La Literatura Infantil y Juvenil se reivindica en su Día Internacional

El Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil se celebró el pasado 2 de abril, coincidiendo con el natalicio del autor danés Hans Christian Andersen, para reivindicar que, aunque cada vez menos, los escritores que triunfan entre el público joven tienen tanta calidad y merito literario como el resto, y seguramente mayor responsabilidad.

La Biblioteca Pública de Teruel Javier Sierra celebrará la jornada con el taller de escritura creativa Plantadores de Historias de Atrapavientos entre las 11.30 y las 13.30 horas, dirigido a niños de 8 a 13 años. En esta actividad los pequeños no solo aprenderan los fundamentos básicos para crear una historia; además la escribirán en un papel especial con semillas, que plantarán en una maceta cuyo crecimiento podra compartirse a través de la web plantadoresdehistorias.org.

En Alcañiz el jueves la escritora Anna Fité presentó su nuevo libro, El concierto más animal, en la Biblioteca de la capital del Bajo Aragón de la mano de Librería Santos Ochoa. La convocatoria fue un auténtico éxito, con la asistencia de más de cien personas.

Esta presentación se enmarcó dentro de lo que Fité denomina Ruta Lijteraria (sic) por aquello de reivindicar la literatura juvenil, y que incluye además de Alcañiz diferentes localidades oscenses y zaragozanas. La escritoria, guionista y periodista nacida en Sabadell, que ha formado parte del equipo de guionistas de Barrio Sésamo, Los Lunnis, y Saber y Ganar, entre otros espacios infantiles y culturales, es además vicepresidenta de la asociación Escrivim de escritores en Cataluña y directora del Festival Érase una Vez de Sabadell especializado en cuentos infantiles y juveniles. El concierto más animal, ilustrado por Pedro Simón Ros, es el último de una larga serie de cuentos dirigidos a los primeros lectores, que además ha recibido el premio Emili Teixidor.

La literatura infantil y juvenil celebra su día internacional desde 1967, este año con el lema “Las historias son alas que nos ayudan a remontar el vuelo cada día”. Y es una ocasión para reivindicar una literatura que ni de lejos tiene el reconocimiento ni el mimo del que goza la literatura para adultos. Afortunadamente eso está cambiando y cada vez se dedican más recursos para editar y premiar los libros infantiles y juveniles. Esto llevará en el futuro a que las cifras de lectores sean mucho más altas que en la actualidad, dado que las personas se enganchan para siempre a la lectura si, cuando son niños, existe un mercado amplio de escritores dedicado exclusivamente a ellos -y esto se consigue cuando no se les obliga a abandonar la literatura juvenil para ser reconocidos o simplemente poder vivir de escribir- y unas editoriales dispuestas a arriesgar mucho dinero en hacer buenas ediciones para niños.