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Santiago Martínez, historiador, crítico y comisario de arte: “Los libros de texto de arte siguen olvidando a las grandes mujeres pintoras españolas” Santiago Martínez, historiador, crítico y comisario de arte: “Los libros de texto de arte siguen olvidando a las grandes mujeres pintoras españolas”
Para Martínez ese curso supone la oportunidad de regresar a una ciudad con la que tiene un vínculo especial. Luismi Murias

Santiago Martínez, historiador, crítico y comisario de arte: “Los libros de texto de arte siguen olvidando a las grandes mujeres pintoras españolas”

El asturiano ofrecerá en Teruel un curso sobre las artistas silenciadas durante los siglos XX y XXI
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El historiador del arte e investigador Santiago Martínez dirigirá el curso Creadoras 2. Arte español en los siglos XX y XXI, que se celebrará en el salón de actos del Museo de Teruel entre el 25 de febrero y el 25 de marzo, en sesiones todos los martes de 19 a 20.30 horas.

El curso indagará sobre la vida y la obra de pintoras españolas cuyo nombre ha quedado relegado al olvido, o que han sido invisibilizadas con respecto a sus colegas hombres. Se trata de la segunda parte de un curso similar que tuvo lugar en pasado año, en el ámbito internacional. Es posible inscribirse en el curso a través de la web de la Fundación Ibercaja.

Aunque de origen asturiano, Santiago Martínez está fuertemente ligado a Teruel, cuya Escuela de Arte dirigió durante varios años. Además ha comisariado varias exposiciones de artistas turolenses, entre ellos la fotógrafa Ángeles Pérez.

-El olvido o invisibilización sistemática de las mujeres pintoras contemporáneas en España, se produjo en términos similares que en el resto del mundo?

-Si nos centramos en el arte del siglo XX, creo que esa descompensación de las mujeres con respecto a los hombres ha sido similar al resto de Europa, e incluso, si hiciéramos una comparativa con el ámbito estadounidense, con la Escuela de Nueva York y todo el Expresionismo Abstracto, tampoco se observan diferencias. Otra cosa es que en el ámbito norteamericano la respuesta a esta situación fuera muy por delante, sobre todo a partir de los años 60 con la Segunda Ola del movimiento feminista.

-¿La dictadura que al fin y al cabo abarco casi la mitad del siglo, contribuyó a eso? ¿Empeoró las cosas en ese sentido, o no necesariamente?

-El contexto español de ese periodo evidentemente empeoró todo lo relacionado con la educación y la cultura, y dentro de la cultura las artes plásticas sufrieron una regresión importante. La Escuela de Vallecas por ejemplo, de finales de los años 20, pudo ser el embrión del arranque de una renovación plástica, como también el entorno de la Residencia de Estudiantes y la Residencia de Señoritas dirigida por María de Maeztu y activa entre 1915-1936, o los artistas que vivieron las Vanguardias en París y que podrían haber aportado aires nuevos al arte español... El caso de Maruja Mallo es muy significativo cuando llega la dictadura. no solo es ejemplo de un exilio de una persona con una ideología, lo es también de una sensibilidad creadora. Mucho hubo que reivindicar, defender y luchar para recuperar un planteamiento plástico con ciertas perspectivas novedosas. De hecho, el Grupo Pórtico de Zaragoza fue un punto de partida importante en esa recuperación.

-¿La situación ha cambiado algo en las últimas décadas? ¿La democracia o la llegada del siglo XXI han hecho que la crítica tenga más en cuenta a las mujeres artistas, o siguen siendo creadoras de segunda fila?

.Todo ha cambiado. Hoy en día sería inimaginable desarrollar algún proyecto exposición colectiva donde no esté presente la calidad creativa de las mujeres. Pero si ese proyecto se plantease con artistas de mediados del siglo XX, ya se complica el tema. Resulta significativo ver como hoy en día se habla del pop español y se asocia con el Equipo Crónica o se menciona a Eduardo Arroyo, pero poca gente habla de Isabel Oliver o Ángela García Codoñer. Y lo más delicado del tema es que apenas aparecen recogidas en los manuales de arte mi en los libros de texto.

-¿Quién es el responsable de que haya mujeres que no pasen el filtro por ser mujeres? ¿Al final es un problema de los críticos, de los galeristas, de los historiadores del arte, de los centros de formación, de los medios de comunicación o de los públicos?

-Desde un punto de vista actual es evidente que esa discriminación no existe, o aparentemente no existe. Hay una artista riojana afincada en Asturias, Maite Centol, que trabaja con este tema a través de estadísticas: Representación de las mujeres en el sistema del arte" y sus conclusiones son muy clarificadoras: hoy en día muchas más mujeres que hombres estudian Bellas Artes, muchas más mujeres se dedican a la docencia en todos los niveles educativos, pero pocas llegan a tener algún puesto de responsabilidad en el ámbito de administración ligado a las Artes.

Desde una perspectiva histórica claro que hay factores que han influido en la no presencia femenina: tiene que ver con las dificultades para poder acceder a los estudios y evidentemente un contexto social conservador que orientó a la mujer a los asuntos doméstico, recuerdo la frase que Lee Krasner mencionaba en sus entrevistas cuando algún profesor veía sus trabajos: “Esto es tan bueno que parece imposible que lo haya hecho una mujer”.

Personalmente me sigue asustando que en ciertos manuales de arte e incluso en los libros de texto de formación sigan sin aparecer figuras femeninas imprescindibles del panorama artístico. ¿Se puede estudiar el surrealismo español sin analizar las aportaciones de Remedios Varo, por ejemplo?, ¿Se puede seguir hablando del llamado Grupo de Zaragoza de Ricardo Santamaría, Daniel Sahún y Juan José Vera sin mencionar a Julia Dorado?...

Dos de los hipnóticos retratos pintados por la gallega Maruja Mallo, una de las creadoras españolas de referencia sin las que no se puede comprender completamente el surrealismo


-Hábleme de algunos de los casos de mujeres pintoras más significativos cuya obra vayan a repasar en el curso? ¿Por qué son pertinentes?

-Es pertinente hablar de creadoras porque aportan una perspectiva que enriquece considerablemente el panorama artístico, no estaría completa nuestra historia del arte sin ellas. Ya he mencionado algunas importantes, las ligadas a la estética surrealista o las artistas pop del ámbito valenciano, sin olvidarme de la personalidad estética de Juana Francés en el contexto del Informalismo y el grupo El Paso.

Una creadora imprescindible en nuestra arte es sin duda Elena Asins que en el contexto del llamado Arte Normativo dominado por el Equipo 57 o los herederos del Grupo Parpalló, -todos hombres-, introdujo una visión más conceptual y tecnológica en nuestro arte. Ella misma protestaba ante las constantes comparaciones de su obra con la de algunos varones contemporáneos.

Desde una perspectiva más actual y como enlace entre el siglo XX y XXI tenemos artistas claves como Soledad Sevilla o Cristina Iglesias que no necesitan de una reivindicación por mi parte, pero que es conveniente subrayar sus aportaciones.

-El año pasado mencionaba ejemplos como Judy Chicago o Tracey Emy, que no solo fueron artistas pese a ser mujeres, sino que además usaron el arte para reivindicar su condición desde un punto de vista subversivo. ¿Qué casos similares encontramos en España? ¿Son comparables en cuanto a alcance, en sus respectivos ámbitos?

-No, no hay parangón. Esas creadoras que mencionas fueron en su momento claves, como lo fueron las aportaciones del grupo Guerrilla Girls mostrando la escasa presencia de obras de mujeres en los museos salvo que aparecieran desnudas en algún cuadro o en alguna escultura.

En nuestro caso hay que esperar mucho tiempo para que exista una reacción similar. En la actualidad sí que hay artistas a nivel nacional muy reivindicativas que a través de sus trabajos siguen cuestionando los cánones establecidos, como Marina Vargas o María Gimeno.

-Al ser la segunda parte del curso del año pasado... está cerrado a quienes se inscribieron a esa primera parte, o es libre? Es necesario haber asistido a ese primer curso para aprovechar el desarrollo del segundo?

-Las charlas siempre se plantean desde un punto de vista muy didáctico, con contextualizaciones sencillas y creo que suficientemente clarificadoras. Permiten que todo tipo de público pueda engancharse. Es cierto que tener conocimientos básicos siempre ayuda, pero creo que uno de los alicientes de este tipo de cursos es el de mantener un equilibrio entre esa información básica y una cierta profundización. El atractivo está también en la selección de vídeos, entrevistas, lecturas e imágenes que vienen a complementan el discurso. Al final, creo que se consigue tener una visión general de los temas tratados y ese es el objetivo.

-Cual fue su experiencia en ese curso anterior? ¿Qué inquietudes, que dudas, que conocimientos, qué lagunas percibió entre el público que tuvo?

-La experiencia del curso anterior de Creadoras fue muy enriquecedora. Por un lado hay algo personal que hace que Creadoras se convierta en un evento muy importante para mí, ha supuesto retomar unos cursos que hace muchos años impartí aquí, en Teruel. Recuerdo cuando Alicia Esparza se puso en contacto conmigo para realizar un curso de iniciación al arte. Ahí empezó todo. Mucha gente de aquellos inicios sigue asistiendo ahora y eso es muy gratificante. El público es plural e imagino que tiene distintas motivaciones e intereses. Es cierto que teniendo una Facultad de Bellas Artes en la ciudad y una Escuela de Arte me gustaría que los estudiantes también se interesaran.

En ese sentido tengo que agradecer a José Luis Torán su apuesta por este tipo de curso, porque evidencia el interés que las artes y las humanidades siguen despertando en la sociedad y es algo que tranquiliza en estos momentos en los que parece que prima la superficialidad. Además, en esta ocasión el curso se desarrollará en un marco muy especial: en el salón de actos del Museo Provincial gracias a la generosidad de su directora, Beatriz Ezquerra. Recien llegado a Teruel, a principios de los años 90, tuve la suerte de asistir en esa mismo salón a las charlas sobre Surrealismo y visitar El jardín de las cinco lunas, una exposición de Antonio Saura que me impactó y que, en aquellos momentos, no sabía hasta que punto iba a ser crucial en mi vida. Pareciera como que impartir el curso Creadoras ahí viniera a completar un círculo personal y profesional.

Un investigador comprometido con la creación y la perspectiva de género

Santiago Martínez es licenciado en Historia del Arte por la Universidad de Salamanca y doctor por la de Oviedo. Crítico de arte en el Suplemento Cultural del diario asturiano La Nueva España y habitual comisario de exposiciones, trabajó durante varios años en la Escuela de Arte de Teruel, además de la de Pamplona y Oviedo.

Ha colaborado con la Asociación Feminista de Asturias Clara Campoamor con la que ha publicado una recopilación de críticas y textos dedicados a mujeres artistas. Por otro lado, y en colaboración con AFA y la Universidad de Oviedo, coordina el proyecto Contra el canon, de visibilización de artistas que por un motivo u otro han quedado silenciadas en la historia contemporánea. En ese proyecto se hace una publicación que recoge, a manera retrospectiva, la trayectoria de algunas artistas. Este proyecto va por su quinta edición.

Actualmente también forma parte además del podcast divulgativo sobre arte El Disparadero, junto a Camino Sofía de la Guerra.

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