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Medio centenar de miradas a través de las ventanas de las Bellas Artes Medio centenar de miradas a través de las ventanas de las Bellas Artes
Una visión distópica en ‘Ventana al futuro’, de Polina Menshikova

Medio centenar de miradas a través de las ventanas de las Bellas Artes

Cincuenta estudiantes del campus de Teruel exponen una colectiva de pintura
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La simbología del concepto de la ventana en el arte es tan rico que sirve desde una metáfora de sí mismo, del filtro a través del cual es posible mirar la realidad, hasta el de un nexo de unión entre lo individual y lo colectivo, el de la apertura a la esperanza, a la felicidad, a la reflexión o a la contemplación, pasando por el de un vaso comunicante entre dos mundos, dos seres o dos universos distintos o la materialización del punto de unión físico y mental entre otras dos grandes conceptualizaciones recurrentes en el mundo del arte, el hogar o nido y el mundo que circunda al sujeto que intenta interpretarlo a través de la actividad creativa. Es un elemento con reminiscencias renovadoras, refrescantes y revitalizantes, cuya etimología no tiene que ver tanto con la luz como con el viento -ventus en su raíz latina o wind en la inglesa-. Pero también puede ser la rendija que impide el paso, la que permite ver la degradación o el resquicio por el que se cuela lo indeseado. El propio cuadro es en sí una ventana, una construcción virtual en la que la perspectiva, el color, el objeto desarrollado dentro de sus límites es una ficción. El cuadro es ventana, una abertura sólida que se practica en un muro, una mirada a otra cosa.

A ese concepto está dedicada la exposición colectiva Ventanas 2021 que se puede visitar en el vestíbulo del Edificio de Bellas Artes de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas del campus de Teruel. Permanecerá abierta hasta el viernes, en el horario habitual de la sala de 9 a 20.30 horas. En ella participan 48 alumnos del grado de Bellas Artes de la asignatura, comisariados por la profesora Carmen Martínez Samper, que trabajan diferentes técnicas -óleo, acuarela, collage, fotografía, mixta, digital, ilustración...- para recrear ese concepto tan ambiguo, rico y potente.

 

‘Mirar hacia fuera, ver hacia dentro’, de Iris Roche

Color 1

La exposición colectiva es la culminación de un proyecto lectivo de la asignatura Color I que se lleva a cabo en 1º del grado de Bellas Artes. No supone solo la creación de un cuadro, sino también la investigación y el desarrollo de una serie de referentes y fuentes de inspiración que han servido a los estudiantes para construir su propia perspectiva, y que se plasma en un catálogo virtual elaborado por ellos mismos y al que podrá accederse a través de un código QR que estará inscrito en cartelería durante la muestra.

Carmen Martínez Samper, profesora de la asignatura, eligió la ventana como concepto sobre el que sus alumnos debían desarrollar su proyecto artístico, “y en el aula hemos trabajado ese concepto desde múltiples perspectivas para que ellos tuvieran una visión amplia para crear la suya”. “Hemos propuesto una serie de artistas como Matisse o Juan Gris, también hemos hablado de esa Ventana indiscreta de la cinematografía, de la pantalla del ordenador o del móvil, que también son ventanas, de los mundos interiores, de la literatura, de autores como Carmen Martín Gaite (La ventana, 1987), o la idea opuesta de la ventana como un espacio cerrado y restrictivo, que te permite asomarte pero que al mismo tiempo te limita y te impide salir”. “En ese sentido, entre los trabajos de los alumnos no faltan los que se refieren a la pandemia y el confinamiento”, matiza Martínez Samper, periodo en el que las ventanas han jugado un papel importante, como único nexo de unión con la realidad para muchas personas durante lo más duro del confinamiento, pero que al mismo tiempo recordaba constantemente la imposibilidad de salir físicamente al exterior.

 

Óleo de David Puyo titulado ‘Recuerdo intrusivo’

“Durante esta época hemos sentido la necesidad de expresarnos a través del hueco arquitectónico para hacer de la ventana nuestro lugar de encuentro”, explica la profesora”. “Por fin, el paisaje era real; ya no se correspondía con el paisaje que aparece como salvapantallas en nuestro ordenador. Miramos a través de ellas y sentimos el aire de la calle porque hay una necesidad de buscar el horizonte”.

De este modo Martínez Samper y sus alumnos han conseguido un doble objetivo; por un lado retornar de algún modo a la manifestación artística más convencional, primitiva o visceral, como quiera denominarse, que es la de la pintura, la simple pintura, la manifestación bidimensional del arte. “En ocasiones desde Bellas Artes se intenta teorizar tanto que a veces se deja de lado la pintura por temor a caer en los clásico”, advierte Martínez Samper. Y por otro lado, hacer una manifestación más sistemática desde Bellas Artes en Teruel de la pandemia desde el punto de vista artístico, ya que guste o no guste la catarsis que ha sufrido nuestra sociedad como consecuencia de la covid-19 debería tener su reacción en el mundo del arte, igual que la han tenido otras grandes sacudidas en el pasado, y que han determinado el nacimiento de estilos, escuelas, sensibilidades, estéticas o generaciones de artistas enteras.

 

Algunos de los alumnos participantes en la exposición durante la creación de las pinturas en clase de Color I
Algunos de los alumnos participantes en la exposición durante la creación de las pinturas en clase de Color I



Pero, como la propia profesora asume, el concepto de Ventana no tiene porque estar necesariamente ligado a la salida al mundo exterior, a la existencia -o incluso ausencia- del aire o de la idea de libertad, sino a elementos muy diferentes e incluso en ocasiones contrapuestos. Un ejemplo es de una de las autoras, Alba Lagares, que reflexiona en términos de abandono, de finalización e incluso de añoranza. Cuando comenzó a trabajar en el proyecto propuesto en la asignatura, recordó “historias que me contaba mi madre” acerca de “la importancia que tenían estas abertura hace unos veinte años en mi pueblo”. “Cuando actualmente paseas por las calles de Montoro de Mezquita, lo único que ves son puertas y ventanas cerradas, las rúas vacías y los escombros de lo que una vez fueron casas habitadas. He querido mostrar el abandono en forma de contraventana cerrada, ya no solo del tema principal, que era la despoblación, sino del propio ser humano”. Según Lagares, muchas veces es el propio ser humano quien cierra sus propias ventanas, las de su mente, las que le permiten -y le obligan a- mirar y ser mirado.

La muestra, en conjunto, resulta una amalgaba bien heterodoxa formal y conceptualmente. Entre los cuadros -y las investigaciones que preceden a cada obra- el publico se encontrará obras de iniciación, declaraciones de intenciones todavía por pulir como en buena lógica debería corresponder a estudiantes de 1º de Bellas Artes, “pero también personas que sorprenden por tener un nivel muy alto, tanto en la ejecución, con estilos y técnicas ya muy definidas, como por esa investigación y reflexión previa a la creación de la obra”.

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