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Gustavo Ramos, baterista de EFFE: Gustavo Ramos, baterista de EFFE:
Gus Ramos, Borja Lacruz, Rubén Fernández, Diego Soriano y Fabián Navarrete

Gustavo Ramos, baterista de EFFE: "Creo que 'Los días de las palabras muertas' es un elepé más cañero que los anteriores"

La banda turolense presenta este sábado en la Casa de Andalucía de Teruel su cuarto trabajo discográfico
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La banda turolense EFFE presentará este sábado en la Casa de Andalucía (apertura de puertas a las 19 horas) su nuevo y esperado disco, Los días de las palabras muertas, que podrá comprarse en formato físico en los directos pero no estará en las plataformas digitales hasta septiembre. Las entradas están a la venta online a través de entradeo.com. a 10 euros, y en taquilla el día del concierto a 15 euros.

-El cuarto LP de EFFE será el primero con Animal Records. ¿Supone esto algún cambio para ustedes?
-Únicamente en que es una empresa de gente muy joven y trabajan muy a fondo el tema de las redes sociales para la promoción. Dejamos de trabajar con Rock Estatal porque la empresa quebró, y de entre las opciones que teníamos nos decidimos por Animal por esa visión que tienen con las nuevas tecnologías.

-¿Se lleva bien el rock clásico con las redes sociales? ¿Qué opina?
-Si hoy en día quieres llegar a la gente tienes que tirar de eso, está claro. Antes la cosa funcionaba con las revistas tipo Popular 1, o con la Disco Play que te llegaba a casa y veías los grupos que no conocías, pero ya no estamos en los 90. Aunque particularmente, como músico, no tengo claro que a nosotros nos suponga un gran cambio, la verdad. A fin de cuentas ya no hay tanto público nuevo que consuma el tipo de música que nosotros hacemos.

-¿Qué evolución musical supone ‘Los días de las palabras muertas’ con respecto a los trabajos anteriores?
-En lo musical lo más relevante es el cambio de guitarrista, con Diego Soriano en lugar de Chema Mangas. Ya desde los primeros singles que se han hecho públicos, Sin nada y A deshoras, es muy evidente la presencia de Diego. Es muy fan de grupos como Pantera y toca habitualmente con guitarras de siete cuerdas, con un Si grave que suena a ultratumba. El cuanto al resto de la banda seguimos en la misma línea que comenzó sobre todo a partir de Tras la tormenta, el segundo LP. Quizá este último disco es algo más rápido, más cañero, y aunque haya alguna canción más relajada y medio balada, las que yo creo que se quedarán para los directos habituales son más rápidas.

Percusión

-¿Y en cuanto a la percusión?
-Bueno... cuando empezamos a trabajar las canciones todavía estaba Chema y en Vuela había una intro un poco más progresiva, así que me trabajé un break un poco más largo de lo que hago habitualmente, y al final se ha quedado así. Pero lo demás sigue una línea parecida a la que he llevado hasta ahora, porque ni te puedes liar a reinventar el rock ni tenemos ocho horas al día durante varios meses para sacar ideas nuevas y grabarlas.

-Han grabado de nuevo en R-5 con Kolibrí Díaz. ¿Cómo fue ese proceso?
-Ha sido más lento que en otras ocasiones. Un directo vale por cinco ensayos, y cuando grabamos Tras la tormenta habíamos tocado tantas veces las canciones sobre el escenario que las llevamos muy trabajadas al estudio, prácticamente perfectas. Con Ni realidad ni quimera ya nos costó un poco más y con este último todavía más, porque los temas no estaban tan trabajados. Y además no es lo mismo grabar un disco con baterías físicamente muy exigente con 40 años que con 50.

-¿Acabaron satisfechos con el resultado?
-Nunca lo haces del todo. El sábado acabas de grabar una canción y el lunes ya cambiarías un par de cosas. Pero eso siempre sucede, para un músico es inevitable. Al final la cuestión básica es el tiempo, cuanto más tiempo preparas un tema más afinado te va quedando.

-La presentación del disco del sábado será en la Casa de Andalucía, una sala nueva para ustedes...
-Cuando tocas en una sala que no conoces te da un poco de miedo porque te arriesgas a que suene regular, pero Jorge Puerto ha sonorizado alguna cosa allí y nos dijo que está bien, y nosotros confiamos al 100% en su criterio. Por lo demás la Casa de Andalucía es genial; tiene más de trescientas personas de aforo de pie, con el bar en la parte de fuera, con escenario, camerinos... no sé cómo no se usa más, la verdad, tiene muchas posibilidades. Y es verdad que igual queda un poco raro la estética, pero bueno... igual para esa noche ponemos carteles de El Drogas sobre los de toreros (risas).

-¿Qué vida le aguarda a Los días de las palabras muertas? ¿Qué planes tienen?
-El plan es intentar que lo oiga mucha gente, claro. Pero el planteamiento será distinto a Ni realidad ni quimera. Con ese disco tocamos en muchos sitios, pero en algunas ocasiones no compensaba. Irte a una sala pequeña de Alicante, a un polígono, con una promoción de la sala muy básica y acabar tocando para cuatro no es plan. Así que intentaremos ser más selectivos, ir a menos salas pero asegurarnos que habrá suficiente gente al menos para cubrir los gastos del desplazamiento. Y también nos gustaría tirar de festivales, donde a nada tienes doscientas o trescientas personas. No se trata de ir solo al negocio, pero tocar tiene que compensarte de algún modo, bien porque cubres gastos y te queda algún beneficio, o bien porque es un festival donde metes mucha gente y te compensa igualmente porque disfrutas tocando.

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