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Las mascotas turolenses, más cerca del cielo tras recibir la bendición de San Antón Las mascotas turolenses, más cerca del cielo tras recibir la bendición de San Antón
Los propietarios de las mascotas se arremolinaron alrededor de la Ermita de San Antón para que recibieran la bendición del patrón de los animales. Bykofoto

Las mascotas turolenses, más cerca del cielo tras recibir la bendición de San Antón

La ceremonia en la ermita bajo Viaductos y el nombramiento del Socio de Honor cierran las fiestas
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José Luis Rubio

Las mascotas de Teruel están, un enero más, más cerca del cielo después de haber pasado el pasado domingo por la ermita de San Antón, en el barrio de San Julián de la capital, donde el nuevo párroco de San Julian y la Merced, Julio Marín, se estrenó en la costumbre de la bendición de los animales de compañía.

Periquitos, peces, cobayas, caballos, tortugas, gatos y, sobre todo, perros se congregaron alrededor del pequeño templo bajo los Viaductos para recibir la bendición de San Antón en uno de los actos que pusieron el broche a las fiestas de esta zona de la capital.

Después, el nombramiento del belenista José Blesa como socio de Honor de Asociación de Vecinos y el Sorteo del Gorrino, de nuevo en forma de cesta, pusieron el broche a un intenso y flamígero fin de semana.

Misa y procesión


La mañana de domingo comenzó con la tradicional misa en la parroquia de San Julián. En la ceremonia, el párroco Julio Marín, enlazó el día de la Infancia Misionera con la figura de San Antón para catequizar a los feligreses más pequeños.

La mayoría de los animales que se citaron en la ceremonia fueron perros. Bykofoto

Mientras, a las puertas del templo se fueron congregando las primeras mascotas e incluso algunas entraron junto a sus dueñas durante las primeras lecturas de la eucaristía, animada por los tímidos ladridos de los perros que esperaban a la entrada.

En su homilía, Marín explicó a los pequeños que San Antón “fue un misionero muy importante y lo seguimos recordando porque fue muy buena persona. Era tan bueno que hasta los animales estaban a su lado. Y por eso lo tenemos como patrón de los animales”, dijo el religioso desde el altar.

Los cabezudos también fueron protagonistas del desfile

Desde hace algunos años se separó la propia celebración eucarística de la bendición de los animales, llevándose la misa a la Iglesia de San Julián y reservando los arcos de la ermita de San Antón para la ceremonia del agua bendita.

Tras la misa llegó el momento de procesionar detrás de las imágenes del santo portadas en andas sobre los hombros de cuatro peaneros cada una recorriendo distintas vías del barrio. Al frente de la procesión iban la alcaldesa, Emma Buj, y varios concejales del equipo de gobierno. Detrás, amenizados por la música tradicional aragonesa de Esfuria Tronadas, desfilaron los orgullosos propietarios de los animales. Entre ellos, Lucía Gargallo acudió con Bimba y Curro, dos jóvenes perros teckle de 6 y 12 meses de edad que recibieron por primera vez la bendición. “Me gusta, y como siempre vienen muchos animales me hace ilusión traerlos”, explicó Lucía. También debutó en la procesión Cala, un bonito beagle de un año de edad, propiedad de Rodrigo Martínez, que quiso acompañar a su prima.

Las imágenes de San Antón recorrieron el barrio acompañadas de música tradicional y de los cabezudos

El montalbino Alfredo Luengo acudió con su perro mestizo Otto. El can de 10 años, rescatado en la protectora Amigo Mío y que responde también al nombre de José Ramón, es un veterano en esta ceremonia y acude “todos los años” para que “aparte de por las vacunas, esté más protegido”, dijo su dueño.

Además de los cientos de perros que se congregaron en la rambla de San Julián también hubo otras especies animales. Shalem es un gato negro de apenas siete meses. Su propietario, Sergio Gómez, aseguró frente a las puertas del tempo que “este es su primer año y queríamos aprovechar”.

El belenista José Blesa, Socio de Honor de la Asociación de Vecinos de San Julián

Casi enfrente estaban la cobaya Brownie y una tortuga sin nombre. Vanesa Polo, de nueve años, acudió con el acuario en brazos para bendecir a su tortuga. El reptil, al que no se le ha puesto todavía ningún nombre acudió porque vive muy cerca y “porque es tradición”. Junto a ella estaba su nueva amiga, Cristina Bardeiza, de 10 años, que llevaba en brazos a su cobaya Brownie, de tres.

Entre tanto, el párroco, isopo en mano, se esmeraba por alcanzar con el agua bendita a todos los animales que se habían dado cita en el recoleto templo bajo Viaductos en su estreno en la bendición en honor a San Antón.

Vermú, sorteo y socio de honor


La carpa que por la noche congregó a jóvenes y mayores alrededor del fuego y de la música fue el escenario en el que se cerraron los actos en honor a San Antón.

Los vecinos y amigos del barrio de San Julián se arremolinaron alrededor de la mesa central en la que se fueron sirviendo aperitivos, mientras la actividad en la barra fue incesante hasta que se procedió al nombramiento del belenista José Blesa como socio de honor.

Un padre y su hija acudieron con su pez a la ceremonia

Blesa, visiblemente emocionado, recibió una placa y un pernil de jamón en reconocimiento a su labor montando belenes en el barrio durante más de 30 años

Después de la frenética noche del sábado, la presidenta de la Asociación de Vecinos de San Julián, Marta Hoyo, recordó que a pesar de que la previsión para la noche del sábado era repartir alrededor de 900 bocadillos al calor de la hoguera, finalmente fueron 1.130 y celebró que “no sobró nada” porque las últimas unidades se llevaron a la carpa.

Vermú celebrado en la carpa, que se recuperó en las fiestas de San Antón

Hoyo se alegró de que haya “recuperado el ambiente y la tradición de las fiestas de San Antón” en referencia tanto a la implicación de la directiva de la Asociación como a la participación de voluntarios y del público en todas las actividades. De hecho, el lunes pasado ya se habían acabado los 1.000 billetes para el Sorteo del Gorrino, que mantiene ese nombre aunque desde 2013 se sustituyera por una cesta de productos derivados del cerdo.

Buj: “Todo ha transcurrido dentro de la normalidad”


“Todo ha transcurrido dentro de la normalidad” fue el mensaje con el que la alcaldesa de la ciudad, Emma Buj, que quiso dar la “enhorabuena a todos los turolenses” por su “comprtamiento”.

Buj dijo que “todas las hogueras se han hecho gyuardando las distancias, y han quedado todas apagadas y las zonas han quedado todo limpio”.

Las dueñas de una cobaya y una tortuga esperan para la bendición

Además, la alcaldesa se felicitó porque las normas que se implantaron hace algunos años “han ido calando” y ahora son puestas en práctica de forma habitual por los turolenses.

Además, la edil se felicitó porque el “aparatoso accidente” de circulación que se producjo en la noche del sábado se saldó sin heridos de gravedad.

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