El Maestrazgo arroja luz sobre sus conventos más antiguos con una jornada en Cuevas

En la comarca del Maestrazgo hubo varios conventos, algunos abiertos hasta la década de los 80 del pasado siglo y, sin embargo, son grandes desconocidos tanto para gran parte de la población como a nivel de investigaciones, puesto que es un tema sobre el que apenas se ha profundizado. Hay poca información y dispersa, pero desde la Comarca se han planteado marcar un punto de inflexión con una jornada monográfica organizada para el 11 de noviembre en Cuevas de Cañart.

En ella reunirán en la misma sala, precisamente en una de las que se han habilitado en el antiguo convento de los Servitas como salón de actos, a varias personas que conocen el tema, bien por su relación con las monjas que habitaron los conventos de Mirambel y Cuevas de Cañart hasta el último cuarto del siglo pasado, o por los estudios realizados sobre alguno de ellos.

“Eran centros de devoción de primer orden e instituciones importantes para la economía y la sociedad de estos pueblo, pero apenas sabemos nada sobre ellos”, comenta la técnica de Patrimonio del Maestrazgo, Sonia Sánchez. Ella es la que ha coordinado las ponencias, centrándose en los cuatro conventos más antiguos de la zona, los dos de Cuevas de Cañart –el de los Servitas que era masculino y el de las Concepcionistas Franciscanas, de monjas de clausura–; el de Montesanto de Villarluengo, hoy en ruinas, y el de las Agustinas de Mirambel, también femenino y de clausura.

La jornada, que se prolongará durante todo el sábado 11 de noviembre va dirigida a la población local, “para que conozcan su patrimonio, hagan registro de su memoria, de sus recuerdos, y den valor a lo que tenemos”, plantea Sánchez. Por otro lado, confían en despertar el interés de expertos puesto que supondrá un foro relevante e inédito para acercarse a los conventos del Maestrazgo.

Entre los ponentes hay personas que tuvieron relación con las monjas, como Pilar Sangüesa, que es vecina de Cuevas de Cañart y guarda recuerdos muy nítidos e incluso cartas de su amistad con las religiosas. Jesús Villarroya, de la Asociación Ontejas de Fortanete, ha recopilado algunos documentos vinculados a la Cofradía de Montesanto que pueden ser transcendentales para conocer el funcionamiento ordinario de los conventos. Vicente Lorente hablará de la relación entre los dos conventos que hubo en Cuevas de Cañart, uno de monjes Servitas y otro de religiosas franciscanas de clausura.

A ellos se sumarán varios expertos universitarios, como Jorge Martín, especialista en las iglesias barrocas y que hablará de la arquitectura de los conventos. La antropóloga Elisa Sánchez Sanz ofrecerá pinceladas sobre la vida monástica, que “no sólo era rezar y cantar”, como recalca el título de su conferencia. Entre las ponencias habrá una de Pedro Luis Hernando, profesor de Historia del Arte y director del Museo de Arte Sacro de Teruel, que lleva por título Un patrimonio en peligro. Los conventos y monasterios de la provincia de Teruel.

La jornada tiene un carácter reivindicativo sobre el estado en el que se encuentran estos conventos. El de los Servitas es de propiedad municipal y se ha consolidado gracias a varias partidas de los Fondos de Inversión para Teruel, Fite. También el de las Agustinas de Mirambel ha sido objeto de diversas restauraciones, pero el de Montesanto de Villarluengo está totalmente en ruina y el de las Franciscanas de Cuevas de Cañart corre riesgo de acabar igual porque, como lamenta la técnica de patrimonio, hace un año sufrió daños la cubierta y acabará hundiéndose. La zona conventual está en manos privadas y la Diócesis de Teruel y Albarracín es la propietaria de la iglesia.

“Queremos que la jornada sirva para demostrar el valor artístico e histórico y también para hablar de cómo formaban parte de la vida de estos pueblos”, argumenta Sonia Sánchez.

La sesión se cerrará con la presentación del vídeo La memoria de los conventos de la Comarca del Maestrazgo, que refleja una decena de entrevistas realizadas a varios grupos de personas que conocieron a las monjas de las localidades de Mirambel y Cuevas de Cañart, quienes habitaron en estos conventos hasta la década de 1980. Las entrevistas tienen una versión corta con interés divulgativo y una más extensa cuyo objetivo es “resguardar la memoria, los recuerdos de esa relación con el convento”, dice la técnica de Patrimonio.

Para complementar las ponencias técnicas, se ha preparado una exposición con las labores que realizaban las monjas de clausura en estas localidades y que muchas familias todavía conservan como recuerdo. Las religiosas hacían labores con paja de centeno, que es muy brillante, tanto marcos para estampas como alfileteros, y el resultado era muy vistoso.

Continuidad

Esta jornada tendrá continuidad a lo largo del próximo año en los otros dos pueblos donde están los conventos más antiguos de la comarca, Mirambel y Villarluengo. En esas nuevas sesiones se abordarán otros temas también vinculados con estas congregaciones y el objetivo es presentar unas actas “con aporte documental y fotográfico inédito” que queden a disposición de los investigadores y formen parte de la historia conventual de Aragón, adelanta Sánchez.