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Kalumnia arrasa en el ‘crowdfunding’ que le llevará a grabar su primer disco en Asturias Kalumnia arrasa en el ‘crowdfunding’ que le llevará a grabar su primer disco en Asturias
Héctor Pardo, Pablo Cester, Mateu Rins, Daniel Viñuales y Julieta Cebrián forman Kalumnia. Alternativa Management

Kalumnia arrasa en el ‘crowdfunding’ que le llevará a grabar su primer disco en Asturias

El grupo bajoaragonés juvenil de punk-rock intensifica los ensayos para despegar en la música
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Kalumnia, el jovencísimo grupo de punk-rock formado desde las entrañas del Bajo Aragón por músicos de entre 14 y 18 años, sigue arrasando a su paso. A comienzos de enero abrieron una campaña de micromecenazgo colectivo (crowdfunding) para grabar su primer disco y a la semana ya tenían cubierto el objetivo de 4.500 euros. Visto el éxito incrementaron la meta, primero a 6.000 euros y ahora a 7.500, con la idea de hacer también un videoclip, una sesión de fotografías y promocionar el álbum en medios especializados para iniciar el despegue de la banda.

“Son el futuro del punk-rock y vamos a ayudarles a llegar muy lejos”, afirma su equipo de representación, Alternativa Management, que a través de su discografía satélite Carcajada Records impulsará la carrera musical de Héctor Pardo (bajo y coros), Pablo Cester (guitarra y voz), Mateu Rins (guitarra), Daniel Viñuales (batería) y Julieta Cebrián (guitarra). Desde Valdealgorfa y Monroyo están empezando a sonar a todo volumen en el panorama nacional por su precocidad, frescura y talento.

Un estudio de referencia

La banda se dedica estas semanas a la composición y preproducción de los temas, una tarea en la que trabajan duro junto a su mánager, Daniel Sancet. A finales de junio, cuando acaben el curso escolar, se desplazarán a la pequeña aldea asturiana de Bonielles para grabar en los espectaculares Ovni Estudio, una antigua nave industrial de piedra construida en 1975 en la que el compositor, guitarrista y vocalista de Desakato, Pablo Martínez, montó su negocio. Allí ha grabado su extinta banda, así como Mala Reputación, Isabel Marco o Warcry, entre otras.

Este espacio aporta una reverberación natural muy bonita gracias al techo de madera y a las paredes de piedra, que consiguen que el sonido tenga una gran naturalidad y nitidez, indica Alternativa Management en su web, desde donde se accede al crowdfunding para Kalumnia.

El disco, que todavía no tiene título, se editará en formato CD y también tendrá distribución digital en las plataformas.

Concretamente, el dinero recaudado con la campaña de micromecenazgo se invertirá en la grabación del primer disco de Kalumnia, el diseño gráfico del CD, la fabricación de mil copias en formato jewel-box, el diseño de un nuevo logotipo para la banda, la grabación del primer videoclip, una completa sesión de fotografías y la promoción en prensa del trabajo.

Aunque llevan temas de sus grupos favoritos, desde el primer momento comenzaron a componer canciones propias que beben del punk, el rock y el metal, y cuyas letras defienden el medio rural, las injusticias sociales y la naturaleza.

Cester: “Es una pasada”

Esas serán pues las principales temáticas del álbum, dijo Cester, quien consideró “una pasada” haber rebasado, en menos de un mes, “2.000 euros el objetivo al que queríamos llegar”. Ayer, los donativos rondaban los 6.500 euros. Y todavía quedaban 211 días para participar.

“Todo esto no sólo nos motiva, sino que nos estamos dando cuenta de que algo hemos hecho bien. Hemos gustado a la gente, que está dispuesta a echarnos un cable con el disco”, indicó. Han recibido aportaciones “de familiares, amigos y empresas de la zona”, pero también “de gente de otros lugares”. Aunque no quiso desvelar demasiado acerca del disco, sí avanzó Cester que habrá entre siete y ocho temas.

“Siempre hacíamos la coña con mi primo, cuando no éramos ni Kalumnia, que nos íbamos a ir a grabar al Ovni”, expresó el vocalista con respecto a grabar en el estudio de uno de los referentes musicales de la banda juvenil. Por ello, cuando recibieron la noticia de su mánager de que se iban a Asturias lo tomaron como un regalo. Sueñan con alguna colaboración de los antiguos Desakato y desean que otras bandas quieran apoyar su iniciativa.

Preguntados por las críticas que han recibido hasta ahora, Cester aseguró que Los Azero les reconocieron que en sus inicios tocaban “bastante peor”, bromeó el vocalista de Valdealgorfa.

Siguen ensayando el día que pueden, pero ahora se meten más caña “El sábado pasamos de tres horas a nueve”, destacó Cester. Y es que no hay tiempo que perder cuando se trata de cumplir un sueño.

Entusiasmo, ganas y actitud sobre el escenario que les han llevado a tocar con Sober, los Draps, Siix o Azero

Kalumnia nació hace dos años cuando se juntaron para ensayar Héctor Pardo, Pablo Cester, Mateu Rins y Daniel Viñuales. Todos proceden de Valdealgorfa aunque Mateu está afincado en Tarragona y Pablo en Alcañiz. En los últimos meses la banda se ha completado con la incorporación de Julieta Cebrián, de Monroyo.

Para alguno de ellos esta es su primera experiencia musical, pero gracias a su entusiasmo y una estupenda actitud sobre el escenario, pronto dieron que hablar tras varios conciertos en su pueblo, en Used o en La Codoñera, donde tocaron junto a Sober, Los Draps, Siixs o sus queridos Azero, la referencia del rock de pueblo.

En octubre participaron además en el Concurso PopyRock de Zaragoza para talentos emergentes, siendo de largo los más jóvenes e inexpertos. Pese a ello lograron meterse entre los ocho finalistas gracias a Sucia Sociedad, una de sus composiciones propias, y al apoyo cosechado en las redes sociales. Lograron el Premio Especial a la mejor Propuesta Joven.

La banda firmó recientemente con la agencia de representación aragonesa Alternativa Management, oficina que dirige proyectos de los turolenses Isabel Marco, Azero, Siixs o Punkarras Malas Pulgas.

Sancet asegura que dirigirá “con sumo cuidado” cada uno de los pasos de la banda. “La prioridad será la grabación de un buen primer disco”, explicó el cantante de Insolenzia, “por lo que se va a trabajar la preproducción de cada una de las canciones antes de ir al estudio de grabación”.

Pese a que los cinco músicos turolenses tienen entre 14 y 18 años –Cester es el único mayor de edad–, llaman la atención por el descaro y la actitud que derrochan actuando.

Tocan versiones de sus grupos clásicos favoritos y también tienen varios temas propios compuestos, en los que siguen protestando casi por los mismos problemas contra los que cantaban los punk de la anterior generación, y que evidentemente siguen sin ser solucionados. También los inherentes al medio rural.

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