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Un ciclista que se lleva todos los flashes en el paseo Independencia de Zaragoza Un ciclista que se lleva todos los flashes en el paseo Independencia de Zaragoza
Javier Macipe, la escultura de Mauricio, Daniel Elena y Joaquín Macipe (de izda. a dcha.) en el paseo Independencia

Un ciclista que se lleva todos los flashes en el paseo Independencia de Zaragoza

La escultura promocional de Mauricio es obra de Joaquín Macipe y Daniel Elena
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A pocos días de que se estrene en salas comerciales La estrella azul, el primer largometraje del turolense Javier Macipe -23 de febrero en una veintena de salas de toda España, entre ellas el Cine Maravillas de Teruel-, un personaje se ha convertido en el más fotografiado del céntrico Paseo Independencia de Zaragoza. Se trata de Mauricio Aznar (1964-2000), el músico aragonés, sobre el que habla la película y líder de bandas míticas como Más Birras o Almagato, o mejor dicho, de la escultura en resina de poliester con su figura que han creado los artistas Joaquín Macipe, también turolense y hermano del director de la película, y Daniel Elena, escultor zaragozano afincado en Alcañiz.

La escultura se instaló frente a los cines Palafox de la capital del Ebro hace dos semanas para promocionar el estreno de la película, y su éxito ha sido tal que ya se baraja la posibilidad de que el Ayuntamiento de Zaragoza la reproduzca en bronce en memoria de uno de sus músicos más añorados, pionero de la escena del rock’n’roll aragonés de los 80 y 90. “Las reacciones en las redes sociales están siendo espectaculares”, explica Daniel Elena, en cuyo taller de Alcañiz se construyó la escultura. “Desde antiguos fans de Mauricio, que se hacen fotografías con textos como ‘Hoy me reencuentro con un viejo amigo’ hasta chavales jóvenes que han conocido su importancia gracias a esta escultura”.

El artista Joaquín Macipe es en parte uno de los responsables de que el viernes se estrene La estrella azul, ya que fue un gran fan de Más Birras. “Todavía recuerdo el día que me compré mi primer disco -Al este del Moncayo, 1987, primero de la banda y donde apareció Apuesta por el rock and roll, uno de sus éxitos más versionados-, en el Corte Inglés con 1.000 pesetas”. Ese disco giró muchas veces en casa de los Macipe, y Javier, doce años más joven que Joaquín, creció escuchando Isabel, Cass, Vuelta atrás, Hay una cruz en el Saso, Beber no cura, la mejor versión jamás escrita del Summertime Blues de Eddie Cochran, o Oh, Ana!. El propio Javier Macipe ha dicho que el proyecto de rodar una película sobre Mauricio nació hace diez años, aunque ha esperado a estar completamente preparado para ofrecer una obra que impresionó en el Festival de San Sebastián, y que está cosechando unas críticas excelentes entre la prensa especializada.

La escultura representa a Mauricio con su icónico tupé rizado, su sonrisa característica, la bicicleta y una guitarra al hombro. Según Joaquín Macipe, “seguramente hubiera sido más fácil representarlo cantando con un micrófono, pero yo quise ser fiel a la imagen que tenía el Mauricio más humano y más cercano”.

Con diez años Joaquín recuerda cuando a su regreso del colegio solía cruzarse con Mauricio Aznar en el barrio zaragozano de Casablanca, donde ambos vivían. El músico siempre iba con botas y chupa de rockabilly, bicicleta -”y en aquella época no era nada habitual utilizar la bicicleta como transporte urbano”, recuerda Macipe- y una guitarra al hombro. “En esa época ya era muy conocido en Zaragoza, y desde luego para mí era como una estrella”, recuerda Joaquín. “Yo le saludaba siempre. ‘¡Mauricio!’ Y él me devolvía el saludo, con esa sonrisa suya tan especial, de alguien que no terminaba de creerse que era famoso, que no se llegó a tomar muy en serio a sí mismo”.

Detalle del rostro de la escultura creada en el taller de Daniel Elena en Alcañiz

Entre Javier y Joaquín Macipe decidieron crear la escultura que puede verse en el Paseo Independencia para promocionar la película, y el artista pidió colaboración a Daniel Elena, a quien había conocido en una de las ediciones de la Bienal de Arte de la Comarca de Andorra Sierra de Arcos. “Era un proyecto muy complejo y ambicioso, necesitaba la ayuda de alguien como Elena”, explica Macipe. “Nos hemos cruzado en varios proyectos -entre otros, Daniel Elena es autor del Buñuel de la plaza España de Calanda o de la Resurrección junto a la Torre de San Martín en Teruel- y sabía que podíamos hacer un buen trabajo juntos”.

Y así ha sido. La pieza refleja a la perfección tanto el aspecto como la filosofía de vida de Mauricio. Y no ha sido nada fácil. Primero tuvieron que construir una estructura en hierro, después modelar la figura en barro, a partir de ahí crear catorce moldes en escayola -cada uno de una parte de la escultura-, sacar 14 piezas en resina y finalmente recomponerla. “Además añadimos la bicicleta, que es de hierro, y la guitarra, que es una guitarra auténtica, la primera que tuvo mi hermano Javier, a la que hemos dado un tratamiento para que parezca construida en el mismo material que el resto de la escultura”.

Elena se muestra muy satisfecho con el resultado, porque “quien lo conoce sabe perfectamente quién era Mauricio, pero quien no lo conoció, percibe en la escultura lo que queríamos transmitir, un tipo amable, divertido, un músico junto a quien a cualquier le apetece estar y hacerse una foto”.

Para ambos escultores lo más emocionante es precisamente la cantidad de fotos que están colgando en redes sociales personas que no conocieron Más Birras o Almagato. “Que gracias a esta escultura y a La estrella azul se acerquen a él es el mejor tributo que podíamos hacerle a Mauricio”, afirma Macipe.

No es nada convencional que dos artistas sean los autores de una misma escultura. Pero tampoco lo fue Mauricio, el hermano mayor de todos los rockabillies zaragozanos y al mismo tiempo un gran investigador del folclore argentino o de sonidos como la chacarera. Alguien que supo fundir las músicas cuando todavía nadie hablaba de fusión.

El objetivo es que Mauricio se instale en bronce en Zaragoza

Aunque los artistas estudiaron la posibilidad de realizar la escultura promocional de La estrella azul en bronce, su enorme coste les hizo desestimar la idea. Sin embargo el objetivo es que el Ayuntamiento de Zaragoza aproveche el modelo de Macipe y Elena para fundir una gran escultura en este material, en memoria de uno de los músicos contemporáneos más célebres de Zaragoza, que complemente el busto de que hay desde 2004 en la calle Mauricio Aznar de su barrio de Casablanca, cuyo coste sufragó su propio autor, Ignacio Rodríguez Ruiz Iñaki.

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