Un largo río de danza y de fervor recorrió este viernes las calles de Calamocha en la procesión de San Roque. J. L. R.
Cientos de danzantes cumplen con la tradición y acompañan bailando a San Roque hasta la ermita
Los ausentes, el cartel de las fiestas o las pintadas del puente medieval protagonizan los dichos en Calamocha
El fervor y la tradición se abrieron paso en la mañana de este viernes y Calamocha se rindió de nuevo a los pies de su patrón. Los calamochinos, uniformados con pantalón y camisa blancos, pañuelo de cuadros rojos y negros y la particular faja añil, se convirtieron, como cada 16 de agosto, en un caudal de devoción, bailando y bailando sin parar los clásicos acordes, solo interrumpidos por los dichos de los calamochinos, en su camino inexorable hacia la ermita de San Roque.
Los miembros de la Cofradía de San Roque de Calamocha fueron los primeros en llegar a la iglesia parroquial para terminar de preparar las dos imágenes del santo que salen en procesión cada verano.
Caros Parrila, hermano mayor de la hermandad, reconoció que a pesar de estos días de fiestas se viven con “ilusión” tampoco faltan los “nervios porque se sigue sintiendo ese gusanillo todas las mañanas, incluso la noche de antes, sabiendo que hoy (por este viernes) ya bailamos”. Parrilla destacó la oportunidad de las fiestas para encontrarse con “compañeros y gente que solo ves estos días”. A todo ello, el hermano mayor de la cofradía añadió que la junta lleva más de un mes trabajando para la procesión “manteniendo reuniones con ayuntamiento, con gente que se ofrece voluntaria para organizar la procesión. Y luego hay que ir a preparar las imágenes, limpiarlas un poquito, montarlas en las peanas. Eso sí que lleva un poco más de trabajo”, explicó.
Parrilla señaló que se trata de una fiesta que “va a más” y destacó la incorporación de nuevas generaciones al cuerpo de bailadores, además de que los más veteranos siguen participando año tras año.
Las dos imágenes de San Roque salieron seguidas del templo a la plaza acompañadas por las autoridades. Allí les esperaban cientos de devotos danzantes. Nada más salir los santos se pronunció el tradicional primer dicho, que fue seguido de muchos más en el recorrido.
De nuevo se escucharon dichos de recuerdo a los que ya no están e incluso uno de los últimos recomendó trabajar un poco más la rima y la medida de los versos. Se celebró la labor de los servicios de limpieza municipales y se reprochó el vandalismo de pintar sobre el puente medieval que cruza sobre el Jiloca. Se homenajeó al mantenedor de las fiestas, el secretario de estado de Hacienda Jesús Gascón, y al ganador del concurso de televisión MasterChef 11, Jesús San Roque, y se criticó la imagen on la que el cartel de las fiestas representa al patrón. Así, de nuevo, a golpe de cuarteta, los vecinos de Calamocha le tomaron el pulso a la ciudad delante del patrón.
Y entre dicho y dicho, la comitiva de músicos y danzantes avanzaron en su camino a la ermita de SanâÂÂÂÂÂÂRoque, donde se presentaron las imágenes de los santos y los bailadores pudieron tomar un respiro y un refresco. El párroco, Francisco Navarro, fue muy escueto y tras dirigir el canto del Salve Regina resolvió la ceremonia con un “viva San Roque y viva la Virgen de la Asunción. Nos vamos”. Y se fueron, de nuevo danzantes, cofrades, peaneros, músicos y acompañantes de vuelta a la iglesia parroquial, donde se ofició una misa.
Gascón, visiblemente ilusionado por el nombramiento, recordaba los orígenes calamochinos de su familia y reconocía este viernes que “esto ha sido como recuperar un poco las tradiciones familiares”. Aunque nunca ha bailado en San Roque, a fiesta le trajo “ recuerdos vinculados a la familia, al baile, a la procesión, a los dichos” que, dijo, siente como suyos.
Poco antes de las nueve de la mañana, los calamochinos comenzaron a llegar a las puertas de la iglesia parroquial. Allí, Nuria Agustín reivindicó el protagonismo femenino en la fiesta. Aseguró llevar bailando desde que tiene memoria, lo menos “40 o 50 años”, aunque no siempre lo ha hecho con la misma pareja porque, afirmó, “la vida te va poniendo en situaciones de cambiar y de buscar compañeros nuevos”.
Nuria Agustín destacó el papel cada vez más protagonista de la mujer en la tradición. “Somos muchas las chicas que bailamos. Antes no estaba permitido, pero pienso que a lo mejor si no fuera por las chicas el baile San Roque no habría llegado a tener la importancia que tiene y que seguimos manteniendo las tradiciones en Calamocha”.
A su lado, su hija María añadió que le gusta que alrededor del baile de San Roque “todo el pueblo está unido haciendo la misma cosa”, algo que en otras ocasiones es “más complicado”.
María reconoció que ensaya “menos de lo que se debería” pero destacó el papel de la Peña La Unión enseñando a los más pequeños los pasos del baile.
Y así, repitiendo los pasos del dance con cierta sincronía, más cuanto más cerca del santo donde están los bailadores más veteranos, las cerca de 200 parejas llegaron a la ermita de San Roque y deshicieron después el camino. Entrando en el templo, Candela Jimeno, una de las damas de las fiestas de 2024, lloraba emocionada porque, explicó, lleva “bailando todos los años en el Ballet de San Roque y estar en medio del mundo y ver cómo bailan es muy bonito”.
El hermano mayor de la cofradía de San Roque explicó este viernes que “a mitad del siglo pasado, se decidió coger la indumentaria de la Peña de la Unión, que es la que veis actualmente: pantalón, camisa blanca, faja azul y cachirulo y pues no sé si por comodidad o practicidad o porque se ve un poco más vistoso, se decidió, pero un poco de manera popular”.
De forma paralela, los socios y simpatizantes de la Peña La Unión vivieron una ruta “barítima” por la tarde para recuperar fuerzas para el concierto de Reincidentes, que arrancó pasada la medianoche.
Este sábado se celebrará la procesión y los bailes de San Roquico, que por su menor recorrido estará protagonizado por más jóvenes que el baile de este viernes. Por la tarde está programado el concurso de recortes en la plaza de toros y la representación de Chefs, a cargo de la compañía Yllana en el Recinto Ferial.
Los miembros de la Cofradía de San Roque de Calamocha fueron los primeros en llegar a la iglesia parroquial para terminar de preparar las dos imágenes del santo que salen en procesión cada verano.
Caros Parrila, hermano mayor de la hermandad, reconoció que a pesar de estos días de fiestas se viven con “ilusión” tampoco faltan los “nervios porque se sigue sintiendo ese gusanillo todas las mañanas, incluso la noche de antes, sabiendo que hoy (por este viernes) ya bailamos”. Parrilla destacó la oportunidad de las fiestas para encontrarse con “compañeros y gente que solo ves estos días”. A todo ello, el hermano mayor de la cofradía añadió que la junta lleva más de un mes trabajando para la procesión “manteniendo reuniones con ayuntamiento, con gente que se ofrece voluntaria para organizar la procesión. Y luego hay que ir a preparar las imágenes, limpiarlas un poquito, montarlas en las peanas. Eso sí que lleva un poco más de trabajo”, explicó.
Parrilla señaló que se trata de una fiesta que “va a más” y destacó la incorporación de nuevas generaciones al cuerpo de bailadores, además de que los más veteranos siguen participando año tras año.
Las dos imágenes de San Roque salieron seguidas del templo a la plaza acompañadas por las autoridades. Allí les esperaban cientos de devotos danzantes. Nada más salir los santos se pronunció el tradicional primer dicho, que fue seguido de muchos más en el recorrido.
De nuevo se escucharon dichos de recuerdo a los que ya no están e incluso uno de los últimos recomendó trabajar un poco más la rima y la medida de los versos. Se celebró la labor de los servicios de limpieza municipales y se reprochó el vandalismo de pintar sobre el puente medieval que cruza sobre el Jiloca. Se homenajeó al mantenedor de las fiestas, el secretario de estado de Hacienda Jesús Gascón, y al ganador del concurso de televisión MasterChef 11, Jesús San Roque, y se criticó la imagen on la que el cartel de las fiestas representa al patrón. Así, de nuevo, a golpe de cuarteta, los vecinos de Calamocha le tomaron el pulso a la ciudad delante del patrón.
Y entre dicho y dicho, la comitiva de músicos y danzantes avanzaron en su camino a la ermita de SanâÂÂÂÂÂÂRoque, donde se presentaron las imágenes de los santos y los bailadores pudieron tomar un respiro y un refresco. El párroco, Francisco Navarro, fue muy escueto y tras dirigir el canto del Salve Regina resolvió la ceremonia con un “viva San Roque y viva la Virgen de la Asunción. Nos vamos”. Y se fueron, de nuevo danzantes, cofrades, peaneros, músicos y acompañantes de vuelta a la iglesia parroquial, donde se ofició una misa.
El mantenedor y las emociones
Al cargo de secretario de Estado de Hacienda, Jesús Gascón ha sumado esta semana el de mantenedor de las fiestas de Calamocha.Gascón, visiblemente ilusionado por el nombramiento, recordaba los orígenes calamochinos de su familia y reconocía este viernes que “esto ha sido como recuperar un poco las tradiciones familiares”. Aunque nunca ha bailado en San Roque, a fiesta le trajo “ recuerdos vinculados a la familia, al baile, a la procesión, a los dichos” que, dijo, siente como suyos.
Poco antes de las nueve de la mañana, los calamochinos comenzaron a llegar a las puertas de la iglesia parroquial. Allí, Nuria Agustín reivindicó el protagonismo femenino en la fiesta. Aseguró llevar bailando desde que tiene memoria, lo menos “40 o 50 años”, aunque no siempre lo ha hecho con la misma pareja porque, afirmó, “la vida te va poniendo en situaciones de cambiar y de buscar compañeros nuevos”.
Nuria Agustín destacó el papel cada vez más protagonista de la mujer en la tradición. “Somos muchas las chicas que bailamos. Antes no estaba permitido, pero pienso que a lo mejor si no fuera por las chicas el baile San Roque no habría llegado a tener la importancia que tiene y que seguimos manteniendo las tradiciones en Calamocha”.
A su lado, su hija María añadió que le gusta que alrededor del baile de San Roque “todo el pueblo está unido haciendo la misma cosa”, algo que en otras ocasiones es “más complicado”.
María reconoció que ensaya “menos de lo que se debería” pero destacó el papel de la Peña La Unión enseñando a los más pequeños los pasos del baile.
Y así, repitiendo los pasos del dance con cierta sincronía, más cuanto más cerca del santo donde están los bailadores más veteranos, las cerca de 200 parejas llegaron a la ermita de San Roque y deshicieron después el camino. Entrando en el templo, Candela Jimeno, una de las damas de las fiestas de 2024, lloraba emocionada porque, explicó, lleva “bailando todos los años en el Ballet de San Roque y estar en medio del mundo y ver cómo bailan es muy bonito”.
De blanco y con faja azul
Los bailadores de la procesión de San Roque este viernes, y en la de San Roquico este sábado, visten su indumentaria impoluta con orgullo. Con el pantalón blanco recién lavado y la camisa blanca remangada recién planchada, se anudan al cuello un pañuelo de cuadros rojos y negros con el nudo hacia delante y se enrollan con precisión quirúrgica la faja alrededor de la cintura girando sobre si mismos como los derviches turcos.El hermano mayor de la cofradía de San Roque explicó este viernes que “a mitad del siglo pasado, se decidió coger la indumentaria de la Peña de la Unión, que es la que veis actualmente: pantalón, camisa blanca, faja azul y cachirulo y pues no sé si por comodidad o practicidad o porque se ve un poco más vistoso, se decidió, pero un poco de manera popular”.
Que no pare la fiesta
Una vez concluido el baile de San Roque les llegó el turno a los gigantes y cabezudos, que volvieron a salir en comparsa por el centro urbano. Por la tarde se celebró una corrida de rejones con astados del hierro de José Luis Pascual para los rejoneadores Sebastián Fernández y Luis Rodríguez. Más tarde actuó el conjunto folclórico de Oceanía Ofafolau y, en el Ferial, un tributo a Abba.De forma paralela, los socios y simpatizantes de la Peña La Unión vivieron una ruta “barítima” por la tarde para recuperar fuerzas para el concierto de Reincidentes, que arrancó pasada la medianoche.
Este sábado se celebrará la procesión y los bailes de San Roquico, que por su menor recorrido estará protagonizado por más jóvenes que el baile de este viernes. Por la tarde está programado el concurso de recortes en la plaza de toros y la representación de Chefs, a cargo de la compañía Yllana en el Recinto Ferial.
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