Viñeta del cómic sobre María Pérez, que se alistó en la Columna de Hierro donde sirvió como enfermera. Astiberri
“La Jabalina fue una metáfora sobre cómo la esperanza en España se desvaneció en 1936”
Cristina Durán y Miguel Ángel Giner son autores de un cómic sobre la miliciana turolense
La editorial vasca Astiberri ha recuperado la vida de María Pérez Lacruz La Jabalina (1917-1942), libertaria nacida en Jabaloyas que con 25 años se convirtió en la última mujer fusilada por el franquismo en el conocido como Paredón de España, en Paterna, después de sufrir una vida de lucha y represión de las que no pueden caer en el olvido.
La dibujante Cristina Durán y el guionista Miguel Ángel Giner Bou, ganadores del Premio Nacional del Cómic 2019 por El día 3, han sido los encargados de adaptar su vida al cómic en una excelente edición que ya está a la venta.
Para Cristina Durán la historia de María la Jabalina, cuyo mote revela su procedencia de Jabaloyas, “representa a una de tantas mujeres que llevaban una vida feliz y tranquila que se truncó con el golpe de Estado de 1936”. Su familia había emigrado al Puerto de Sagunto y se crió alrededor de la fábrica siderúrgica, en un ambiente de lucha obrera “que hacía que tuviera sus ideales políticos y sociales muy claros”. “Tuvo que tenerlo muy claro para irse con 17 a la Columna de Hierro para defender la libertad”, explica la dibujante. “Era una buena persona, avanzada y valiente, que terminó encarcelada, acusada de un montón de cosas y asesinada. Fue una especie de metáfora de la gran desilusión, de cómo avanzaba España, poco a poco, durante la II República, y cómo todo se vino abajo”.
Giner Bou admite que no conocía la historia de María cuando le llegó un encargo del Ayuntamiento de Sagunto, donde vivió la militante obrera, para que buscara un dibujante para el proyecto. “Nosotros no podíamos hacernos cargo del libro porque estábamos con otros en marcha, pero cuando leí el primer guion de Roberto Arnau me pareció una historia muy potente, tanto que convencí a Cristina para hacerlo entre los dos”.
Cristina Durán no lo vio claro al principio porque, en su extensa trayectoria, no existían hasta ahora cómic u obra gráfica sobre la memoria histórica o la guerra civil. “En ese sentido la documentación para este trabajo ha sido muy intensa y laboriosa”, explica la dibujante. “Apenas existen un par de fotografías de María, de un fotógrafo de Sagunto que se llamaba León. En este tipo de obras hay que ser muy cuidadoso sobre cómo eran los pueblos que van a aparecer o cómo vestían las personas”.
Cristina Durán y Miguel Ángel Giner, que además son pareja y autores de cinco novelas gráficas al alimón -además de muchas otras por separado-, visitaron muchos de los parajes que atraviesa la historia de María la Jabalina, como el Paredón de Paterna donde fue asesinada, su tumba, su casa en Puerto de Sagunto o localidades como La Puebla de Valverde o Sarrión, “porque cuando afrontamos una historia real nos gusta patear los lugares... evidentemente no son como eran en 1942, pero te ayuda a percibir cosas que luego vas a utilizar en el cómic”, asegura Durán.
Para el guionista la documentación contó con más fuentes, como el guion previo que había escrito Roberto Arnau, el libro Una miliciana en la Columna de Hierro: María la Jabalina de Manuel Girona o la novela Si me llegas a olvidar de Rosana Corral-Márquez. “Además existen los archivos de época de su procesamiento. Es una figura sobre la que existe información y que es bien conocida en la zona de Sagunto... otra cosa es que, en el resto de España, no esté suficientemente reivindicada”, explica Giner.
Para los dos autores valencianos recrear la historia de María la Jabalina ha supuesto de hecho un trabajo de inmersión que no es nuevo para ellos. Uno de sus cómic más celebrados, El día 3 sobre el accidente del 3 de julio de 2006 en el metro de Valencia, en el que murieron 47 personas, les exigió “un profundo conocimiento de las reclamaciones de las víctimas, escuchar experiencias que nos produjeron un profundo dolor... fue una experiencia dura pero de las más enriquecedoras que hemos tenido en nuestra vida”, explica el guionista. De hecho Miguel Ángel Giner opina que para asumir un proyecto de cómic “necesitamos que el tema nos emocione para poder alcanzar cierto grado de implicación. Un guionista no puede quedarse en medias tintas, tienes que profundizar e imaginar qué significó aquello en su momento, y ello te obliga a bucear por sitios que a lo mejor no te apetecen, pero que son necesarios”. Cristina Durán añade que el trabajo de documentación y narración debe realizarse “sin prejuzgar, sin moralizar, mostrando los elementos reales con los que te has documentado para que sea el lector quien haga su interpretación”, si bien eso no está reñido con que “puedas darle a esa narración emoción, poesía y emotividad que te sirve para que primero tú como autor, y después el lector, empatice con los protagonistas”.
Los autores de María la Jabalina están convencidos de que entretenimiento y divulgación son perfectamente compatibles, y una especie de máxima cuando se afronta un proyecto editorial sobre una historia real. “Me gustan las palabras emocionar y aprender, y son muy parecidas”, afirma Miguel Ángel Giner. “Creo que cuando empiezo un cómic lo que busco sobre todo es emocionar. Pero siempre se extraen aprendizajes. Nosotros con esto pretendemos sacar a colación un tema para evitar que se olvide, contribuir a que una historia tan bonita como la de la Jabalina salga fuera de Sagunto y se conozca más allá”.
Para ello el cómic es un soporte ideal, aunque, como dice el historietista norteamericano Daniel Clowes, un cómic es un gran cómic cuando el lector se olvida de que está leyendo un cómic. “Lo ideal es que te olvides del medio, las buenas historias lo son por encima del soporte en el que se presentan”. En ese sentido Giner desmiente el tópico que durante años sobrevoló el género en España, acerca de que era un producto de mero entretenimiento, o dirigido a un público infantil o juvenil. “Más o menos eso ya está superado, y aunque aún queda quien piensa que es un producto para niños, la mayor parte del público entiende que el cómic se puede hacer cargo de cualquier historia, al igual que lo ha hecho el cine”.
Y es que hay personas a quienes les cuesta aceptar determinadas cosas. Miguel Ángel Giner recuerda que, cuando se presentó el libro, recibieron twits en los que se insistía en que María “fue una asesina”. “Sin embargo está perfectamente probado y documentado que los asesinatos de los que se le acusaron se produjeron cuando ella estaba hospitalizada, y nunca pudo cometerlos. Su proceso judicial fue una payasada”. Esos twits demuestran “que no todas las heridas estan cerradas, por increíble que parezca, y por tanto sigue siendo necesario contar estas historias”, dice Durán. “Vivimos en un ambiente polarizado por el odio, pero la historia no se cambia por no hablar de ella o simplificar el mensaje. Decir que una guerra es una guerra y que todos los bandos fueron igual de malos es una barbaridad, porque los golpistas fueron los que fueron y la represión de posguerra fue la que fue”.
En este sentido la dibujante Cristina Durán se define como “activista”, y convencida de que “no tienes que callarte, porque si te callas te roban el discurso”. En El día 3 se ponían de manifiesto las redes de corrupción del PP y los intentos de silenciar y echar tierra sobre la tragedia, “y aunque hay personas que te demuestran que no toleran la verdad, hay que contarla”. Giner admite que “supongo que tienes éxito cuando tienes muchos trolls en Twitter, pero yo no estoy allí así que no me entero. Personalmente esas críticas no me quitan el sueño, solo me preocupan cuando vienen de gente que admiro o por quienes siento respeto”.
Tras la novela gráfica María La Jabalina, de 170 páginas en color y una excelente edición, Miguel Ángel Giner sigue avanzando en un proyecto propio, con guión y dibujo suyo, que está realizando en acuarela, “y que se prolongará durante mucho tiempo, quizá dos o tres años”, mientras que Cristina Durán se tomará “un periodo de descanso”, que es lo que suele hacer cuando termina un proyecto.
Sin embargo María La Jabalina ha despertando un enorme interés, y de hecho están realizando presentaciones y charlas sobre esta turolense que vivió en Sagunto en numerosos lugares de Valencia.
Aún no tienen ninguna programada en la provincia de Teruel, “aunque terminaremos yendo”, explica Miguel Ángel Giner, “porque nos ha escrito mucha gente interesada, y a nosotros nos encantaría ir”. Aunque valencianos, Giner tiene sangre del Poyo del Cid “gracias a mi abuela”, y pasé buena parte de su infancia en la provincia de Teruel. Por su parte Cristina Durán tiene ascendencia valenciana y sevillana, “pero el destino quiso que, de pequeña, hiciera unos campamentos en Jabaloyas, el pueblo en el que nació María”.
La dibujante Cristina Durán y el guionista Miguel Ángel Giner Bou, ganadores del Premio Nacional del Cómic 2019 por El día 3, han sido los encargados de adaptar su vida al cómic en una excelente edición que ya está a la venta.
Para Cristina Durán la historia de María la Jabalina, cuyo mote revela su procedencia de Jabaloyas, “representa a una de tantas mujeres que llevaban una vida feliz y tranquila que se truncó con el golpe de Estado de 1936”. Su familia había emigrado al Puerto de Sagunto y se crió alrededor de la fábrica siderúrgica, en un ambiente de lucha obrera “que hacía que tuviera sus ideales políticos y sociales muy claros”. “Tuvo que tenerlo muy claro para irse con 17 a la Columna de Hierro para defender la libertad”, explica la dibujante. “Era una buena persona, avanzada y valiente, que terminó encarcelada, acusada de un montón de cosas y asesinada. Fue una especie de metáfora de la gran desilusión, de cómo avanzaba España, poco a poco, durante la II República, y cómo todo se vino abajo”.
Giner Bou admite que no conocía la historia de María cuando le llegó un encargo del Ayuntamiento de Sagunto, donde vivió la militante obrera, para que buscara un dibujante para el proyecto. “Nosotros no podíamos hacernos cargo del libro porque estábamos con otros en marcha, pero cuando leí el primer guion de Roberto Arnau me pareció una historia muy potente, tanto que convencí a Cristina para hacerlo entre los dos”.
Cristina Durán no lo vio claro al principio porque, en su extensa trayectoria, no existían hasta ahora cómic u obra gráfica sobre la memoria histórica o la guerra civil. “En ese sentido la documentación para este trabajo ha sido muy intensa y laboriosa”, explica la dibujante. “Apenas existen un par de fotografías de María, de un fotógrafo de Sagunto que se llamaba León. En este tipo de obras hay que ser muy cuidadoso sobre cómo eran los pueblos que van a aparecer o cómo vestían las personas”.
Cristina Durán y Miguel Ángel Giner, que además son pareja y autores de cinco novelas gráficas al alimón -además de muchas otras por separado-, visitaron muchos de los parajes que atraviesa la historia de María la Jabalina, como el Paredón de Paterna donde fue asesinada, su tumba, su casa en Puerto de Sagunto o localidades como La Puebla de Valverde o Sarrión, “porque cuando afrontamos una historia real nos gusta patear los lugares... evidentemente no son como eran en 1942, pero te ayuda a percibir cosas que luego vas a utilizar en el cómic”, asegura Durán.
Para el guionista la documentación contó con más fuentes, como el guion previo que había escrito Roberto Arnau, el libro Una miliciana en la Columna de Hierro: María la Jabalina de Manuel Girona o la novela Si me llegas a olvidar de Rosana Corral-Márquez. “Además existen los archivos de época de su procesamiento. Es una figura sobre la que existe información y que es bien conocida en la zona de Sagunto... otra cosa es que, en el resto de España, no esté suficientemente reivindicada”, explica Giner.
Para los dos autores valencianos recrear la historia de María la Jabalina ha supuesto de hecho un trabajo de inmersión que no es nuevo para ellos. Uno de sus cómic más celebrados, El día 3 sobre el accidente del 3 de julio de 2006 en el metro de Valencia, en el que murieron 47 personas, les exigió “un profundo conocimiento de las reclamaciones de las víctimas, escuchar experiencias que nos produjeron un profundo dolor... fue una experiencia dura pero de las más enriquecedoras que hemos tenido en nuestra vida”, explica el guionista. De hecho Miguel Ángel Giner opina que para asumir un proyecto de cómic “necesitamos que el tema nos emocione para poder alcanzar cierto grado de implicación. Un guionista no puede quedarse en medias tintas, tienes que profundizar e imaginar qué significó aquello en su momento, y ello te obliga a bucear por sitios que a lo mejor no te apetecen, pero que son necesarios”. Cristina Durán añade que el trabajo de documentación y narración debe realizarse “sin prejuzgar, sin moralizar, mostrando los elementos reales con los que te has documentado para que sea el lector quien haga su interpretación”, si bien eso no está reñido con que “puedas darle a esa narración emoción, poesía y emotividad que te sirve para que primero tú como autor, y después el lector, empatice con los protagonistas”.
Ocio o divulgación
Los autores de María la Jabalina están convencidos de que entretenimiento y divulgación son perfectamente compatibles, y una especie de máxima cuando se afronta un proyecto editorial sobre una historia real. “Me gustan las palabras emocionar y aprender, y son muy parecidas”, afirma Miguel Ángel Giner. “Creo que cuando empiezo un cómic lo que busco sobre todo es emocionar. Pero siempre se extraen aprendizajes. Nosotros con esto pretendemos sacar a colación un tema para evitar que se olvide, contribuir a que una historia tan bonita como la de la Jabalina salga fuera de Sagunto y se conozca más allá”.
Para ello el cómic es un soporte ideal, aunque, como dice el historietista norteamericano Daniel Clowes, un cómic es un gran cómic cuando el lector se olvida de que está leyendo un cómic. “Lo ideal es que te olvides del medio, las buenas historias lo son por encima del soporte en el que se presentan”. En ese sentido Giner desmiente el tópico que durante años sobrevoló el género en España, acerca de que era un producto de mero entretenimiento, o dirigido a un público infantil o juvenil. “Más o menos eso ya está superado, y aunque aún queda quien piensa que es un producto para niños, la mayor parte del público entiende que el cómic se puede hacer cargo de cualquier historia, al igual que lo ha hecho el cine”.
Y es que hay personas a quienes les cuesta aceptar determinadas cosas. Miguel Ángel Giner recuerda que, cuando se presentó el libro, recibieron twits en los que se insistía en que María “fue una asesina”. “Sin embargo está perfectamente probado y documentado que los asesinatos de los que se le acusaron se produjeron cuando ella estaba hospitalizada, y nunca pudo cometerlos. Su proceso judicial fue una payasada”. Esos twits demuestran “que no todas las heridas estan cerradas, por increíble que parezca, y por tanto sigue siendo necesario contar estas historias”, dice Durán. “Vivimos en un ambiente polarizado por el odio, pero la historia no se cambia por no hablar de ella o simplificar el mensaje. Decir que una guerra es una guerra y que todos los bandos fueron igual de malos es una barbaridad, porque los golpistas fueron los que fueron y la represión de posguerra fue la que fue”.
En este sentido la dibujante Cristina Durán se define como “activista”, y convencida de que “no tienes que callarte, porque si te callas te roban el discurso”. En El día 3 se ponían de manifiesto las redes de corrupción del PP y los intentos de silenciar y echar tierra sobre la tragedia, “y aunque hay personas que te demuestran que no toleran la verdad, hay que contarla”. Giner admite que “supongo que tienes éxito cuando tienes muchos trolls en Twitter, pero yo no estoy allí así que no me entero. Personalmente esas críticas no me quitan el sueño, solo me preocupan cuando vienen de gente que admiro o por quienes siento respeto”.
Tras la novela gráfica María La Jabalina, de 170 páginas en color y una excelente edición, Miguel Ángel Giner sigue avanzando en un proyecto propio, con guión y dibujo suyo, que está realizando en acuarela, “y que se prolongará durante mucho tiempo, quizá dos o tres años”, mientras que Cristina Durán se tomará “un periodo de descanso”, que es lo que suele hacer cuando termina un proyecto.
Sin embargo María La Jabalina ha despertando un enorme interés, y de hecho están realizando presentaciones y charlas sobre esta turolense que vivió en Sagunto en numerosos lugares de Valencia.
Aún no tienen ninguna programada en la provincia de Teruel, “aunque terminaremos yendo”, explica Miguel Ángel Giner, “porque nos ha escrito mucha gente interesada, y a nosotros nos encantaría ir”. Aunque valencianos, Giner tiene sangre del Poyo del Cid “gracias a mi abuela”, y pasé buena parte de su infancia en la provincia de Teruel. Por su parte Cristina Durán tiene ascendencia valenciana y sevillana, “pero el destino quiso que, de pequeña, hiciera unos campamentos en Jabaloyas, el pueblo en el que nació María”.
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