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Del Bajo Aragón al éxito nacional: Unai Liarte y Moha Azyane conquistan el cine y las redes Del Bajo Aragón al éxito nacional: Unai Liarte y Moha Azyane conquistan el cine y las redes
Los alcañizanos, Moha Azyane e Unai Liarte durante el estreno en cines del film ‘La ley del Mar’, donde Azyane tuvo un papel destacado. U.L

Del Bajo Aragón al éxito nacional: Unai Liarte y Moha Azyane conquistan el cine y las redes

Los jóvenes alcañizanos consiguen un premio en Butoni Fest con su producción ‘Hasta la tumba’
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Unai Liarte y Moha Azyane son dos jóvenes alcañizanos que han llevado el nombre de Teruel y Alcañiz más allá de sus fronteras, conquistando las pantallas nacionales con su cortometraje Hasta la tumba. Este proyecto, galardonado en el festival cinematográfico de Valencia, Butoni Fest, no solo refleja su talento, sino también el espíritu creativo que define sus raíces. Sin embargo, el camino hacia este éxito comenzó mucho antes, en 2020, marcando el inicio de una trayectoria que combina el esfuerzo y la pasión de dos adolescentes por lograr sus sueños.

Un trend de la red social TikTok durante la pandemia por el covid-19 puso en el foco del mundo influencer a Liarte y Azyane, quienes improvisaron los pasos de una pegadiza canción de Karetta el Gucci, titulada Fake Capo. Fue hasta tal punto su viralidad, que bailaron junto a este artista y otros conocidos cantantes urbanos del panorama nacional e internacional, como Omar Montes y RVFV en el videclip. Sin embargo, estos dos jóvenes de poco más de 20 años, no limitaron su trayectoria al mundo de las redes sociales, sino que decidieron complementarlo con el arte de la interpretación.

La historia de Liarte y Azyane comenzó casi por casualidad. Ambos participaron como figurantes en la exitosa serie de Netflix, Bienvenidos a Edén, rodada en Cretas. Aquella experiencia, lejos de ser un simple pasatiempo, despertó en ellos una pasión inusitada por la interpretación. "Fue algo que nos marcó. Estar en el set, compartir momentos con el equipo y vivir el ambiente de un rodaje nos hizo darnos cuenta de que queríamos dedicarnos a esto," recordó Liarte. "Llegamos a casa y se lo contamos a nuestras familias. Por suerte, nos apoyaron desde el principio”. Es por ello que tanto Liarte como Azyane decidieron trasladarse a Valencia para estudiar interpretación, evitando la presión de una ciudad más grande como Madrid. "Era nuestra primera salida importante de Alcañiz, y Valencia nos pareció un lugar más acogedor para dar el salto," añadió Azyane. Durante dos años, se formaron en una academia especializada en cine y teatro, lo que les permitió adquirir las bases necesarias para introducirse en la industria.

En el caso de Azyane fue el primero en obtener un papel destacado. Su trayectoria comenzó con la serie diaria Servir y proteger y continuó con proyectos como La ley del mar, donde compartió escena con Blanca Portillo y Luis Tosar, y El mal invisible, una producción en la que tuvo un papel secundario de peso. “Lo más impactante de estos proyectos fue aprender de grandes profesionales. Te das cuenta de la responsabilidad que implica este trabajo, pero también de lo gratificante que puede ser”, comentó Moha.

Por su parte, Liarte comenzó a explorar otros aspectos del cine, como la escritura de guiones y la dirección. "Siempre me ha gustado escribir, y con el tiempo empecé a formarme para hacerlo mejor. Me di cuenta de que además de actuar, quería contar historias desde otras perspectivas”, explicó.

Sin embargo, antes de adentrarse en el mundo del cine, Unai y Moha vivieron experiencias que les ayudaron a desarrollar su versatilidad artística. Como bailarines, participaron en campañas publicitarias y eventos, mostrando su faceta más espontánea y cercana. "El baile nos enseñó a enfrentarnos al público y a las cámaras. Fue nuestra escuela para aprender a transmitir emociones, algo que luego aplicamos en la interpretación”, comentó Moha. Aunque su éxito en redes sociales les abrió muchas puertas, siempre han mantenido los pies en la tierra. "Venimos de un lugar pequeño y sabemos lo que cuesta llegar. Por eso, cada paso que damos lo valoramos mucho”, añadió Liarte.
 

Liarte y Azyane en un ‘frame’ de una de las escenas de su cortometraje ‘Hasta la tumba’, una historia de amistad y traición. DM Films

‘Hasta la tumba’

El cortometraje Hasta la tumba marcó un antes y un después en la trayectoria de Liarte y Azyane. La idea surgió de una oportunidad inesperada: un piloto de Ryanair, Andrés, les ofreció volar en una avioneta para crear contenido para redes sociales. Unai vio en esta propuesta el escenario perfecto para un proyecto más ambicioso. "Pensé que no podíamos limitarlo a unas fotos para Instagram. La avioneta era un recurso único y queríamos aprovecharlo al máximo”, explicó Liarte.

El equipo, compuesto por Unai, Moha, el director de fotografía Mario Moliner y el propio piloto, (entre otros), se puso manos a la obra. En menos de un mes, escribieron el guión y organizaron un rodaje que, a pesar de contar con un presupuesto de tan solo 900 euros, se planteaba como un cortometraje de acción con escenas complejas: persecuciones, disparos y la propia avioneta como elemento central. "Rodamos en localizaciones de Alcañiz como las Saladas y la Estanca, además de algunas playas de Alicante. Todo fue muy rápido; el rodaje duró alrededor de una semana”, relató Moha. "Siempre volvemos a Teruel para buscar inspiración. Es inevitable, porque crecimos aquí y conocemos cada rincón. Las Saladas, la Estanca, los paisajes rurales… todo tiene un potencial increíble para el cine”, comentó. Además, el equipo ya está trabajando en nuevos proyectos que también se desarrollarán en la región, incluyendo un cortometraje de terror y un largometraje inspirado en Alcañiz y Beceite.

A pesar de las limitaciones técnicas y presupuestarias, el equipo logró un resultado sorprendente. "Teníamos que ser creativos. Por ejemplo, Mario grababa algunas escenas desde el capó de un coche con un trípode para conseguir los planos que queríamos. Fue todo muy artesanal, pero funcionó”, añadió Unai. El corto, que sigue una trama de acción y traición entre cazatesoros, combina elementos de suspense y amistad, condensando en 20 minutos una historia con códigos más cercanos a un largometraje que a un cortometraje tradicional.

El esfuerzo del equipo dio sus frutos cuando Hasta la tumba fue seleccionado en varios festivales de cine, ganando en el mejor corto de aventura el Butoni Fest. Este galardón no solo les dio visibilidad, sino que también confirmó que su enfoque creativo tenía potencial. "Fue increíble. Al principio parecía imposible que un proyecto tan pequeño pudiera competir en festivales, pero cuando vimos la reacción del público, nos dimos cuenta de que habíamos conseguido algo especial”, afirmó Azyane. El cortometraje fue lanzado posteriormente en plataformas digitales, donde ha seguido cosechando elogios por su originalidad y la calidad conseguida con recursos limitados.
 

De izquierda a derecha) Mario Moliner, director de fotografía; Moha Azyane; Miguel Ciotta, otro de los protagonistas e Unai Liarte en la gala de Butoni Fest

Futuros artistas

Con proyectos en marcha y el reconocimiento de festivales como el Butoni Fest, Unai Liarte y Moha Azyane han demostrado que el talento puede surgir en cualquier rincón, incluso en una provincia como Teruel. "Lo más importante es salir de la zona de confort y perseguir lo que realmente quieres. Si tienes claro tu objetivo, no hay límites”, aseguró Azyane.

Estos dos alcañizanos no solo quieren triunfar en el cine, sino también inspirar a otros jóvenes de su tierra. "Sabemos que salir de un pueblo pequeño puede dar vértigo, pero merece la pena si sigues tus sueños. Hay mucho talento en Teruel, solo hay que dar el paso”, aseguró Liarte.

Ambos creen que las redes sociales han cambiado las reglas del juego, permitiendo que cualquier persona pueda mostrar su trabajo al mundo. "Hoy en día, puedes empezar desde cualquier lugar. Solo necesitas pasión, dedicación y constancia”, dijo Azyane.

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