El Museo de Teruel expone la obra de la primera mujer fotoperiodista del país con la propuesta 'Joana Biarnés. Moda a pie de calle'
La muestra se inaugura este jueves y podrá verse en el espacio de exposiciones temporales del centro expositivo de la DPT hasta el 2 de febrero de 2025El espacio de exposiciones temporales del Museo Provincial de Teruel acoge desde este jueves y hasta el 2 de febrero de 2002 la exposición Joana Biarnés. Moda a pie de calle, organizada junto a la Fundación Photographic Social Vision, entidad que defiende el valor social de la fotografía documental y que custodia y difunde el Archivo Joana Biarnés, la primera mujer fotoperiodista del país, que a su vez, fue una de las pioneras en dedicarse profesionalmente a la fotografía de moda.
La muestra, ideada y comisariada por el historiador y crítico de arte y moda Josep Casamartina i Parassols, fue uno de los últimos proyectos en los que intervino la fotógrafa egarense y que más ilusión le produjo antes de que su fallecimiento le impidiese conocer la gran acogida que tuvo la muestra a su paso por el espacio Tinglado 2 del Ajuntament de Tarragona, la Sala Muncunill del Ajuntament de Terrassa y la Sala Canal de Isabel II de la Comunidad de Madrid.
Ahora es el Museo Provincial de Teruel quien toma el relevo para continuar dando a conocer la obra de la primera mujer fotoperiodista del país, que a su vez, fue una de las pioneras en dedicarse profesionalmente a la fotografía de moda, ha detallado la DPT en una nota de prensa. Esta exposición revisa esa faceta de Biarnés en las décadas de los años sesenta y primeros setenta, desplegada entre Barcelona y Madrid, y la capta sin afectaciones ni esteticismos. Los detalles de la muestra los han dado a conocer en rueda de prensa Beatriz Martín, diputada delegada Museo Provincial de Teruel; Beatriz Ezquerra Lebrón, directora del Museo de Teruel; Sara Civera Navarro, conservadora del Museo de Teruel; Inma Cortés Pueyo, coordinadora de la Fundación Photographic Social Vision; y Josep Casamartina i Parassols, comisario de la exposición y director de la Fundació Antoni de Montpalau.
El comisiario de la muestra ha explicado que “es una mirada a la moda muy sencilla, muy diferente de lo que era la fotografía de moda, que se trataba de sofisticar mucho a las modelos, como una cosa seductora e inaccesible. En cambio en Joana, acorde a todo lo que ha hecho en su producción, es una manera de fotografiar muy directa. Es una de sus grandes virtudes la franqueza, artista sencilla y la franqueza”.
Visitar la exposición en el Museo de Teruel permite disfrutar de un discurso expositivo que es diferente al de otros lugares por los que ha pasado, como ha indicado Casamartina i Parassols: “Es una exposición, que yo le tengo mucho cariño porque además en cada sitio es diferente. No es una itinerancia, lleva más trabajo porque es ir adaptando a cada espacio con unos capítulos que los puedes intercambiar, en cada sitio puedes crear un discurso diferente aunque sea un mismo discurso. Y realmente estoy súper contento del montaje como ha quedado aquí, es precioso, no tiene nada que ver con los otros. Y bueno trabajar con el personal del Museo es un placer”.
Las fotografías de Barnés trascienden la estética para trasladarnos un discurso muy interesante, como ha explicado Cortés, la coordinadora de la Fundación Photographic Social Vision: “Más allá de las fotografías, que son bonitas y especialmente el archivo de moda es muy bonito, explicaba una época de la transición que muchos habían documentado pero nunca desde la mirada de una mujer, y eso nos pareció muy importante. Fue la primera mujer fotoperiodista del país y su testimonio era distinto al de compañeros de profesión. De Joana se ha hablado mucho, se divulgó muchísimo, hemos hecho libros, exposiciones temáticas… esta es una de ellas, pero desde la Fundación nos gusta resaltar siempre su calidad humana. Era una mujer con valores muy estrictos, a nivel profesional tenía un rigor muy muy claro. Su padre cuando ella decidió irse de Tarrassa para trabajar primero en Barcelona y después en Madrid le dijo dos cosas que le calaron durante toda su trayectoria: ‘eres una mujer, no será fácil, y te pido solo una cosa y es que no me hagas bajar la cabeza’. Ese no me hagas bajar nunca la cabeza fue su premisa en toda su vida personal y profesional, y desde laFfundación intentamos seguir manteniendo este valor de la personalidad de Joana”.
La relación de Joana Biarnés con la moda
Cuando Joana Biarnés se adentró en el ámbito de la moda, ya hacía unos años que se había abierto camino como fotoperiodista. Su acercamiento al sector empezó en 1959 cuando Pilar de Ávia, directora de la revista La Moda en España que se editaba en Madrid, pidió su colaboración para cubrir las crónicas de moda, sobre todo las que hablaban de la alta costura barcelonesa que entonces era la más relevante a nivel estatal. La buena amistad entre ambas, tal como casi siempre sucedía con la gente que ella trataba, propició el contacto de la fotógrafa con dos de los principales representantes de la alta costura establecidos en Barcelona y Madrid: Pedro Rodríguez y Asunción Bastida. Con esta última trabajó con más asiduidad, entre 1959 y 1962.
En 1963, empezó a trabajar para el diario Pueblo donde, además de sus habituales y celebrados reportajes de actualidad, deportes y sociedad, Biarnés continuó dedicándose a los reportajes de moda a raíz de un suplemento semanal. Esto le abrió las puertas a los principales modistos de Madrid como Lino, Vargas y Ochagavía, Marbel Jr., Herrera y Ollero, más puntualmente, Elio Berhanyer, y también Antonio Nieto, Miguel Rueda y Juanjo Rocafort, así como los peleteros José Luis, Miguel Marinero, Herrero y Rodero, Cirilo Fernández o Villaroy, además de marcas de complementos como la óptica Cottet, para la cual hizo la imagen de muchas campañas publicitarias.
Biarnés se convirtió en la cronista regular y sistemática del glamur de la capital española, y también de la sociedad. Fotografiaba muy a menudo a personajes con quien mantuvo mucha amistad y que, de alguna manera, también estaban conectados con el mundo de la moda de su tiempo. Lucía Bosé, Karina, Natalia Figueroa o su marido Raphael fueron algunos de ellos. Su recomendación resultó clave para la elección del vestido de André Courrèges con el que Massiel interpretó la popular canción La, la, la que ganó el Festival de Eurovisión de 1968, ayudando así a crear uno de los iconos españoles de los años sesenta.
En este ámbito, tan dado a las fantasías y la sofisticación, ella situó las modelos en la calle, tal cual, sin buscar escenarios fastuosos o extravagantes, ni tampoco evasiones estéticas, y captó como nadie la realidad de cada imagen y su tiempo. Joana Biarnés, moda a pie de calle presenta un conjunto excepcional de imágenes realizadas con una mirada propia que muestran la evolución radical de la moda, pasando de lo serio, clásico y formal, al concepto de lo elegante que se estaba gestando en París con los discípulos de Balenciaga y al desenfreno anti-convencional que imponían las calles de Londres a final de los sesenta y también el movimiento hippy.
Un amplio recorrido, compuesto por casi un centenar de fotografías del Archivo Joana Biarnés, que arranca con Asunción Bastida, quien formaba parte de los llamados Cinco Grandes de la Alta Costura Española, con sus maniquíes situadas en el Paseo de Gràcia, entre las que figura la oscense Vicki Ballarín, o reportajes para otras marcas situados en el gaudiniano Park GuÌÂÂell, entre 1959 y 1962.
Continúa con los modelos de Lino, otro famoso modista madrileño, que también pertenecía a la Cooperativa de Alta Costura, para el que Biarnés trabajó situando a sus modelos en calles y plazas, tal como a ella le gustaba presentarlas, o de otros modistas como Vargas Ochagavía, con una joven Pilar Bardem, en sus inicios de maniquí de moda. También hay imágenes de Carmen Cervera -la actual baronesa Thyssen- probándose el traje de novia para su boda con el actor Lex Barker, en la maison madrileña de Pedro Rodríguez, o modelos de Carmen Mir, otra componente de la citada cooperativa, que era el Olimpo de la moda en nuestro país.
Pero además de para el mundo clásico de la alta costura, Biarnés captó con su cámara esa renovación que se estaba gestando con nombres como Marbel Jr., Miguel Rueda y Antonio Nieto –éste último, buen amigo suyo y autor de su traje de novia, y del de Karina para el Festival de Eurovisión–, así como el entonces jovencísimo Juanjo Rocafort, muy influido por la moda inglesa del momento. Creaciones que lucen Paloma Cela o Lourdes Albert, dos de las modelos más asiduas en los reportajes de Biarnés.
También la peletería evolucionó en este mismo sentido, de lo formal a lo casual. Joana hizo muchos reportajes para importantes peleteros como Villagroy, Herrera y Rodero o José Luis, colaborador de Balenciaga y socio de su directora en Madrid, Felisa, cuando éste cerró todos sus atéliers, de París, Madrid, San Sebastián y Barcelona, en 1968.
Biarnés viajó a París y Londres para fotografiar las creaciones de Courrèges, Paco Rabanne o Mary Quant. Así mismo fotografió la Gauche Divine barcelonesa asidua de la discoteca Boccaccio y la eclosión de la moda Ad Lib en Ibiza. El proyecto incluye fotografías de Massiel, Karina, Tita Cervera o Marisol, perfectamente integradas en las corrientes de la moda más contemporánea de su tiempo, junto a modelos icónicas de los años sesenta. Un círculo completo que abarca de la alta costura al prêt-à-porter y de la rigidez de los salones elegantes a la libertad absoluta de la calle.
Joana Biarnés fue testimonio atento de estos cambios y se involucró en ellos, razón por la cual el discurso expositivo incluye su trayectoria vital y la proyección de fragmentos del documental Joana Biarnés. Una entre todos con entrevista a la propia fotógrafa.
Tres ejemplares de revistas de la Colección Marina y Miguel Pintre con reportajes de la fotógrafa completan la muestra, así como cinco vestidos de la época prestados por la Fundació Antoni de Montpalau, -que posee una de las colecciones de moda más destacadas de España-, con piezas de Asunción Bastida, Renoma, Elio Berhanyer, Carmen Mir y el traje de novia de Biarnés creado por Antonio Nieto.
Joana Biarnés, la primera mujer fotoperiodista de España
Joana Biarnés i Florensa (Terrassa, 1935 - 2018), considerada la primera mujer fotoperiodista de España, empezó muy joven ayudando a su padre, Joan Biarnés, un respetado fotógrafo deportivo de Terrassa. A los 16 años publicó su primer reportaje en el diario El Mundo Deportivo.
Fue fotógrafa deportiva, de moda e industrial, de bodas, retrato y foto fija en cine. En 1962, cubrió la gran riada del Vallés, que asoló la ciudad catalana de Terrassa. A partir de la publicación de ese reportaje en Por qué?, su carrera dio un giro. Recibió un encargo del diario madrileño Pueblo y, al poco tiempo, pasó a formar parte de su plantilla. Después trabajó para el diario ABC o la revista Blanco y Negro. Formando equipo con Natalia Figueroa, dirigió al equipo gráfico de la Agencia Contifoto y también fundó la agencia Sincro Press.
Durante nueve años, cubrió las actuaciones del cantante Raphael en España y en el extranjero. Fotografió a célebres personajes como The Beatles, Jackie Kennedy, Louis Armstrong, Joan Manuel Serrat, Marisol, Yul Brynner, Salvador Dalí, Romy Schneider, Charlie Rivel, Jack Lemmon, Roman Polanski, Rudolf Nureyev, Orson Welles, Lee Marvin... Pero, en los años 80, se desencantó con la deriva amarillista del fotoperiodismo, y abandonó la profesión en 1985 para abrir un restaurante en Ibiza: Cana Joana.
Con el paso de los años, su labor fotográfica quedó oculta hasta que el fotógrafo Cristóbal Castro, que buscaba imágenes de las riadas del Vallés para una exposición conmemorativa, halló las fotografías de Joana Biarnés y el resto de su archivo.
Esto inició la reivindicación de su figura como fotógrafa. En 2014, se le concedió la Creu de Sant Jordi otorgada por la Generalitat de Catalunya. Ese mismo año pasó a ser autora representada por la Fundación Photographic Social Vision, que comienza a trabajar en la recuperación de su legado. También se inauguró su primera exposición retrospectiva en la Sala Muncunill, organizada por el Ayuntamiento de Terrassa, y se grabó el documental sobre su vida y obra Joana Biarnés. Una entre todos, dirigido por Òscar Moreno, Jordi Rovira y Xavier Baig, de REC Produccions.
En 2016, se presentó en el Festival PhotoEspaña la muestra antológica comisariada por Chema Conesa Joana Biarnés. A contracorriente, que más tarde ha seguido itinerando por España. Y en septiembre de ese año, se inauguró la exposición retrospectiva Disparando con el corazón en la Biennal Xavier Miserachs de Palafrugell -que posteriormente se ha expuesto por España e incluso en Berlín. La editorial Blume y la Fundación Photographic Social Vision editaron su libro antológico Disparant amb el cor.
Después de cinco años de inauguraciones, reconocimientos, participación en entrevistas y planificando proyectos de futuro como la exposición Moda a pie de calle, el 19 de diciembre murió en Terrassa a la edad de 83 años. Desde entonces, la Fundación Photographic Social Vision siguió gestionando su legado y sus derechos de autor. En 2022, la Fundación Photographic pasa también a ser propietaria del Archivo Joana Biarnés y a custodiar sus negativos, gracias a la generosa cesión de Jean Michel Bamberger, periodista y viudo de la fotógrafa.
Hoy en día, Joana ha reconquistado su sitio como indispensable en la fotografía de este país. Pero todavía queda mucho por hacer en la difusión de su figura y de sus principios vitales. Por eso, en 2019, coincidiendo con el primer aniversario de su pérdida, la Fundación Photographic Social Vision crea la Beca Joana Biarnés para Jóvenes Fotoperiodistas, que concede anualmente y con la que cumple una de las últimas voluntades de la fotógrafa: que los beneficios de su obra vayan destinados a fortalecer el desarrollo profesional de futuras generaciones de fotoperiodistas.
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