reparto de puntos puede considerarse justo, aunque el Calamocha tuvo más posesión de balón y las ocasiones más claras, como un gol anulado por fuera de juego que pudo decantar el partido. De esta manera, el Calamocha, que apostó fuerte durante este mercado, ya dejó ver algunos detalles que, si todo marcha por el mismo camino, le auguran un futuro con más notas positivas que negativas.
Calamocha y Ebro iniciaban su andadura en la nueva temporada y lo hacían con demasiados nervios e imprecisiones. Lo cierto es que los locales querían agradar a los suyos y hacerse con el balón, pero la voluntad no era suficiente. La falta de rodaje propia de los primeros partidos de la temporada se hizo claramente evidente desde el pitido final, y aunque el conjunto turolense intentaba tocar el balón en busca de generar espacios, las imprecisiones marcaban su juego. Mientras, el CD Ebro se había mostrado desde el primer minuto como un equipo rocoso y compacto en el centro del campo, centrando sus esfuerzos en no dejar hacer al rival.
Así, entre unos y otros, los minutos pasaban sin que se diesen ocasiones claras de gol. Un par de balones colgados al área, que la defensa visitante acabó atajando, un córner y un lanzamiento de falta eran el único bagaje ofensivo de los locales después de más de veinte minutos disputados. Tampoco Unai tenía demasiado trabajo en su marco y, aunque el Ebro trató de aprovechar algún contragolpe para sorprender al meta local, sus estadísticas apenas mostraban un tiro lejano que se fue demasiado alto.
Los contratiempos tampoco tardaron en aparecer y en el minuto 17 el técnico local tuvo que cambiar sus fichas sobre el tablero tras la lesión de Christian. Le sustituyó Paulo André, que cuajó un buen partido en su lugar y, aunque el equipo tardó algunos minutos en recuperar la calma, se adaptó pronto a la nueva situación.
Pasaban los minutos y la decoración del encuentro apenas cambiaba. Cierto es que el Calamocha se mostraba cada vez menos nervioso y perdía menos balones en el centro del campo, pero al equipo le faltan todavía esos automatismos que facilitan la labor de sus jugadores y la falta de entendimiento entre unos y otros permitía al CD Ebro hacer valer su presión defensiva. Apenas conseguían los locales dar tres pases consecutivos. Tampoco el juego directo le funcionaba a los turolenses, demasiado imprecisos y dubitativos. Y con todo, se llegaba al descanso sin ninguna ocasión clara en las porterías de Jumaya.
Torcal puso a prueba los reflejos de Mateo y Fonsi le puso un buen balón a Paulo, que no conseguía batir la portería contraria. Mientras, el equipo visitante apretaba los dientes, trataba de no perder la posición y esperaba la ocasión para salir al contragolpe, la tuvieron en un saque de esquina que consiguió despejar con apuros la zaga local, y en un remate de Sayu que se fue fuera por poco. Pero la ocasión más clara fue para el Calamocha, que vio cómo el colegiado le anulaba un gol por fuera de juego.
Al final, el marcador no se movió y unos y otros sumaron un punto que sabe mejor al CD Ebro y deja con un sabor de boca agridulce al Calamocha, que por momentos mereció algo más. No obstante, fue un buen arranque para el Calamocha, ya que plantó cara y pudo vencer a un equipo que el año pasado acabó tercero y este año se postula como uno de los candidatos al título de la categoría.
Calamocha y Ebro iniciaban su andadura en la nueva temporada y lo hacían con demasiados nervios e imprecisiones. Lo cierto es que los locales querían agradar a los suyos y hacerse con el balón, pero la voluntad no era suficiente. La falta de rodaje propia de los primeros partidos de la temporada se hizo claramente evidente desde el pitido final, y aunque el conjunto turolense intentaba tocar el balón en busca de generar espacios, las imprecisiones marcaban su juego. Mientras, el CD Ebro se había mostrado desde el primer minuto como un equipo rocoso y compacto en el centro del campo, centrando sus esfuerzos en no dejar hacer al rival.
Así, entre unos y otros, los minutos pasaban sin que se diesen ocasiones claras de gol. Un par de balones colgados al área, que la defensa visitante acabó atajando, un córner y un lanzamiento de falta eran el único bagaje ofensivo de los locales después de más de veinte minutos disputados. Tampoco Unai tenía demasiado trabajo en su marco y, aunque el Ebro trató de aprovechar algún contragolpe para sorprender al meta local, sus estadísticas apenas mostraban un tiro lejano que se fue demasiado alto.
Los contratiempos tampoco tardaron en aparecer y en el minuto 17 el técnico local tuvo que cambiar sus fichas sobre el tablero tras la lesión de Christian. Le sustituyó Paulo André, que cuajó un buen partido en su lugar y, aunque el equipo tardó algunos minutos en recuperar la calma, se adaptó pronto a la nueva situación.
Pasaban los minutos y la decoración del encuentro apenas cambiaba. Cierto es que el Calamocha se mostraba cada vez menos nervioso y perdía menos balones en el centro del campo, pero al equipo le faltan todavía esos automatismos que facilitan la labor de sus jugadores y la falta de entendimiento entre unos y otros permitía al CD Ebro hacer valer su presión defensiva. Apenas conseguían los locales dar tres pases consecutivos. Tampoco el juego directo le funcionaba a los turolenses, demasiado imprecisos y dubitativos. Y con todo, se llegaba al descanso sin ninguna ocasión clara en las porterías de Jumaya.
Fuera nervios y dominio
En el segundo tiempo la decoración del partido cambio. El Calamocha pareció templar nervios en su paso por los vestuarios y se mostraba ahora más seguro y preciso sobre el terreno de juego. Llegaron así las primeras ocasiones claras de los locales, que empezaban a merodear el área contraria y, amén de forzar tres córners casi consecutivos, a punto estuvo de adelantarse en el marcador con un buen remate de Paulo. Lo intentaban cada vez con más ahínco los locales, que encerraron al CD Ebro en su campo durante muchos minutos.Torcal puso a prueba los reflejos de Mateo y Fonsi le puso un buen balón a Paulo, que no conseguía batir la portería contraria. Mientras, el equipo visitante apretaba los dientes, trataba de no perder la posición y esperaba la ocasión para salir al contragolpe, la tuvieron en un saque de esquina que consiguió despejar con apuros la zaga local, y en un remate de Sayu que se fue fuera por poco. Pero la ocasión más clara fue para el Calamocha, que vio cómo el colegiado le anulaba un gol por fuera de juego.
Al final, el marcador no se movió y unos y otros sumaron un punto que sabe mejor al CD Ebro y deja con un sabor de boca agridulce al Calamocha, que por momentos mereció algo más. No obstante, fue un buen arranque para el Calamocha, ya que plantó cara y pudo vencer a un equipo que el año pasado acabó tercero y este año se postula como uno de los candidatos al título de la categoría.
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