Las dulzainas del Bajo Aragón y Valencia hermanan tierras a ritmo de ‘muixerangues’

Con la interpretación de Muixerangues al cel, de Juan Carlos Sempere, con una dulzaina del Bajo Aragón y otra de Valencia tocadas por José Manuel Alba y Cristina Esteban, la Banda de Música Santa Cecilia de Teruel quiso ensalzar el hermanamiento que existe entre ambos territorios y que se ha hecho patente con la ayuda que el pueblo turolense ha brindado al valenciano tras la devastación provocada por la dana. Este fue el tema elegido por el director de la banda, Daniel Ibáñez, para abrir la cuadragésimo sexta edición del Concierto Extraordinario con el que este sábado terminó en Los Planos una semana repleta de actividades con motivo de la celebración de la patrona de la música, que se convirtió además en un evento solidario con todas aquellas agrupaciones que no han podido hacerlo porque han quedado destruidos escenarios e instrumentos.
Daniel Ibáñez, que es también director asistente de la Orquesta Filarmónica Fundación Ciudad de Requena y de la banda juvenil de la Unió Musicla d’Aldaia, entre otras, explicó que había cambiado el repertorio “para dar voz a muchas bandas valencianas que se han quedado sin lugares de ensayo, auditorio e incluso instrumentos”. Agradeció la ayuda económica y material prestada por los turolenses y la organización de diferentes actividades solidarias que han conseguido que “el pueblo valenciano no se sienta solo”, dijo.
Entre los guiños a su tierra estuvo la interpretación con los dulzaineros de la rapsodia de Sempere inspirada en los bailes de la procesión de la Mare de Déu de la Salut de Algemesí. El concierto terminó con la recreación del himno oficial de la Comunidad Valenciana mientras se proyectaban imágenes de la misma. 
Y en el repertorio también se incluyó el estreno de la Obertura para una coda épica de los valencianos Victor Marco y David Heredia. Marco se mostró encantado de haber podido estrenar en Teruel gracias a su amistad con el director de la banda y aseguró que es obra de “un experimento compositivo” dado que la hizo junto a Heredia en lugar de empastar movimientos. Sobre la pieza, dijo que la hicieron pensando en el público y que tiene además un carácter pedagógico, quizá porque él es profesor de Matemáticas en Valencia y su compañero de Música en Cartagena.
Daniel Ibáñez dijo que su propósito es que en cada Concierto Extraordinario de Santa Cecilia se estrene al menos una obra con el objetivo de dar la oportunidad a los compositores de mostrar su trabajo.
También se escuchó este sábado en Los Planos el pasodoble Pepe Baldó, compuesto e interpretado con el trombón de varas por José Baldó en honor a su padre, que le precedió en el cargo de vicepresidente de la Banda de Música Santa Cecilia.

Solicitud de un auditorio

El presidente de la Asociación Cultural Banda de Música Santa Cecilia de Teruel, José Manuel Alba, que tomó la palabra en el descanso, deseó que el público disfrutara un año más del Concierto Extraordinario y dijo que habían querido que fuera “un guiño muy emotivo a la familia de Valencia.
Agradeció la colaboración prestada por las instituciones, entidades, músicos y voluntarios para organización de este concierto y aprovechó la ocasión para solicitar un año más a los representantes del Ayuntamiento de Teruel que asistieron al evento la necesidad de contar con un auditorio en la ciudad. “No se trata sólo de contar con un escenario en el que pueda actuar la banda sino que pueda atraer actuaciones de calidad”, precisó. 
Este año, la organización del concierto contó con la dificultad añadida de tener que montar el espacio por la mañana dado que el viernes las instalaciones tuvieron usos deportivos.
Por otro lado, Alba recordó al público que ocupaba las gradas que podía realizar sus donaciones solidarias a la Federación de Sociedades Musicales de la Comunidad Valenciana a través de Bizum o de transferencia bancaria.

Presentación

El Concierto Extraordinario de Santa Cecilia fue el momento aprovechado para entregar la insignia de plata por sus 20 años en la banda a Jaime Cortés y para presentar a los 21 nuevos integrantes de la misma. Entre ellos estaban Estela Cantero Aguilar, Mario Esteban Pérez, Álvaro González Martín, Sergio Dolz García, Natalia Gil García y Diego Royo Amo a la percusión; Carlos Jiménez López y Mihai Martín Andon a la tuba; Rubén Catalán Calomarde al trombón de varas; Eva Fernández Palop a la trompeta; Antonio Antón Terrén al saxofón tenor; Inés García López, Juan Pascual Alcaire, Christian Gutiérrez García y Rodrigo Pilarcés García al saxofón alto; Inés Cartié Brun, Carmen Ríos Piqueras y Jara Sangüesa Pérez al clarinete; y Lidia Marco Yus, Aurelio Pérez Alegre y Vega Tena Gómez a la flauta travesera.
Diego Royo aseguró que estaba muy ilusionado por estrenarse en la banda junto a sus compañeros y, sobre todo, junto a su familia dado que forman parte de la misma su padre Joaquín y su tía Gemma con el clarinete, su madre María con la percusión, su abuelo paterno Joaquín con la trompa, y sus abuelos maternos Vicente y Pilar con el saxofón.
Aunque siempre asiste al concierto, lleva años contando los que le faltan para poder tocar. Y este sábado, por fin, pudo hacerlo y la ilusión superaba a los nervios, aseguró. No obstante, era consciente de la responsabilidad. “No es lo mismo cometer un fallo y dar un golpe en el sitio no esperado en una audición que hacerlo en un concierto con la banda, es mucha más presión”, comentó.
El director de la Escuela Pública de Música Ciudad de Teruel Antón García Abril, Antonio Civera, se mostró “orgulloso” de que el alumnado nutra a la banda Santa Cecilia, que este sábado por primera vez alcanzó los 140 músicos sobre el escenario bajo la batuta de Ibáñez.