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Turia entra en el Olimpo de la cultura Turia entra en el Olimpo de la cultura
Puerta principal de la Caja de las Letras, con la puerta acorazada abierta, en los sótanos de la sede madrileña del Instituto Cervantes

Turia entra en el Olimpo de la cultura

El Instituto Cervantes homenajea este lunes a la revista turolense tomando en custodia el legado de su director, Raúl Carlos Maícas
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Ha estado en tantas ocasiones frente a su espectacular puerta acorazada que ya casi puede considerarla su casa. Pero a partir de mañana lo será con más motivo. El Instituto Cervantes (IE) rinde este lunes homenaje a la revista literaria Turia, dirigida por Raúl Carlos Maícas y editada por el Instituto de Estudios Turolenses, con motivo del 40 aniversario que cumplió en noviembre del pasado año. Y lo hará depositando su legado en la Caja de las Letras, la antigua cámara acorazada del Banco Santander Central Hispano, cuyo espacio ocupa desde 2007 la sede madrileña del IE.

Desde entonces custodia los más valiosos y variados tesoros y fetiches de la literatura y la cultura en español; desde un guion inédito de Luis García Berlanga hasta un puñado de tierra de la casa en Aracataca en la que nació Gabriel García Márquez, pasando por un ejemplar de la primera edición de Perito en Lunas, el primer poemario de Miguel Hernández o una partitura inédita del compositor Luis de Pablo.

Todos los Premios Cervantes, numerosos Premios Nobel y casi todo aquel que tiene algo interesante que decir en el mundo de la cultura en el ámbito hispanohablante tiene su pequeño rincón en la Caja de las Letras. Y a partir de ahora lo tendrá también Turia, una revista literaria que nació en 1983 en Teruel y sin la cual no se entiende la historia de la crítica literaria española. Una ventana por la que han mirado y han sido vistas todas las grandes referencias mundiales de la literatura.
 

Raúl Carlos Maícas, Fernando del Val y Luis Landero (de izda. a dcha.) el pasado año en Teruel


La revista Turia es una vieja conocida del IE, frente a cuya puerta de la Caja de las Letras ha fotografiado testimonialmente numerosas presentaciones que la revista ha realizado en Madrid para celebrar la edición de nuevos números.

Raúl Carlos Maícas y Turia se convierten así en la primera referencia turolense en ocupar un espacio en esa caja fuerte de los tesoros culturales hispanos, más allá de Luis Buñuel, representado por el legado de Enrique Graue, rector de la Universidad Autónoma de México, cuyo legado depositado en julio de 2023 está formado por libros, películas y documentales de varios autores españoles en el exilio, como el cineasta calandino, Ramón Xirau o Tomás Segovia. En concreto el cajetín 1407 de la cámara acorazada custodia una copia de Los Olvidados de Buñuel. Seguramente no es casual que, precisamente Luis Buñuel, haya sido siempre uno de los fetiches y de las principales referencias de Turia a lo largo de su dilatada historia. “Nuestro santo patrón laico”, como lo describe frecuentemente Raúl Carlos Maícas.

Mesa Redonda

Tras el acto de donación del legado del fundador y director de la revista, que lo depositará personalmente en el interior del cajetín asignado, se desarrollará una mesa redonda en la que se abordará la trayectoria y los méritos que ha reunido durante casi medio siglo la revista literaria. En ella intervendrán cuatro destacadas personalidades de la cultura hispana, muy vinculados a Turia, Javier Gomá (Filosofo, escritor, Premio Nacional de Ensayo y director de la Fundación Juan March); Isabel Hernández (catedrática de Filología Alemana y Eslava por la UCM y máxima experta española de literatura en alemán); Mercedes Monmany (escritora, crítica, editora, traductora y Medalla de la Orden de las Artes y las Letras de Francia); y Luis Landero, escritor, Premio Nacional de las Letras Españolas y Premio Nacional de Narrativa.

Conducirá el debate en el IE Fernando del Val, director del programa cultural Círculos Concéntricos de RNE, Premio El Ojo Crítico de poesía y responsable de muchas de las entrevistas en profundidad que ha publicado Turia durante los últimos años.

Una revista necesaria

Una de las ideas que se defenderán a ultranza en esa mesa redonda es que no es que sea una particularidad o una rareza que Turia sobreviva 40 años tras su fundación; es que “hoy es más necesaria que nunca”, como afirma Isabel Hernández. La autora lamenta que “a lo largo de las últimas décadas la práctica totalidad de las revistas puramente literarias que se editaban en España han ido desapareciendo. A pesar de las dificultades, Turia se ha mantenido como referente absoluto de este campo, en tanto que da voz al conjunto del panorama literario actual y brinda a los lectores la oportunidad de descubrir a autores, para algunos de los cuales la revista es su primera vía de acceso al público”.

En ese sentido Mercedes Monmany recuerda la importancia que las revistas culturales y literarias han tenido en España y en todo el mundo, como “elementos fundamentales para tomar el pulso de la cultura y de sus nombres propios en cada momento, para recordar aniversarios y reivindicar figuras notables que hubieran podido caer en el olvido”. “Y pasado el tiempo”, continua la autora del ensayo literario Por las fronteras de Europa, “son un auténtico palimpsesto, muy útil, que refleja lo mejor que ha dado una generación, incluyendo obras que luego probablemente se convirtieron en clásicos y sobre las que se apostó en su momento. Un palimpsesto que será de gran ayuda para estudiosos e investigadores posteriores. Por eso es una obligación mantener con vida este tipo de revistas”.
 

Mercedes Monmany y Maícas presentan ‘La nieve sobre el agua’ en 2019 


Isabel Hernández destaca que en las páginas de Turia “la frescura de los autores noveles se combina con la publicación de textos de otros consagrados”, sin obviar nunca un espacio para las reseñas de publicaciones más recientes, como un faro hacia lo más interesante de cuanto se publica. Aunque Hernández, como la mayor parte de sus compañeros que participarán en la mesa redonda del lunes, por encima de todo valora “los cartapacios que ofrecen al lector un panóptico completísimo de la obra de autores imprescindibles y en su conjunto se constituyen como obras de referencia sobre estos autores, pues los artículos que los conforman han sido redactados tanto por especialistas en la materia como por autores y críticos literarios suficientemente conocedores de la obra del autor en cuestión”. Según la filóloga, estos cartapacios han conformado a lo largo de las últimas cuatro décadas una auténtica enciclopedia de referencia. “Para todos aquellos a los que nos gusta leer y estar al tanto de la actualidad literaria, Turia se ha convertido en una publicación imprescindible no solo en España, sino también en Hispanoamérica”.

El filosofo Javier Gomá, que lamenta que la cultura en español siga teniendo mucha más proyección en el campo de la ficción que en la no ficción, afirma que “es atípico sociológica o estadísticamente” el hecho de que Turia haya cumplido hace casi un año los 40 de existencia. “Pero no lo es axiológica o moralmente: lo normal debería se que una revista cultural de estas características tuviera larga vida”.

Se declara lector “muy antiguo” de Turia, y coincide con Isabel Hernández en que su sección favorita son los cartapacios monográficos. “Son absolutamente extraordinarios. Varios de ellos los guardo en mi biblioteca en el estante donde están los libros del autor estudiado”.

La Coca-Cola de la cultura

Luis Landero, escritor que presentó en Teruel el número del 40 aniversario de Turia, en noviembre de 2023, tiene claro cuáles han sido las características que han definido a Turia: “La capacidad de supervivencia, la calidad insobornable y la presencia fundamental de Raúl Maícas”. Para el autor de Juegos de la edad tardía “que una revista así, que incluso no es tipográficamente atractiva, se mantenga en primera línea de fuego durante tantos años, y en este país tan desidioso con la cultura, es casi un milagro... En el mundo de las revistas literarias todo pasa, pero Turia continúa. Como la Coca-Cola en el mundo de los refrescos”.

A este respecto, Isabel Hernández sostiene que, aunque pueda parecer que en un mundo en el que domina lo rápido y lo mercantil, tampoco es tan extraño que sobreviva Turia, porque a fin de cuentas “la literatura sigue viva y seguimos existiendo una gran cantidad de buenos lectores, deseosos de que Turia les siga acercando novedades”.
 

Isabel Hernández


Pero Gomá matiza que eso siempre ha sucedido y no siempre ha sido suficiente: “España ha tenido pocas y débiles instituciones, en particular del ámbito cultural. Por eso que una revista cultural cumpla 40 años es digno de mucha celebración”.

Luis Landero ha sido uno de los muchos autores de renombre que han avanzado fragmentos de sus novelas todavía inéditas en las páginas de Turia -en su caso un capítulo inédito de La última función-. El escritor extremeño define a Maícas como “una persona tan discreta, tan inteligente y tan amable que, intelectualmente, es un auténtico encantador de serpientes”.

Sobre el director de Turia, fundador además de la revista junto a Ana María Navales en 1983, Mercedes Monmany se refiere a él como “ese gran gestor cultural, dinamizador e insustituible director experto en publicaciones culturales, el mejor que tenemos en nuestro país en estos momentos”. La autora destaca su “formación cultural y el enorme compromiso con su tarea”, así como su entusiasmo, contrario a los “directores habituales, que se duermen en los laureles, burocráticamente hablando”.

Coincide con sus colegas en responsabilizar al tesón de Maícas de que Turia se mantenga al pie del cañón, y subraya que “en la actual situación de las revistas literarias, que Turia dejara de existir sería una pérdida irreparable”.

Colaboraciones importantes

Han muchas las ocasiones que los cuatro autores han sido llamados a colaborar con Turia, a través de artículos, entrevistas, fragmentos de novelas inéditas o cartapacios especiales.

De todas las que Mercedes Monmany ha realizado, la catalana recuerda muy especialmente “el número de Turia dedicado a mi gran amigo desaparecido, el añorado poeta polaco Adam Zagajewski. O a otros grandes de la poesía en esa lengua como son Wislawa Szymborska, Czeslaw Milosz y Zbigniew Herbert”.

Como destacada traductora y experta en literatura en alemán, Isabel Hernández valora por su parte, de manera muy especial, el esfuerzo que ha hecho Turia por difundir a los grandes autores en esta lengua, como Heinrich Böll, Max Frisch, Friedrich Dürrenmatt, Robert Walser, Heinrich Mann o Franz Kafka. “De todas mis colaboraciones con la revista recuerdo con especial cariño los tres cartapacio es dedicados a los suizos Dürrenmatt, Walser y Max Frisch, porque no son excesivamente conocidos por el público”.

“Pero el cartapacio que este año ha dedicado a Kafka también me ha proporcionado una enorme satisfacción”, matiza, “puesto que lo primero que publiqué en el inicio de mi carrera universitaria fue una traducción con introducción y notas de una novela de Kafka, un autor por el que siempre he sentido una atracción especial”.
 

Javier Gomá, en la presentación de un número de Turia en Teruel, en 2018


Por su parte a Javier Gomá le viene a la cabeza la primera vez que escribió en Turia. “Fue la prepublicación en 2006 de un capítulo del libro que estaba escribiendo, Aquiles en el gineceo, que salió un año después, en 2007. Entonces sólo había escrito un libro, Imitación y experiencia (2003), y fue una alegría que, con tan poca obra, la revista me abriera las puertas”. “Somos viejos amigos”, afirma Gomá refiriéndose a Maícas. “que es lo mejor que puede decirse de un amigo, porque el tiempo siempre conspira a favor de la amistad, a diferencia del amor romántico”.

Raúl Carlos Maícas hará público el contenido del legado

Por seguir el protocolo que el Instituto Cervantes marca con la entrega de los legados culturales a la Caja de las Letras, Raúl Carlos Maícas no pudo revelar el pasado jueves, en rueda de prensa, el contenido exacto de aquello que entregará en custodia. Ni el contenido, ni el número de cajetín que ocupará, ni la fecha en la que tras su depósito deberá volver a abrirse para su examen -ya que la Caja de las Letras funciona como una especie de cápsula del tiempo-.

Sin embargo Maícas se comprometió a desvelar todas esas incógnitas el lunes, a partir de las 11.30 horas, durante el acto oficial que se llevará a cabo en el propio Instituto Cervantes, y que será retransmitido en directo por streaming a través del canal oficial de Youtube de esta institución. Y podría no hacerlo, ya que de hecho algunas de las personas que han depositado su legado en este peculiar se han guardado de revelar su contenido. Este solo podrá conocerse cuando se cumpla el plazo para la reapertura del cajetín, que en no pocos casos se producirá tras el fallecimiento de quien lo entregó.

En cualquier caso, Raúl Carlos Maícas explicó el jueves pasado que este legado que Turia dejará en la Caja de las Letras serán “textos, elementos y objetos muy relacionados con algunas de las personas que han jugado un papel fundamental en la historia de Turia”. Habrá seguro un recuerdo para Ana María Navales, la compañera de fatigas de Maícas en los inicios de Turia, hasta el fallecimiento de la escritora en 2009, y quizá para el escultor Pablo Serrano, artista que ejerció de principal valedor de la publicación en 1983. En cuanto a la fecha de reapertura del cajetín... ¿habrá elegido Maícas el 4 de noviembre de 2033, fecha del 50 aniversario de la revista? ¿O quizá el 4 de noviembre de 2083, cuando la revista esté en disposición de celebrar un siglo de vida? Habrá que esperar hasta el mediodía del lunes para saberlo.

Web del IC

La Caja de las Letras es una cámara acorazada inexpugnable pero, por fortuna, no es ni mucho menos secreta, como no debería serlo ninguna manifestación cultural. Cualquier persona con un ordenador puede dar una vuelta por esta cámara, aunque sea virtual. Con una interface similar a la que utiliza Google Street Viewer, uno puede sortear la puerta y pasear por las dos plantas del espacio, aunque la más interesante es la de abajo, aquella que guarda todos los legados. Además puede curiosearse el nombre de los propietarios de todos los cajetines y, pinchando en ellos, el internauta accede a una prolija información sobre la persona que realizó el legado, una descripción de este -en caso de que no sea secreto- e incluso un vídeo del acto de entrega. A la visita virtual puede accederse a través de la web de la institución: cervantes.org

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