David Nadal trasladará a Arabia Saudí las labores que suele realizar en la Masía Pelarda. D. N.
Dos turolenses rumbo al dakar
David Nadal, como asistente de dirección, y Eduardo Guillén, como jefe de prensa, vivirán el sueño de debutar en la prueba ‘off-road’ más exigente del planeta
Para cualquier amante del motor, participar en un Dakar es todo un sueño. Este año, dos turolenses cumplirán el suyo. David Nadal y Eduardo Guillén ya se encuentran en territorio saudí, donde el día 5 de enero arrancarán una aventura que será bastante difícil de olvidar. Sus labores en el desierto serán bien distintas, ya que Nadal irá de ayudante de dirección del equipo de Rafa Tibau mientras que Guillén será el jefe de prensa del equipo Monster Energy Honda Team. Ambos tienen posibilidades reales de volver a Teruel con un triunfo bajo el brazo, aunque sea cual sea el resultado final la experiencia ya será un premio suficientemente grande para estos dos turolenses.
El año 2024 arrancará, como no puede ser de otra forma, con una nueva edición del Dakar. Los equipos ya están en Arabia Saudí, donde las dunas y la ardiente arena pondrán a prueba a un total de 778 competidores. No estarán solos, ya que junto a ellos cientos de ayudantes pasarán día y noche trabajando para que todo salga rodado y ninguno de los múltiples imprevistos que suelen aparecer durante la competición pueda arruinar el sueño de conquistar el desierto.
En dos de esos equipos de personas externas que tratarán de facilitarle la vida a los competidores estarán los dos representantes turolenses que esta semana viajaron hasta Arabia Saudí para emprender sus particulares desafíos. Tanto David Nadal como Eduardo Guillén debutan en la mayor prueba off-road del planeta, por lo que las ganas de que comience el espectáculo es proporcional al nerviosismo que les invade en estos días previos al arranque de la cita.
Nadal, que es el responsable de la Masia Pelarda en La Puebla de Valverde, afronta el Dakar como un reto, ya que supone trasladar su trabajo del día a día a una de las competiciones más exigentes del planeta y hacerlo dando asistencia a algunos de los equipos que pueden estar peleando por conseguir el título: “En carrera están los coches, pero los grandes equipos meten camiones que les dan asistencia. Dentro de la carrera no te puede ayudar más que otro participante. Rafa Tibau tiene una serie de camiones que llevan mecánicos y piezas para BRX, que es uno de los equipos más importantes”.
Por su parte, Guillén, fundador de la empresa Dronlimits, se estrena en Arabia Saudí como jefe de prensa del Monster Energy Honda Team, otra de las marcas favoritas para conseguir el triunfo en alguna de las modalidades. El exjugador de baloncesto profesional recibió la llamada de Honda después de haber trabajado durante todo el año junto a Mónica Plaza, realizando las piezas audiovisuales de la piloto aliaguina: “Tuve una videollamada y me llevaron a modo de prueba al Rally de Marruecos en octubre. Mi estancia allí les gustó y ahora han decidido hacerme contrato para el año que viene con ellos”. Así pues, Eduardo recibirá uno de los mejores regalos de Reyes de su vida, ya que participar en un Dakar era algo parecido a un objetivo vital para él: “Cuando monté la empresa le dije a mi hermana que quería ir al Dakar. Lo que no me imaginaba es que iba a ir en menos de tres años y con el equipo Honda”.
La ilusión también habita en el cuerpo de David Nadal antes de que la tensión de la carrera empiece a surtir efecto. “No sabes qué te vas a encontrar ni las condiciones, pero parte de lo que nos gusta de esta afición es improvisar y siempre seguir adelante y buscar soluciones. Hay nervios, pero los justos”, confiesa Nadal, quien trabajará de la mano de Rafa Tibau, el español con mayor número de participaciones en un Dakar: “Tibau ha montado una estructura nueva y necesitaba a gente de confianza, que sepa de desierto, de dunas, de mapas y de cartografía digital, pero también de gestión con personas. Eso es un poco lo que me toca hacer a mí en la Masia Pelarda. Me dijo que necesitaba ayuda y me animó a intentarlo y a aprender”.
Guillén ha tratado de descansar lo máximo posible en las jornadas previas al inicio de la competición, ya que sabe que una vez comience la acción sus horas de sueño se van a reducir considerablemente: “Vamos a estar unas veinte horas despiertos al día. Duermes cuatro horas en tienda de campaña y a funcionar. Va a ser duro”.
En cambio, Nadal no ha tenido mucho tiempo para relajarse antes de viajar hacia el Dakar, ya que sus últimas semanas han consistido en estudiar todo lo que podría ser necesario en el transcurso de la carrera. “Las labores de prepararse son fundamentales. Llevo estudiando toda la semana el reglamento, para ver lo que nos puede afectar al equipo a la hora de hacer asistencia”, explicaba el responsable de la Masía Pelarda antes de tomar el vuelo hacia Arabia Saudí. Sin embargo, Nadal sabe que cualquier suceso imprevisto puede arruinar toda la preparación previa: “Puedes ir muy preparado, pero luego hay unas lluvias inmensas que arrastran barrizales y toca improvisar, como ya pasó el año pasado. Hay que ir un poco a la aventura”.
Para Guillén ese se ha convertido en el objetivo primordial de la prueba, aunque no dependa de manera directa de él: “Espero volver de Arabia habiendo ganado el Dakar. De los seis corredores que van confío en que alguno pueda ganar. Es la primera vez que voy y estoy nervioso, pero con muchas ganas. Sé que va a ser muy duro, pero hasta que no esté allí no sé si es cómo me lo esperaba o no”.
Las expectativas son altas y todo está listo. En una semana, David Nadal y Eduardo Guillén empezarán a vivir una de las mejores experiencias de sus vidas. Los dos turolenses se comerán las uvas a miles de kilómetros de sus seres queridos, pero, comenzarán el año cumpliendo el sueño de debutar en todo un Dakar.
El año 2024 arrancará, como no puede ser de otra forma, con una nueva edición del Dakar. Los equipos ya están en Arabia Saudí, donde las dunas y la ardiente arena pondrán a prueba a un total de 778 competidores. No estarán solos, ya que junto a ellos cientos de ayudantes pasarán día y noche trabajando para que todo salga rodado y ninguno de los múltiples imprevistos que suelen aparecer durante la competición pueda arruinar el sueño de conquistar el desierto.
En dos de esos equipos de personas externas que tratarán de facilitarle la vida a los competidores estarán los dos representantes turolenses que esta semana viajaron hasta Arabia Saudí para emprender sus particulares desafíos. Tanto David Nadal como Eduardo Guillén debutan en la mayor prueba off-road del planeta, por lo que las ganas de que comience el espectáculo es proporcional al nerviosismo que les invade en estos días previos al arranque de la cita.
Nadal, que es el responsable de la Masia Pelarda en La Puebla de Valverde, afronta el Dakar como un reto, ya que supone trasladar su trabajo del día a día a una de las competiciones más exigentes del planeta y hacerlo dando asistencia a algunos de los equipos que pueden estar peleando por conseguir el título: “En carrera están los coches, pero los grandes equipos meten camiones que les dan asistencia. Dentro de la carrera no te puede ayudar más que otro participante. Rafa Tibau tiene una serie de camiones que llevan mecánicos y piezas para BRX, que es uno de los equipos más importantes”.
Por su parte, Guillén, fundador de la empresa Dronlimits, se estrena en Arabia Saudí como jefe de prensa del Monster Energy Honda Team, otra de las marcas favoritas para conseguir el triunfo en alguna de las modalidades. El exjugador de baloncesto profesional recibió la llamada de Honda después de haber trabajado durante todo el año junto a Mónica Plaza, realizando las piezas audiovisuales de la piloto aliaguina: “Tuve una videollamada y me llevaron a modo de prueba al Rally de Marruecos en octubre. Mi estancia allí les gustó y ahora han decidido hacerme contrato para el año que viene con ellos”. Así pues, Eduardo recibirá uno de los mejores regalos de Reyes de su vida, ya que participar en un Dakar era algo parecido a un objetivo vital para él: “Cuando monté la empresa le dije a mi hermana que quería ir al Dakar. Lo que no me imaginaba es que iba a ir en menos de tres años y con el equipo Honda”.
La ilusión también habita en el cuerpo de David Nadal antes de que la tensión de la carrera empiece a surtir efecto. “No sabes qué te vas a encontrar ni las condiciones, pero parte de lo que nos gusta de esta afición es improvisar y siempre seguir adelante y buscar soluciones. Hay nervios, pero los justos”, confiesa Nadal, quien trabajará de la mano de Rafa Tibau, el español con mayor número de participaciones en un Dakar: “Tibau ha montado una estructura nueva y necesitaba a gente de confianza, que sepa de desierto, de dunas, de mapas y de cartografía digital, pero también de gestión con personas. Eso es un poco lo que me toca hacer a mí en la Masia Pelarda. Me dijo que necesitaba ayuda y me animó a intentarlo y a aprender”.
Preparados para sufrir
A pesar de las ganas que ambos tienen de que comiencen a rugir los motores en medio del desierto, también son conscientes de que les quedan quince días de dureza extrema por delante.Guillén ha tratado de descansar lo máximo posible en las jornadas previas al inicio de la competición, ya que sabe que una vez comience la acción sus horas de sueño se van a reducir considerablemente: “Vamos a estar unas veinte horas despiertos al día. Duermes cuatro horas en tienda de campaña y a funcionar. Va a ser duro”.
En cambio, Nadal no ha tenido mucho tiempo para relajarse antes de viajar hacia el Dakar, ya que sus últimas semanas han consistido en estudiar todo lo que podría ser necesario en el transcurso de la carrera. “Las labores de prepararse son fundamentales. Llevo estudiando toda la semana el reglamento, para ver lo que nos puede afectar al equipo a la hora de hacer asistencia”, explicaba el responsable de la Masía Pelarda antes de tomar el vuelo hacia Arabia Saudí. Sin embargo, Nadal sabe que cualquier suceso imprevisto puede arruinar toda la preparación previa: “Puedes ir muy preparado, pero luego hay unas lluvias inmensas que arrastran barrizales y toca improvisar, como ya pasó el año pasado. Hay que ir un poco a la aventura”.
Conquistar el desierto
Aunque ninguno de los dos turolenses podrá sentir la adrenalina de conducir a toda velocidad por las dunas, ambos saben que tienen opciones de regresar a Teruel habiendo colaborado en la conquista del desierto saudí. Al trabajar con dos de los equipos punteros de la competición, ambos pueden ver la gloria de cerca.Para Guillén ese se ha convertido en el objetivo primordial de la prueba, aunque no dependa de manera directa de él: “Espero volver de Arabia habiendo ganado el Dakar. De los seis corredores que van confío en que alguno pueda ganar. Es la primera vez que voy y estoy nervioso, pero con muchas ganas. Sé que va a ser muy duro, pero hasta que no esté allí no sé si es cómo me lo esperaba o no”.
Las expectativas son altas y todo está listo. En una semana, David Nadal y Eduardo Guillén empezarán a vivir una de las mejores experiencias de sus vidas. Los dos turolenses se comerán las uvas a miles de kilómetros de sus seres queridos, pero, comenzarán el año cumpliendo el sueño de debutar en todo un Dakar.
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