‘Terror in Teruel Town’ cierra su ciclo de proyecciones con tres exhibiciones más

Junto a otros estudiantes del grado de Bellas Artes en el campus de Teruel, como Jairo Villacreses, Álex Chillón o Rebeca Opic, David Puyo y Dani León protagonizan Teruel in Teruel Town, comedia negra de terror rodada por el oscense Diego Saura que, tras un exitoso estreno en el Cine Maravillas el 20 de mayo, está recorriendo varios espacios de la capital turolense. Las próximas proyecciones previstas tendrán lugar hoy, en el Salón de Actos del Vicerrectorado a las 12 horas y en el Pub Flanagan’s a las 18 horas; y mañana viernes en el CSA A Ixena (22 horas).

Terror in Teruel Town es una apuesta por el cine experimental de Diego Saura, rodado con muy pocos medios y teniendo como referentes el cine de serie B, el cine giallo de los 60 o las películas de la productora Troma, caracterizadas por su contenido grotesco y absurdo, a caballo entre el humor surrealista y el cine gore.

Tanto para David Puyo, que interpreta al personaje protagonista de la película como para Dani León, que de algún modo interpreta a su némesis, ha sido la primera experiencia como actores, exceptuando precisamente algunos cortos que el propio Diego Saura ha rodado durante los últimos años mientras cursaba Bellas Artes en Teruel. “Precisamente por eso contó con nosotros para ayudarle en este proyecto, que es el TFG de Diego. Le habíamos ayudado en cortos anteriores, nos lo habíamos pasado muy bien y cuando me planteó protagonizar este proyecto lo acepté rápidamente”, explica Puyo.

El zaragozano interpreta al protagonista de Terror in Teruel Town, un personaje extraño, histriónico, histérico y que guarda más de un secreto. En la ficción viaja hasta Teruel para participar en un castin, ya que uno de sus mayores sueños en convertirse en actor, aunque ni todo sale como a él le hubiera gustado, ni sabe gestionarlo de la mejor manera posible.

“Como Diego (Saura), yo también soy algo friki del cine, y para interpretar a este personaje me basé en algunos referentes cinematográficos como Eraserhead (David Flynch) o Begotten (Elias Merhige)”, explica Puyo. “Queríamos que este personaje fuera el típico pringado que se va convirtiendo en un monstruo, que al principio hace gracia, hasta que se le va todo de las manos”. El actor amateur explica que el personaje lo construyeron entre Saura, el director, y él mismo: “Pensamos que el pelo largo por la cara daba mucho juego, y las gafas, el traje... todos esos detalles lo convierten en alguien muy especial”.

Por su parte Dani León, estudiante de Bellas Artes en Teruel procedente de Huesca, interpreta a un actor profesional, “alguien que es muy reconocido por su trabajo, que tiene un don natural para ser actor y que le salen bien las cosas incluso sin esforzarse”, narra Dani León. Recorre todos los tópicos del actor “engreído y presuntuoso, que cuando no le salen bien las cosas siempre culpa a los demás... básicamente el típico capullo”, afirma.

De hecho el personaje de Dani León es uno de los percutores que empujar al protagonista hacia la locura, “porque lo maltrata, le hace bullying”, aunque David Puyo reconoce que el protagonista es un tarado en potencia “al que le hace falta muy poco para enloquecer”.

De hecho el actor asegura que la película no trata de buscar culpables ni de responsabilizar a la sociedad de lo que le ocurre, aunque admite que “en algunos momentos puede llegar a dar pena, el espectador puede empatizar con él por la serie de desgracias que le ocurren... pero la verdad es que es un tío enfermo y odioso de verdad”.

Puyo y León afirman que la experiencia de rodar con Diego Saura ha sido enriquecedora y sobre todo “muy divertida”. El metraje es pródigo en escenas absurdas en las que la comicidad radica en la exageración, así que “en muchas ocasiones teníamos que repetir toma porque alguno de los actores o del equipo tras la cámara se echaba a reir”. Los escasos medios con los que se rodó Terror in Teruel Town también tuvieron su incidencia, como explica Puyo: “Las escenas que se rodaban con sangre tenían que salir a la primera para no malgastarla, así que las ensayábamos varias veces, primero sin sangre, y cuando hacíamos la toma buena tenía que salir sí o sí a la primera”.

Los dos jóvenes se muestran orgullosos del trabajo y en cierta medida sorprendidos por la buena acogida. “Cuando Saura me dijo que de corto iba a pasar a largometraje y que se estrenaría en el Maravillas me dio un poco de miedo”, admite León, “pero vino muchísima gente al cine a ver la película, y tuvo una acogida muy buena”.