Deshacer el trivote impulsa al Teruel a una hora de fútbol de buen nivel

La sala de máquinas del CD Teruel había venido siendo cosa de tres pilotos en los primeros partidos de esta liga que ha consumido ya su primer mes. Unai Mendia apostó inicialmente en la medular por un encofrado similar al del año pasado en Primera Federación; entonces eran Borja, Tena y Castillo con Jardiel, con Unai suelen ser Marí, Le Normand y uno más que oscila entre Parra, Caro y Fruniz. Con ese cemento el Teruel edificó algunos buenos minutos sueltos en los primeros partidos de liga.

Pero la visita a Getxo de hace diez días obligó a replantear la arquitectura. Poco gol, y allí en tierras vizcaínas incluso poco ataque. Así que el entrenador mudéjar no dudó en meter el bisturí y lanzar al equipo unos metros hacia adelante para la visita del Gernika de este fin de semana. El elemento clave en esta ocasión fue Joel Febas, hasta entonces volante de banda con fortuna irregular. El domingo se destapó como un mediapunta central con muchas prestaciones.

Junto con Le Normand formó una sociedad en el centro del campo de Pinilla sobre la que se generaron un buen número de acercamientos peligrosos, un volumen de llegadas lo suficientemente regular como para que el Teruel encarrilase su primera victoria del curso con dos goles en la primera parte ante los vascos. Marí ancló y los otros dos dibujaron la ofensiva local, en la que Febas tuvo incluso la oportunidad de anotar su primer gol.

Hasta que dura la gasolina

En resumidas cuentas, Mendia transformó su 4-3-3 de cabecera en un 4-2-3-1 al más puro estilo del doble pivote de mezcla y escalado que tuvo gran predicamento a principios de la pasada década. Un centrocampista más posicional, Marí, se entiende con otro más dinámico, Le Normand, para entre ambos dar vuelo a un armador en tres cuartos, Febas. El retoque le regaló a Pinilla una hora de fútbol más que aseado a partir de la cual quedó la contienda casi finiquitada.

Pero este desbloqueo en el centro del campo sometió también al equipo, y a su centro del campo, a un desgaste físico superior que obliga a Mendia a plantear cambios no sólo de nombres, también tácticos. A partir de la hora de juego la condición física de los constructores del fútbol turolense empieza a menguar de manera acelerada. Y el primer cambio es cuestión de tiempo, Caro debe ocupar el sitio de Febas en el terreno de juego.

Los minutos también pesan para el francés Le Normand, que suele ser siempre uno de los futbolistas que entran en la rotación de sustituciones del entrenador rojillo. El domingo permaneció sobre el césped 80 minutos, y dejó su sitio a Fruniz para un cuarto de hora final en el que al Teruel le tocó armarse, defenderse y resistir el empuje de los visitantes en los últimos minutos. Salió bien la jugada, el Teruel amarró los puntos y la libreta de Mendia guarda nuevas anotaciones tácticas para una plantilla que, sin ser muy numerosa, sí guarda variantes y posibilidades que le habrán de ser útiles de cara al futuro. Lo más inmediato, este mismo domingo en casa del Anguiano, en La Rioja. Allí aguarda un rival necesitado, otro reto para los cimientos del CD Teruel.