El Andorra pelea un triunfo que le niega un Épila consistente (0-0)

El Andorra no pudo pasar del empate ante el Épila en un encuentro marcado por la falta de ocasiones claras y la intensidad en el centro del campo. A pesar de que los andorranos llevaron el peso del partido en la primera mitad, no lograron materializar su dominio en goles. Y en la segunda parte, el Épila reaccionó y equilibró las fuerzas, pero tampoco encontró el camino al gol. Desde el inicio, el Andorra mostró su intención de controlar el partido. Se adueñó de la posesión y trató de imponer su juego, obligando al Épila a replegarse y esperar su oportunidad. Sin embargo, la solidez defensiva del equipo visitante frustró todos los intentos locales, evitando que el dominio del Andorra se tradujera en ocasiones peligrosas.

Pese a la insistencia andorrana, la primera parte se desarrolló sin grandes sobresaltos en las áreas. El Andorra tocaba y buscaba espacios, pero sin éxito en los metros finales. El once de la ribera del Jalón, por su parte, resistió con orden y apenas cometió errores que pudieran comprometer su portería. Con un Andorra dominador pero sin acierto, el partido llegó al descanso con el 0-0 en el marcador; típico partido de final de temporada entre dos equipos de la zona media-alta, ordenados y bien trabajados, con respeto además entre ambos.

Reacción visitante

La segunda mitad trajo consigo un cambio en el desarrollo del encuentro. El equipo zaragozano empezó a ganar protagonismo, equilibrando el juego y mostrando más determinación en ataque. Poco a poco, los visitantes se fueron asentando mejor en el campo, dificultando la circulación del Andorra y generando más peligro que en la primera parte; en racha, tres victorias seguidas, los del Jalón llevaban un buen plan de partido, con orden tanto en ataque como en defensa.

Pero el Andorra ni se acobardó ni se aculó en el área, bien al contrario, busco equilibrar desde lo físico. Y así el partido se volvió más trabado, con constantes disputas en el centro del campo y pocas llegadas claras. La intensidad fue en aumento y las defensas se impusieron a los ataques. Ninguno de los dos equipos conseguía romper la igualdad, y el marcador seguía sin moverse a medida que el tiempo avanzaba. Mediada la segunda parte, el empuje visitante había sido ya equilibrado por los de Carlos Gil, que empezó a mover el banquillo para buscar el triunfo ante una afición como siempre entregada y animosa en el Endeiza.

Al palo el Andorra

Y, al final, precisamente desde el banquillo pudo llegar el triunfo. La mejor oportunidad del partido llegó en los minutos finales. Pescador, recién ingresado, en una de las pocas ocasiones claras, estuvo a punto de desequilibrar el encuentro con un potente disparo que se estrelló en el palo. Fue la acción más peligrosa del Andorra, que a pesar de sus esfuerzos, no logró convertir su dominio en el resultado.

Finalmente, el partido concluyó sin goles y con la sensación de que ninguno de los dos equipos logró imponerse con claridad. El empate deja las cosas prácticamente igual en la clasificación, con el Andorra manteniéndose en la novena posición con 38 puntos, solo uno por detrás del Epila. El conjunto minero deberá centrarse ahora en su próximo compromiso, donde intentará reencontrarse con la victoria y romper una dinámica de empates que le aleja del play-off.