Óscar Méndez trae todas las caras de Cuba hasta la sala de lectura del Arrabal

La Sala de Lectura del Centro Social Arrabal expone desde este lunes la exposición Cuba adentro, una selección de imágenes de la isla antillana obra del fotógrafo cubano, afincado en España, Óscar Méndez. Ma muestra consta de 29 fotografías que incluyen retratos e imágenes de la vida cotidiana por las calles, y puede visitarse hasta el 30 de diciembre en horario de 16 a 20 horas.

Durante la inauguración del lunes, a la que asistió el concejal de Educación Javier Domingo, el fotógrafo explicó cada historia detrás de las imágenes, concebidas para dar a conocer no solo la Cuba más popular o que responde al tópico más extendido, sino también la Cuba más profunda.

“En esta exposición he querido mostrar el viaje no sólo del turista, sino de la persona arraigada allí, hacia la Cuba más profunda, la Cuba autóctona”, indicó Óscar Méndez, señalando que se trata de fotografías realizadas en un viaje desde La Habana hasta su localidad natal, EL Morrillo, en la provincia de Artemisa. “Casi todas tienen una segunda intención, un mensaje, dando un paso de conexión con la historia con España o la situación de la Cuba actual, donde cada cual puede tener una idea de por qué estamos así”, añadió.

Entre las imágenes destaca el autor un retrato de un hombre de edad avanzada con futuro incierto y mirada desafiante “porque vive en la calle, pero aún así desafía al futuro”, en lo que para el autor es una metáfora perfecta del presente de Cuba”. Es la imagen que se expone en el cartel de la exposición, con los colores de la bandera cubana de fondo, lo que sugiere como la particular idiosincrasia política y social de la isla lo impregna todo. Así se sigue viendo a través de cartelería donde sobreviven los lemas revolucionarios, que en muchas ocasiones representan ya un anacronismo desde la óptica europea. En este sentido es también representativa la imagen de un comercio de libros, que el autor titula La doctrina.

A través de los retratos se vislumbra la enorme diversidad que sigue existiendo entre el pueblo cubano, así como su particular modo de afrontar la vida a través de su sonrisa y de la complicidad que establecen los sujetos con el fotógrafo, y a través de él con el espectador. Los boteros o almendrones, como se denominan a los antiguos Chevrolet, Pontiac o Cadillac supervivientes de los años 40 y 50 que siguen rodando por las carreteras caribeñas, también pueden verse en algunas de las imágenes, con el mar Caribe de fondo en varias de ellas.