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De Nancy G. Roman a Jocelyn Bell, mujeres científicas que rompen los mitos De Nancy G. Roman a Jocelyn Bell, mujeres científicas que rompen los mitos
Javier Cenarro, director del Centro de Estudios de la Física del Cosmos de Teruel, a la izquierda, durante la presentación de la exposición

De Nancy G. Roman a Jocelyn Bell, mujeres científicas que rompen los mitos

El CEFCA divulga en la muestra 'AstrónomAs' la huella femenina en la historia de la astrofísica
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Quien más o quien menos todo el mundo ha oído hablar de Tycho Brahe, Copérnico, Galileo, Edmund Halley o Edwin Hubble, aunque pocos saben que quien creó el comité que diseñó el telescopio que lleva ese nombre y quien convenció al Congreso de los Estados Unidos de que invertir en su construcción no era un disparate sino una estupenda idea fue una mujer, Nancy Grace Roman, la primera que llegó a ser astrónoma jefa de la NASA.

Es una de las científicas del ámbito de la astronomía a las que homenajea la exposición AstrónomAs, muestra que se inauguró ayer en la tercera planta de la sede del Centro de Estudios de la Física del Cosmos de Aragón (CEFCA) -en el edificio del antiguo Banco de España de la capital turolense-, y que podrá visitarse hasta el 25 de febrero.

La exposición, que visita Teruel tras recorrer diferentes espacios de toda España, se abrió con motivo de la celebración ayer del Día de la Mujer y la Niña en la ciencia, con el objetivo de despertar las vocaciones científicas entre las niñas y las jóvenes y reducir la brecha que, según las estadísticas, siguen existiendo en las facultades universitarias de ciencias, ingenierías, estudios tecnológicos y matemáticas.

Grandes nombres de mujer

La exposición recorre a través de varios audiovisuales y catorce paneles interpretativos los principales campos de estudio de la astrofísica moderna, y pone de manifiesto que en cada uno de ellos hay mujeres que han escrito con letras de oro su nombre en la historia de la ciencia, aunque no siempre ha sido tratadas con justicia. La exposición destaca algo más de cincuenta figuras femeninas decisivas en la historia de la astronomía, aunque Javier Cenarro, director del CEFCA, aseguró este viernes durante la presentación que son “solo una pequeña representación de la gran cantidad de mujeres que trabajan o han trabajado en la primera línea de la investigación astronómica” .

Entre los abundantes ejemplos destacan Assumpció Catalá, que en 1975 se convirtió en la primera profesora universitaria en el campo de la astronomía en España; o Annie Cannon, una de las mujeres que formó parte de lo que se llamaron las calculadoras de Harvard. Fue un grupo de mujeres que trabajaron entre 1877 y 1919 como mano de obra barata -por ser mujeres-, aunque cualificada, para clasificar la cantidad ingente de datos fotográficos que había obtenido el observatorio de Harvard (EE UU). Estas mujeres catalogaron y clasificaron centenares de miles de estrellas y contribuyeron decisivamente a crear el catálogo más ambicioso de su época. Cannon, además, creó la clasificación por letras que se sigue utilizando para designar las estrellas.
 

Algunas de las personas que acudieron este viernes a la apertura de la exposición


Especiamente sangrante fue el caso de Jocelyn Bell, descubridora de las primeras radioseñales de pulsares observadas en estrellas de neutrones cuando era una estudiante de postgrado. El hallazgo valió el Premio Nobel de Física de 1974, que sin embargo no fue para ella, sino para su director de tesis, Antony Hewish. Tampoco pudo disfrutar de un merecido Nobel en vida Henrietta Leavitt, otra de las calculadoras de Harvard, que cambió para siempre la forma de observar las estrellas gracias a su estudio sobre las estrella variables Cefeidas que puso las bases para crear un estandar para medir la luminosidad de estos astros. En 1925 llegó una carta a su dirección informándola de que estaba propuesta para los Nobel de 1926, aunque ella había muerto cuatro años antes.

La exposición es un proyecto nacional patrocinado por la Fundación Española para la Ciencia y la tecnología, y la Sociedad Española de Astronomía, entre otras entidades, y ha sido diseñada por un eqiupo interdisciplinar del ámbito de la astronomía, de la historia de la ciencia y de la docencia con participación de numerosas instituciones y centros. Entre ellos está el CEFCA, que además de traer la muestra a Teruel está realizando una serie de charlas y conferencias por institutos y centros educativos como parte de su plan de difusión y divulgación científica.

Por cierto que Nancy Grace Roman, la denominada madre del Hubble, dará nombre a otro telescopio, el que la NASA enviará al espacio durante esta década para investigar la expansión del universo o los exoplanetas.

Actividades municipales

Por su parte la Concejalía de Juventud del Ayuntamiento de Teruel ha organizado también actividades durante todo el fin de semana con motivo del Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia, que tendrán lugar en el Centro de Ocio Joven Domingo Gascón.

El objetivo de esta programación especial es divulgar entre los jóvenes la importancia de las mujeres en la ciencia de una forma amena y divertida, adaptada para diferentes edades.

Desde hoy hasta el domingo, en la galería del Centro de Ocio Joven se desarrollarán talleres de experimentos científicos y charlas y juegos sobre Marie Curie o sobre el método científico. Esta programación especial se suma al resto de actividades del centro, como torneos de FIFA, deportes, talleres sobre redes sociales o castillos hinchables.

La actividad en el centro municipal tendrá lugar hoy sábado, de 11 a 14 horas y de 17 a 21 horas, y domingo en idéntico horario.

El concejal de Juventud, Ramón Fuertes, explicó durante la presentación del programa que el Ayuntamiento de Teruel se suma así a la conmemoración de este día y contribuye a que los jóvenes conozcan a los referentes femeninos en la ciencia y se interesen por esta disciplina. “El Centro de Ocio Joven es el espacio de referencia para familias y jóvenes en Teruel, por eso creemos que es el mejor espacio para que aprendan y se diviertan con actividades sobre ciencia y conozcan a grandes mujeres científicas como Marie Curie”, añadió.

Los ámbitos masculinos

AstrónomAs es la versión física y reducida de otra muestra virtual a la que se puede acceder a través de astronomas.org. Esta incluye una serie de actividades interactivas, materiales descargables y juegos adaptados para diferentes edades, una banda sonora compuesta por la astista musical Paula Espinosa, que además de concursante en La Voz 2020 es astrofísica, y un completo listado de 296 mujeres astrónomas destacadas, entre las que se encuentra la turolense Tamara Civera Lorenzo.
 

Irene Pintos Castro, a la izquierda, y la turolense Tamara Civera, dos de las trabajadoras del CEFCA


Ella es ingeniera de software y bases de datos científicas, y trabaja en el CEFCA como responsable del diseño, desarrollo y mantenimiento de las bases de datos, portales web y servicios que dan acceso a los datos científicos del Observatorio Astrofísico de Javalambre. Dicho de otro modo, sirve de puente entre los datos que recoge el telescopio y los investigadores encargados de trabajar con ellos.  Investigadores como la gallega Irene Pintos Castro, otra de las mujeres que trabajan en el CEFCA, que se encarga de analizar a partir de los datos del Observatorio Astronómico de Javalambre “cuál ha sido la vida de las galaxias, cómo han empezado a formar estrellas y cómo han evolucionado hasta dejar de hacerlo”

Tamara Civera tiene claro que su ámbito, el de las ingenierías, es mayoritariamente masculino. “Cuando yo empecé a estudiar la ingeniería informática éramos un 25% de chicas, y ahora el porcentaje creo que es todavía menor”. “Y además conforme avanza la carrera van descolgándose las mujeres”, apostilla Pintos Castro, en su caso hablando de astrofísica. “Yo cuando empecé la carrera si que estábamos al 50%, pero de las seis personas que nos han contratado como investigadores -de su promoción- yo soy la única mujer”.

Según Tamara Civera, la causa de este sesgo  puede estar en que este tipo de estudios  “siguen viéndose como carreras muy difíciles, y me da la impresión de que las chicas suelen echarse atrás porque piensan que no merece la pena tanto esfuerzo si luego seguramente no van a competir en igualdad de condiciones con los hombres en el mundo laboral”.

“Por alguna razón un hombre se siente capacitado para estudiar una de estas carreras, aunque no tenga unas notas muy brillantes”, añade Irene Pintos, “mientras que muchas mujeres se sienten inseguras para meterse en esto a no ser que sean estudiantes de nueve o diez”. “Y eso es una bobada”, añade Civera. “Porque las carreras científicas o tecnológicas no son ni más fáciles ni más difíciles, sino simplemente diferentes. Lo suyo es dedicarte a lo que te gusta”.

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